Con motivo de la presentación de Apothic Cab, participamos en una cata sensorial que involucró los sentidos del tacto, el olfato y el gusto, para descubrir notas sorprendentes en un vino elaborado con la más famosa de las uvas. Fotos. Cortesía Apothic Wines.
La cita fue virtual, pero previamente nos enviaron a casa una interesante caja color negro con rojo. Su interior estaba forrado con una suave tela negra; tenía dos botellas de Apothic Cab cabernet sauvignon, una cajita con una rosa, un chocolate y un pequeño envase con mousse de chocolate. Cada uno de esos elementos nos serviría para realizar la cata y conocer cada una de las notas y sensaciones del vino.
Vivencia sensorial
Gloria Lescieur, sommelier y embajadora de las marcas de E. & J. Gallo Winery Latinoamérica, fue quien dirigió esta interesante cata. Nos invitó primero a cerrar los ojos y tocar la rosa, para sentir lo terso y aterciopelado de sus pétalos.
Después, nos pidió hacer lo mismo con la tela que venía en la caja, con la que se obtenían las mismas sensaciones de textura. Gloria nos señaló que el vino en el paladar lo sentiríamos así, aterciopelado.
Al servir el vino en la copa y acercarlo a la nariz, se expresó un vino muy aromático. Al rotarlo, mostraba un sello muy particular: los frutos negros –blueberries y zarzamoras–, pero en jalea, además de vainilla y ligeras notas a moka.
Dulce paladar
La explosión de sabores vino desde el primer trago. Toda la boca se llenó de una nota acaramelada y redonda, nada común en el cabernet sauvignon, que es más astringente.
La sensación era como la de comer una jalea de frutos negros, pero con notas a vainilla y moka. Al final, y que es algo que hace diferente a Apothic Cab cabernet sauvignon, afirmó la sommelier, es que encuentras mucha fruta, taninos intensos pero sedosos y aterciopelados.
“Eso es lo que buscamos ofrecer al consumidor nuevo, un cabernet sauvignon pero que sea mucho más amigable, que no lastime la boca y que sea versátil”. Agregó que uno de los secretos de este vino, es que, aunque tiene un mayor porcentaje de uva cabernet sauvignon, tiene un toque de uva zinfandel.
Ejercicio de maridaje
El primer bocado que probamos junto con Apothic Cab cabernet sauvignon fue un chocolate amargo de Que Bo!, que tenía un relleno cremoso de arándano. La sommelier nos pidió morder un pedacito y permitir que se deshiciera en la boca.
Luego, volvimos a morder un pedazo y sorbimos el vino para experimentar una explosión de moras en la boca; los taninos fueron un poco más intensos, pero sin ser agresivos. Después, probamos el mousse de chocolate amargo, con el que cambió la textura del chocolate. Aquí se incrementó el amargor de ese ingrediente, y resaltaron la notas a vainilla y moka.
Una de las claves para disfrutar mejor este vino es hacerlo a una temperatura entre 14 y 17 grados centígrados.
Vinos diferentes
Johannes Bornemisza, director de marketing de E. & J. Gallo Winery Latinoamérica, indicó que eligieron a México como el primer lugar para lanzarlo en Latinoamérica debido a que el consumo de esta bebida ha evolucionado aceleradamente en los últimos años, y cada vez son más los que toman vino y buscan experiencias diferentes.
Por su parte, Estefanía Ortiza, gerente de marketing en México, aseguró que las etiquetas de Apothic Wines se caracterizan por revolucionar el mundo de los vinos y por ser poco convencionales, atrevidos y agradables al paladar.
“Este cabernet es diferente, único, con un estilo tan intrigante que tiene el sello característico de nuestra marca. Esta cepa es la más vendida en México; Apothic Cab ofrece la intensidad de los frutos negros con un final sedoso y aterciopelado, a diferencia de otros”. Y la verdad, nos encantó. Costo: desde $273 en Chedraui. IG: @apothicvino