¿Sabías que existe una Bóveda del fin del mundo?

A medio camino entre Noruega y el Polo Norte se encuentra la isla de Spitsbergen y justo entre sus montañas, construyeron una enorme bóveda para resguardar El Banco Mundial de Semillas de Svalbard, que es más conocido como la Bóveda del fin del mundo. Fotos: Crop Trust. 

Este gran proyecto fue inaugurado en 2008, por lo tanto está cumpliendo 15 años desde que realiza la importante labor de resguardar todo tipo de especies de cultivo que servirían como fuente de alimento en el caso de una terrible catástrofe local o mundial.

 

Naciones Unidas por las semillas

 

Noruega

 

La bóveda del fin del mundo está administrada por el Ministerio de Agricultura y Comida de Noruega, el Centro Nórdico de Recursos Genéticos (NordGen)  y la Organización Internacional Crop Trust.

La mayoría de los países del mundo se sumaron a la iniciativa de la Bóveda del fin del mundo. Incluso países como Corea del Norte depositaron sus recursos vegetales más valorados.

 

¿Qué hay en su interior?

 

Bóveda fin del mundo

 

Lo que esta bóveda resguarda es más de un millón de muestras de semillas de casi todos los países del mundo. Almacenan alrededor de 500 semillas de cada especie para asegurarse que no escaseen.

En 2022 fue la última vez que se abrió la Bóveda del fin del mundo. Australia, Alemania, Líbano, Sudán, Uganda y Nueva Zelanda depositaron 39 cajas con más de 20 mil muestras de semillas más para agrandar la colección, entre ellas había mijo, sorgo y trigo.

 

El lugar más seguro de la Tierra

 

Bóveda del fin del mundo

 

Las instalaciones de la Bóveda del fin del mundo fueron construidas para sobrevivir durante miles de años y para resistir todo tipo de catátrofes, ya sean provocados por los hombres como la radiación o desastres naturales como actividad volcánica, terremotos y aumento desmedido del nivel del mar.

Para decidir la ubicación de la Bóveda del fin del mundo determinaron cuáles eran los lugares más seguros de la Tierra con base en distintos criterios, por ejemplo: lugares que no estén siendo tan afectados por el cambio climático. Los resultados arrojaron que  Noruega es uno de los lugares más seguros.

El almacén se encuentra a 130 metros sobre el nivel del mar y esta altura fue elegida porque incluso si los polos se derritieran, permanecería seco. La Bóveda del fin del mundo consta de tres cámaras construidas en una montaña de roca sólida y se llega a ellas por un túnel hecho de hormigón impermeable. Además su suelo está permanentemente congelado mediante el sistema permafrost, que en el caso de una falla en la electricidad de la bóveda, el suelo actuará como un refrigerador natural.

 

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La Bóveda del fin del mundo funciona 

 

 

Además de resguardar las semillas por una posible catástrofe, también estas serían útiles en el caso de que una especie de cultivo llegara a extinguirse.

Las especies agrícolas se extinguen comúnmente porque se dejan de cultivar y caen en desuso. Sin embargo, ya se demostró la utilidad de la Bóveda del fin del mundo por un desastre provocado por los hombres. En 2015, 2017 y 2019 se retiraron de la bóveda varias semillas para recuperar diferentes cultivos que resultaron dañados o arrasados por la guerra en Siria. Lo cuál demuestra la eficacia de esta bóveda.

Los expertos han calculado que la Bóveda del fin del mundo agrupa en un mismo espacio más de 30,000 años de agricultura.

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