Los parques nacionales de Estados Unidos forman parte de los paisajes más asombrosos del planeta. Déjate llevar por las narraciones de Roly Smith y la impresionante fotografía de David Muench.
Valle de los Monumentos, Navajo, Arizona
El paisaje a lo largo de la frontera entre Arizona y Utah, adornado con prominentes colinas llamadas buttes y terrenos elevados con cimas planas conocidos como mesas, recuerda las imágenes del Viejo Oeste que llevaron a la pantalla grande las aclamadas películas western, como La diligencia y Thelma & Louise. Es preciso ir acompañado de un guía navajo para ir de Sentinel Mesa a Merrick Butte, recorrido que harás entre enormes formaciones de roca roja. No es de extrañar si Totem Pole de 130 metros de alto te parece familiar. Clint Eastwood apareció parado en la punta de este tótem en la escena inicial de la película The Eiger Sanction. Ahora bien, eso es lo que en verdad llamamos una gran vista.
Cañón del Antílope, Navajo, Arizona
Para los de esta nación indígena, entrar por la estrecha ranura del cañón al norte de Arizona es como si ingresaras a una catedral que merece la más profunda reverencia de todo visitante. La formación ha sido tallada por el paso de corrientes de agua que contienen componentes abrasivos de arena. Sus paredes de 37 metros de altura, con una mezcla de colores rojizos, rosados y amarillentos, parecen torbellinos como si fueran merengue adornando un pastel, bañado por ocasionales destellos fugaces de luz. Tanto el cañón superior como inferior fusionan una belleza etérea con el alto riesgo que presentan las repentinas inundaciones ocasionadas por lluvias torrenciales.
Parque Nacional del Cañón Bryce, Utah
Para continuar con la inspiración eclesiástica, el cañón Bryce es tanto una iglesia con múltiples chapiteles como una maravilla natural. Las profundas cavernas parecen amplios aposentos, mientras que las estalagmitas se asemejan a campanarios, nichos y recovecos. A lo alto de Bryce se halla el cielo más limpio del país, y un viaje al anochecer revela el esplendor estelar del que no puedes escapar, aunque no es que vayas a querer hacerlo. Tras un par de horas en este sitio, te invadirá una sensación de espiritualidad, cualesquiera que sean tus inclinaciones religiosas. Busca la Gran Escalinata, unos inmensos escalones geológicos en la meseta del Colorado.
Gran Cañón, Arizona
La puntiaguda cima de Monte Hayden se eleva en pleno centro del Gran Cañón, uno de los monumentos naturales más famosos del mundo. Sus estratos de arenisca de 300 millones de años de antigüedad saltan a la vista, intercalados con las cabezas de yucas y unos cuantos pinos inclinados. No obstante, los que atraen a los visitantes son los colores del Gran Cañón, que varían del magenta más intenso hasta tonos amarillentos, rosados y bermellón. Incluso los fotógrafos novatos se marchan con imágenes inolvidables. La garganta del cañón tiene 446 kilómetros de longitud, así que decide con anticipación qué zona recorrer.
Parque Nacional Yellowstone, Wyoming
Los búfalos aún son comunes en el primer Parque Nacional oficial del mundo. Conducir por la zona no te libra de embotellamientos pues, si ves pasar a un búfalo, es seguro que tendrás que parar ante la manada de estos ancestrales animales que lo siguen y que avanzarán juntos a lo largo de kilómetros. Además de la vida salvaje que incluye alces y osos, el parque de 9,000 kilómetros cuadrados es sede de la mayoría de los fenómenos geotérmicos del mundo. Sus 300 géiseres suman dos terceras partes de las fuentes termales del planeta. Cabe destacar que esta actividad hace que los terremotos y desplazamientos tectónicos sean frecuentes ahí.
Parque Nacional de Grand Teton, Wyoming
Grand Teton, uno de los parques nacionales más verdes de América, ofrece una sorprendente yuxtaposición de horizontes rocosos y mesetas cubiertas de árboles. Asimismo, ofrece una infinidad de cascadas recónditas, lagos, sendas y ríos, por lo que hasta los exploradores más intrépidos estarán muy ocupados. El paisaje está marcado por roca metamórfica, incluida la cima llamada Gran Teta, que le da nombre al parque. Para aprovechar al máximo las espectaculares atracciones, visita la profunda grieta de Cascade Canyon entre The Jaw y Teewinot Mountain, y deléitate con la vista de las cimas nevadas.