Para conocer un destino, se deben probar sus deliciosos sabores, porque a través de ellos se descubren las historias que envuelven al país. Por eso, te contamos sobre tres restaurantes que reflejan la esencia de la gastronomía guanacasteca, orgullo de la cocina de Costa Rica. ¡Toma nota! Fotos: Charly Ramos.
¿De dónde es la gastronomía guanacasteca?
Guanacaste, la segunda provincia más grande de Costa Rica, se sitúa en la esquina noroeste del país. Limita al norte con Nicaragua, al sur con la provincia de Puntarenas, al este con la provincia de Alajuela y al oeste con el océano Pacífico. Debido a su ubicación, su clima se caracteriza por ser más soleado y seco que el resto del país; lo que origina paisajes memorables, como Tamarindo y la península de Nicoya.
Un dato interesante es que el nombre de la provincia es dado por el árbol homónimo, conocido por su gran tamaño y su sombra densa, que protege sus raíces del calor y brinda refugio al ganado. Si visitas esta región durante la época de lluvias que es en noviembre, te sorprenderá el intenso color verde que predomina, resultado de los abundantes productos agrícolas que prosperan en la tierra, incluida la variedad de frutas y verduras que son la base de la gastronomía guanacasteca. Aquí te recomendamos tres restaurantes para que develes los sabores locales.
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The Road Less Traveled Cuisine: del campo a la mesa
En la provincia de Guanacaste está Tempate, distrito en el que se encuentra The Road Less Traveled Cuisine, referente de la gastronomía guanacasteca. El creador es Gilberto Briceño, discípulo de restaurantes como Azurmendi (galardonado con tres estrellas Michelin y una estrella verde) y Boragó (clasificado en el noveno puesto en los Latin America’s 50 Best Restaurants 2023). Él se inspira en los frutos de la tierra para elaborar su menú degustación de nueve tiempos.
En un acogedor spot millennial de paredes blancas, Briceño ofrece cenas ingeniosas. En cada experiencia entrega cercanía, ya que se realizan para cuatro comensales con un menú único cada día. Lo que te espera son creaciones como el crujiente chorizo de pescado con chimichurri o los gallitos (similares a los tacos) de pollo caribeño, con una grata presencia de piloncillo.
Es importante resaltar que Briceño utiliza ingredientes provenientes de la Finca Tierra Mágica Tempate. Al principio, esta parcela se estableció para asegurar la alimentación de 22 familias de la comunidad durante la pandemia. Hoy en día, suministra al chef con productos orgánicos como yuca, kale, camote, entre otros.
Cala Luna Orígenes: creaciones culinarias holísticas
Para continuar saboreando la gastronomía guanacasteca, te recomendamos dirigirte a Tamarindo. En este destino apreciado por los amantes del surf, descubrirás Cala Luna Boutique Hotel, un alojamiento diseñado para aquellos viajeros que buscan su equilibrio interior. Por ello, la culinaria del lugar, también trabaja bajo los principios holísticos.
El chef Giancarlo Fernández, quien lidera Cala Luna Orígenes y previamente trabajó en La Tasquería en Madrid (restaurante reconocido con una estrella Michelin), expresa su filosofía de la gastronomía guanacasteca: “Aquí la cocina es consciente, lo que implica que tomamos en cuenta desde dónde viene el producto hasta sus propiedades curativas”.
Para disfrutar tu visita, en tu comanda no puede faltar el ceviche hecho con pesca del día, cúrcuma y chile morrón. Así como, la delicada corvina pochada en caldo de coco con zacate de limón acompañado de encurtido de zanahoria. La clave para lograr el aporte nutricional y en pro de la salud, es el excepcional producto orgánico de La Senda, proyecto hermano que comprende 30 hectáreas en donde se cultivan los alimentos.
El Pelícano: mariscos frescos
Sigue disfrutando de la vibra surfista de Tamarindo y la gastronomía guanacasteca en Tamarindo Diría Beach Resort. Este encantador alojamiento está ubicado en más de tres kilómetros de playa de arena blanca y cuenta con 30 años de historia, lo que asegura una estancia impecable en sus 240 habitaciones.
Las visitas a sus cinco restaurantes son casi obligadas, porque capturan los sabores de las cocinas internacionales de países como México e Italia. Sin embargo, el chef ejecutivo Fernando Adaniz ha logrado un trabajo excepcional en El Pelícano. Su colaboración cercana con productores locales garantiza la obtención de ingredientes genuinos, como los quesos.
El restaurante se especializa en delicias marinas, como la corvina rellena con pejibaye -fruta- bañada en salsa de limón, y los tamalitos rellenos de langosta y arroz, una interpretación de los tamales decembrinos ticos. Platillos desde los 16 USD.
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