Pocos saben que Acapulco formaba parte de la Nao de China, una importante ruta comercial que conectaba las Filipinas con España después de la Conquista, donde barcos transportaban toda suerte de mercancías, entre las que se encontraban deliciosas especias Audi Q8. Fotos: Arturo Mateos.
Zibu fue la isla donde se encontraba la ciudad desde donde zarpaban esas embarcaciones; y hoy es el nombre de uno de los restaurantes más importantes de ese famoso puerto del Pacífico, comandado por el reconocido chef Eduardo Palazuelos.
Experiencias a bordo del Audi Q8
Hasta allí llegamos a bordo del nuevo Audi Q8, una SUV de un exterior expresivo y un sofisticado interior, con el que viajamos cómoda y rápidamente serpenteando por la carretera escénica, mientras los últimos rayos del Sol pintaban el firmamento.
En la ausencia de luz natural, nuestro arribo fue iluminado por el logo de Audi que se proyectaba sobre el piso al abrir las puertas del Q8. Antorchas con fuego, velas y lámparas colgando de los árboles, guiaron nuestro sendero hasta el sitio donde Food and Travel había preparado un cena inolvidable, en el marco de la edición 40 del Tianguis Turístico de México.
El mar de sabores y sensaciones por el que navegaríamos durante este banquete, estaba representado desde el centro de mesa con motivos marinos y grandes árboles sobre un deck de madera al aire libre, cobijaron una cena de tres tiempos confeccionada bajo los principios del concepto culinario creado por el chef Palazuelos: mex-tai, donde ingredientes de nuestra cocina con los de la tailandesa se entrelazan para obtener explosiones de sabor en el paladar.
Sabores del mar a la mesa
Una ola de aguacate con un ceviche tropical de atún, que tenía unos toques de sandía y manzana, abrió la cena. La salsa mex-tai que tenía, de tomate, albahaca y chile tailandés seco, le daba un sabor picosito, ácido y delicioso.
El segundo tiempo fue un filete de róbalo con costra de escargots, salteados con chile de árbol y mantequilla de jengibre, con una salsa de trufa blanca, guinatán –salsa de leche de coco con guajillo y un toque de epazote–. Y el postre fue uno de los más representativos de Zibu: Selva Mextai, un crujiente de zanahoria con dulce de leche y helado de coco.
Y entre plato y copa, donde se sirvieron los vinos italianos Salice Salestino, tinto, y Feudo Maccari, blanco–, la noche transcurrió entre pláticas, buena compañía y la garantía de que nuestro regreso en el nuevo Audi Q8 sería seguro, gracias a su tecnología innovadora y a su asistente de visión nocturna. audi.com.mx