Las fiesta patrias se avecinan y lo mejor para festejarlas es reunirse con seres queridos alrededor de nuestra clásica gastronomía con los mejores antojitos mexicanos del país. Prueba alguno de estos platillos que indudablemente te harán preparar el paladar y exclamar ¡Viva México!
Pozole
Esta receta elaborada a base de maíz cacahuazintle nixtamalizado, es una preparación ganadora para cualquier ocasión. Su nombre proviene del náhuatl pozolli que significa espumoso. Sus raíces son prehispánicas, incluso algunos expertos señalan que pudo haber estado hecho con la carne de alguna persona sacrificada. Que a su vez era repartida entre los sacerdotes y participantes como un acto de comunión. Hoy en día está preparado con carne de cerdo, res o pollo, maíz y verduras.
Pambazo
Es un platillo tradicional mexicano que consiste en una telera rellena de papa con chorizo y bañada en salsa de chile ancho. Su fórmula cambia dependiendo del estado de la República. Su nombre proviene de la época virreinal: en esa época el pan bazzo. Que era un producto muy popular entre las clases bajas, tanto que incluso existían Pambacerías. Si quieres probar el original, en Veracruz aún se hace este pan como en antaño.
Tamales
Es un platillo de origen prehispánico hecho generalmente con una masa de maíz que va rellena de diferentes ingredientes. Desde tiempos precolombinos es una comida que forma parte del día a día, en ese entonces existía incluso una fiesta llamada Atamalcualiztli, una celebración donde se hacía una especie de ayuno por ocho días, en los que solamente se podía comer tamales de masa cocinada al vapor.
Esquites
Este nombre proviene del náhuatl izquitl que significa tostar en el comal. Su preparación y nombre pueden variar dependiendo del lugar en el país en el que se encuentren: así es como en el norte los encontrarás como «trolelotes», en Aguascalientes como chasca y en Michoacán como Vasolote. Este platillo ha traspasado fronteras, incluso llegando a Irán, donde se le conoce como maíz mexicano.
Capirotada
Este postre es típico de Baja California, Aguascalientes, Jalisco, Sinaloa, Sonora y Zacatecas y es uno de nuestros antojitos mexicanos favoritos. Consiste en rebanadas de pan tostado y deshidratado que se someten a cocción junto a trozos de plátano, pasas, nueces, guayaba y cacahuates, preparación que se cubre con un jarabe de piloncillo y queso manchego rallado. A pesar de ser un platillo con gran simbolismo religioso, es también representativo de la influencia española que dejó el legado para convertir a nuestro país en lo que es actualmente.