A veces resulta complicado imaginar un lugar que incite a la lectura en una ciudad que siempre está en movimiento, sin embargo, es posible encontrar espacios silenciosos y tranquilos para disfrutar de un buen libro. Transportarse a historias fuera de la realidad y vivir mucho más.
Aquí te proponemos algunos sitios que, aunque no seas un apasionado lector, seguro te invitarán a probar este hábito personal, cultural e intelectual.
El Péndulo
El Péndulo ha evolucionado con el paso del tiempo y se ha convertido en un importante centro cultural que, más allá del ámbito literario, integra otras manifestaciones artísticas.
El concepto de “cafrebrería” presente en sus seis sucursales, junto con la arquitectura abierta y luminosa, sillones cómodos y música de fondo. Integrando un ambiente con aroma a café que invita a pasar una tarde diferente. Y no hay que ir preparado, su vasta selección especializada en arte y humanidades, sin duda tendrá algo interesante para todos.
Avenida Mazatlán
Esta avenida, una de las tres que cruzan las colonias Condesa y Roma de norte a sur es sin duda la más bonita, encantada por sus antiguas casonas.
Sus banquitas a los extremos del amplio camellón son ideales para tomar un descanso de la rutina sin ir muy lejos. Al aire libre y disfrutando de la sombra o del clima primaveral y de las letras. Lo importante es encontrar el momento adecuado del día, en que no transiten muchos automóviles.
CENART
El Centro Nacional de las Artes, ubicado en Coyoacán, es un lugar perfecto para cambiar la rutina de la lectura y sumergirse en un oasis artístico.
Desde 1994 ha sido un espacio dedicado a inspirar, con su diseño arquitectónico y su ambiente que envuelve de música, danza y teatro a quien lo visita. Ya sea en su amplio jardín o entre sus pasillos, leer aquí será una experiencia completamente diferente.
Kiosco Morisco
Este símbolo de arquitectura morisca, dentro de la colonia Santa María La Ribera, es una alternativa perfecta para leer un libro al aire libre.
Localizado en el cruce de las calles Dr. Atl y Salvador Díaz Mirón cuenta una historia que data del siglo XIX. Cuando fue diseñado para el Pabellón de México en la Exposición Universal de 1884 en Nueva Orleans. Durante el Porfiriato se instaló en su actual ubicación, en 1972 fue declarado Monumento Artístico de la Nación y hoy es un atractivo para todo aquel que busque pasar un rato tranquilo.
Terraza del Gran Hotel de la Ciudad de México
La ciudad es caótica pero vista desde las alturas parece pasiva y contemplativa, como una novela. Leer una historia de un libro interesante acompañada de exquisitos sabores, y una vista única. Puede ser del Zócalo de la ciudad, del Palacio Nacional, la Catedral y el Palacio de Gobierno, es un plan magnífico para cualquier domingo.
Audiorama de Chapultepec
Este sitio enclavado en el Cerro del Chapulín cerca del Castillo de Chapultepec, es un lugar especial por su ambiente natural. Que combina música primordialmente clásica con la vida vegetal.
Un refugio para los amantes de la lectura. Se dice que el rincón albergaba, en la época prehispánica, una caverna que conducía hacia el Mictlán, el reino de los muertos.