Los frijoles son uno de los elementos de la llamada trilogía mexicana y la base de la alimentación de muchos pueblos. Su sabor es sencillamente delicioso y son bastante nutritivos. ¿Cómo negarse a unos tacos de frijol con salsa picosita? Aquí te dejamos cinco formas muy mexicanas de preparar los frijoles. ¡Te abrirán el apetito!
Frijol con puerco
Esta especialidad yucateca por lo general se prepara cada jueves. Su preparación consiste en frijoles negros cocidos con carne de cerdo, cilantro, epazote y cebolla. La presentación es caldosa y se acompaña con arroz blanco o salsa xnipec. Otras posibles guarniciones son aguacate, limón, chile habanero y tortillas de maíz. Definitivamente es un verdadero manjar.
Frijoles charros
En el norte de México es donde encontrarás esta receta. Van preparados con cebolla, chile serrano picado, jitomate, tocino y cilantro. Son muy sustanciosos y por eso pueden funcionar como plato fuerte; pero también para acompañar las carnes asadas, arracheras y tacos al pastor. Toma en cuenta que dependiendo del estado la receta puede cambiar ligeramente, por ejemplo en Coahuila se hacen con tocino, salchicha y chicharrón.
Frijoles de la olla
Para prepararlos necesitarás frijoles bayos o flor de mayo, mismos que cocerás en una olla de barro con agua, cebolla, ajo, manteca de cerdo y hierbas de olor como epazote, cilantro y perejil. Este platillo es típico del centro del país. Si los pruebas cerca del Golfo de México, puede que los frijoles sean negros. Para acompañarlos, lo mejor es un poco de queso o crema fresca. ¡Ya se nos hizo agua la boca!
Frijoles puercos
Se trata de frijoles bayos cocidos, machacados y refritos con manteca de cerdo, tocino y chorizo. Si visitas Colima, los encontrarás con verduras en escabeche y queso añejo, además de carne deshebrada de cerdo. Su consistencia es pastosa y pueden ir adornados con cebolla, zanahoria cocida, col rallada y chiles serranos o cascabel. Mientras que en Guanajuato están guisados con cebolla, jitomate, chile serrano, tocino, salchicha, chorizo y jamón.
Frijoles refritos
Es probablemente una de las formas más populares de prepararlos, pero también una de las más deliciosas. Van machacados y fritos con manteca de cerdo o aceite hasta que el caldo se ha evaporado y quede una pasta firme que pueda aglomerarse para hacer una especie de bolillo o pan. En Yucatán los conocen como frijoles nach.