Gracias por 12 años de jugar, por un rato, a ser nómadas siguiendo el trazo de nuestra brújula de letras, recetas, sabores, planes de viaje e imágenes inspiradoras. Fotos: Adobe Stock / Food and Travel. 

Sean bienvenidos a la edición 111 de esta publicación con la que buscamos antojarles las diversas y suculentas maneras en las que exploramos y saboreamos nuestro mundo.

Quienes hemos hecho de los viajes nuestro impulso de vida, nuestro quehacer cotidiano o nuestra manera personal de expandir el espíritu, entendemos los diferentes matices que trae consigo emprender la travesía.

Es una manera de tomar un respiro, cambiar de ritmos, aprender a hacer las pausas necesarias, a ser pacientes, a rendirnos ante las situaciones que no podemos controlar; enfocarnos, reactivarnos o hasta sanarnos.

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Es verdad: somos viajeros para inspirarnos, pero también para aportar lo que podamos. Viajamos para dejar que la vida nos atraviese por los cinco sentidos; para sentir cómo nuestra atención es arrebatada por el momento presente, por la realidad que ocurre más allá de nuestras pantallas, de nuestras programaciones y límites mentales.

Coleccionamos los buenos recuerdos que podamos, pero también buscamos dejar en el destino que visitamos nuestra semilla bien plantada para un fin común: huellas invisibles del viajero consciente que entiende que la danza con la realidad es un eterno dar y recibir, en armonía.

Viajamos, en principio, para perdernos, para confiar en las rutas que se van definiendo a sí mismas en cada paso y, enseguida, encontrarnos.

Buscamos con cada viaje profundizar los lazos o generar encuentros significativos, que nos permitan ser mejores reflejos para el bien del otro. Gracias por mantener viva la pasión de explorar diversos rincones juntos y por hacer comunidad con nosotros, quienes somos y hacemos Food and Travel México.