¿Existe un sabor más mexicano que el chile? ¡Muchos! Pero en varios países la primera referencia a la gastronomía mexicana son precisamente los sabores picantes. Por eso Karisma Hotels & Resorts presentó la primera edición del Festival Anual del Chile (Chili Pepper Festival), un merecido homenaje a tan conspicuo ingrediente, en el cual participaron los chefs Josefina Santacruz, Ricardo Muñoz Zurita, José Miguel García, Paul Rogalski y Rodolfo Castellanos, además de contar con la presencia como anfitrión de Jonatán Gómez Luna, chef de Le Chique, restaurante premiado con el Best of the Best Gourmet Award como “Mejor restaurante dentro de un hotel”, y que forma parte de este grupo hotelero.
Del 19 al 22 de octubre, los amantes de la cocina mexicana nos dimos un festín en un lugar enmarcado por el Caribe mexicano: el spa resort El Dorado Royale, by Karisma, para disfrutar cuatro días de actividades que avivaron nuestros sentidos.
¿Cómo inauguró el Festival Anual del Chile?
Para abrir boca, en la fiesta inaugural, a cargo de Paul Rogalski, se incluyeron cortes asados al carbón, acompañados de Espantapájaros, la cerveza conmemorativa del festival, elaborada por José Miguel García con un singular twist de chile ancho.
El segundo día acompañamos al chef Ricardo Muñoz Zurita al invernadero de El Dorado Royale, donde nos explicó los procesos de siembra y cosecha del chile, así como datos interesantes y curiosos, como que el chile conocido como jalapeño en realidad se llama cuaresmeño —pues se cosecha en época de cuaresma—, el cual secado al Sol se convierte en chile meco y, después de ser ahumado, se transforma en chipotle. Estos cultivos son parte de la carta de los 15 restaurantes de El Dorado.
Más tarde, la chef Josefina Santacruz nos deleitó con una muestra de tacos en un mercado sui géneris, que se encuentra dentro de un cenote que antiguamente tuvo agua.
En esta festiva muestra gastronómica, disfrutamos de cuatro diferentes guisados entre los que destacó el de Camarón cremoso. Y fue por su salsa untuosa de chipotle, en tortilla de harina, sobre una base de frijoles negros y acompañado de cebollitas moradas en escabeche.
La clase del final
Terminamos el día con una clase magistral en la que Rodolfo Castellanos nos explicó las raíces de la cocina oaxaqueña y nos deleitó con platillos de la región, entre los que sobresalió el Chichilo rojo con chochoyotes.
Según explicó Castellanos, este mole es uno de los más tradicionales y difíciles de preparar, su ingrediente estrella es el chile chilhuacle rojo, que junto a otros chiles y especias, consigue un delicioso sabor especiado y una consistencia líquida poco común en un mole.
¿Cuál fue el plan para cerrar el Festival?
El tercer día aprendimos a hacer deliciosas tortas con el chef José Miguel García. Mientras tanto, los demás chefs preparaban la salsa conmemorativa del evento en un barril de Jackson Family Wines. Combinando diferentes chiles, especias, vinagres y licores. Jugando un poco a la futurología, esta barrica será abierta dentro de un año, durante la segunda edición del Chili Pepper Festival.
Y para cerrar por lo alto, la cuarta noche disfrutamos de una espectacular cena elaborada en conjunto por todos los chefs participantes. La estrella de la noche fue el Mole negro de Ricardo Muñoz Zurita, espeso y contundente, acompañado con Champagne Taittinger. Después de tanto buen comer y beber, y una que otra sabrosa enchilada, esperamos con ansias la siguiente edición.