Si le preguntas a cualquier local, te responderán que el Hotel St. Michel es uno de los lugares más icónicos del vecindario de Coral Gables, al grado de casi ser legendario.
Sin embargo, después de que el dueño decidió vender el restaurante y solo dedicarse al hotel, la famosa esquina ganó la reputación de estar maldita: excelente ubicación, pero nadie puede poner nada que dure.
Afortunadamente, el restaurantero venezolano Erasmo Da Silva no es supersticioso. En el lugar vio la posibilidad de abrir algo que se convirtiera en un espacio de culto.
Manos a la masa
El primer tema era qué tipo de restaurante iba a ser Zucca (antes de siquiera llamarse así). Debido a la herencia italiana de su esposa Keiny, y el conocimiento que él había ganado de la misma gastronomía, decidió hacerlo italiano tradicional.
La experiencia es tan tradicional que si llegas a cierta hora del día encontrarás a una experta elaborando pastas frescas como gnocchi justo en la entrada.
Erasmo es más que detallista por eso contrató al chef Simone Mua, originario de Milán, y a otros dos cocineros italianos más, además de buscar al legendario Lucio Zanon como gerente general, por su extenso conocimiento de vinos.
Una experiencia auténtica
Zucca no es un restaurante pretencioso, sino que es acogedor, sincero y agradable. El simple hecho de llegar y sentarte consigue una relajación reconfortante.
Para comenzar pide un negroni, hecho a la perfección, o atreverte a beber como la abuela (que las italianas merecen respeto) y ordenar un Nonna’s Mule, que es un giro al clásico Moscow Mule, así que incluye grappa, sandía, limón y jengibre. Servido en una coqueta ollita de cobre y con flores.
El piatto misto di salumi o el piatto misto di formaggi (plato mixto de charcutería o de quesos) es una forma increíble de iniciar este recorrido gastronómico, sobretodo porque todo lo traen desde Italia, así que estás probando verdaderos bresaola, Emilia-Romagna sopressata, gorgonzola dolce, Cacio di Bosco, Parmigiano Reggiano y muchos productos más.
Los fiori di zucca ripieni di mozzarella o fiori di zucca ripieni di rocotta e limone (flores de calabaza rellenas de mozzarella ode queso ricota con tuist de limón) son sensacionales; además de que son parte del nombre del lugar, así que sí o sí debes pedirlas.
Subir el nivel
En Zucca no creen en eso de ir para abajo, así que la comida solo parece mejorar entre más pidas: gnocchi al pomodorino fresco, melanzana e battuto di burrata, que justo son los gnocchi que acabas de ver como elaboran en el restaurante, son espectaculares.
Y si quieres constatar que todo está al dente, entonces el risotto del día, que utiliza ingredientes frescos de la Florida, pues Erasmo también cree que este estado tiene de los mejores productores locales.
Para este punto ya debiste haberle pedido una de las etiquetas de vino disponibles a Lucio. La mayoría de ellas tienen historias increíbles, así que no está demás preguntar sobre ellas.
Prueba es el Gorgona, un vino blanco de la Toscana, cuya particularidad es que son prisioneros quienes lo elaboran. Justo es Marchesi di Frescobaldi, una de las familias más reconocidas en materia de enología en Italia, la que ayuda a la creación de este vino.
El punto fuerte de Zucca es la cotoletta alla milanese dello chef, que es la mejor milanesa que yo he tenido de degustar en mi vida. Posiblemente porque es de cordero, a lo mejor por ir empanizada en grissini o simplemente porque todo en el restaurante es delicioso.
Para cerrar, no está demás un tiramisú y una copa de su limoncello elaborado en casa con mucho cariño. Dirección: Avenida Alcazar 162, Coral Gables, Miami. Cheque promedio: $75 USD. zuccamiami.com