Las Cataratas del Niágara, una de las maravillas naturales más espectaculares del mundo, son una experiencia que despierta los sentidos. Con un caudal de más de 2,800 metros cúbicos por segundo, su poder e inmensidad superan a cascadas tan icónicas como las Victoria y las del Iguazú. Si este destino llama tu atención, esta nota es para ti: te damos la guía definitiva para que lo visites y te cautives con su belleza. Fotos: cortesía.
Desde el lado canadiense, en Niagara Parks, la perspectiva es incomparable con vistas panorámicas, actividades emocionantes y experiencias inmersivas. Desde la adrenalina de un paseo en bote hasta la elegancia de una cena frente a la cascada, existen innumerables formas de disfrutar esta maravilla natural. Aquí te presentamos una guía completa para que descubras qué hacer en las Cataratas del Niágara y aproveches cada instante de tu visita en Canadá.
Las Cataratas del Niágara
Las Cataratas del Niágara son un sistema formado por tres caídas de agua: Horseshoe Falls (la más grande y famosa), American Falls y Bridal Veil Falls.
Ubicada principalmente en el lado canadiense, Horseshoe Falls tiene una altura de 51 metros y un ancho de 790 metros, lo que la convierte en la protagonista de la región. Su forma de herradura, el estruendo ensordecedor de su caída y la constante neblina que genera la proyectan en un espectáculo natural incomparable.
A diferencia de otras cascadas del mundo, el acceso a las Cataratas del Niágara es sencillo y accesible, lo que permite disfrutar múltiples puntos de observación y experiencias emocionantes. Gracias a su proximidad con grandes ciudades como Toronto, esta maravilla natural atrae a millones de visitantes cada año.
Las mejores maneras de ver las Cataratas del Niágara:
Miradores del lado canadiense
Caminar por la Niagara Parkway es una de las mejores maneras de apreciar la grandeza de las cataratas. Los miradores ofrecen vistas frontales y laterales que permiten capturar fotografías espectaculares. Desde estos puntos, se pueden observar de cerca la forma de herradura la Horseshoe Falls y sentir la neblina que se eleva desde el fondo de la caída. No olvides visitarlos al atardecer y por la noche para disfrutar el espectáculo de luces que ilumina las cataratas.
Journey Behind the Falls
Si quieres una experiencia más cercana e inmersiva, el Journey Behind the Falls te lleva a través de túneles que desembocan en una plataforma justo detrás de la cortina de agua. La sensación de escuchar y sentir el rugido de las cataratas mientras te salpica la bruma es inolvidable. Este recorrido tiene una duración de cerca de 30 minutos e incluye acceso a una plataforma de observación a pocos metros de la caída.
Las cataratas por agua y aire
No puedes ir a las Cataratas del Niágara sin subirte a uno de los icónicos botes de Niagara City Cruises que te acercan al pie de la cascada. El recorrido te permitirá sentir la fuerza del agua y vivir la experiencia de estar rodeado por la niebla mientras la cascada ruge sobre ti. Prepárate para salir mojado en una de las actividades más populares para turistas de todas las edades.
A solo unos pasos, WildPlay’s Zipline ofrece una de las experiencias más emocionantes y memorables para los amantes de la aventura. Esta atracción permite a los visitantes deslizarse a gran velocidad a lo largo de una tirolesa de 670 metros, ofreciendo vistas panorámicas únicas de las tres cataratas principales, mientras vas a 70 Km/h por encima del Niágara.
Hilton Niagara Falls Fallsview
El Hilton Niagara Falls Fallsview Hotel ofrece una ubicación privilegiada para admirar las majestuosas Cataratas del Niágara desde la comodidad de sus instalaciones. Situado en el corazón de la zona turística, este hotel ofrece lujo y vistas panorámicas inigualables con opciones gastronómicas como Watermark Fallsview Dining, en el piso 33 del hotel, con vistas de piso a techo de las cataratas. Su menú de tres tiempos permite personalizar la experiencia con opciones como mejillones de la Isla del Príncipe Eduardo al vapor en salsa marinara o un filete de res de 12 onzas.
También en el Hilton, Brasa Brazilian Steakhouse es una churrascaría auténtica con carnes asadas al fuego y cortes ilimitados de res, cerdo, cordero y pollo servidos al estilo gaucho directamente en la mesa. Entre sus especialidades se encuentran el jugoso lomo de res y la piña a la parrilla caramelizada.
Niagara Helicopters
Para los amantes de la aventura, un paseo en helicóptero con Niagara Helicopters es la experiencia definitiva. Desde las alturas, las cataratas se ven aún más impresionantes. Este recorrido de 12 minutos sobrevuela las tres cataratas y el río Niágara, ofreciendo una perspectiva que pocas personas tienen la oportunidad de disfrutar.
Niagara Parks Power Station
La Niagara Parks Power Station no solo es una planta hidroeléctrica histórica sino también una atracción turística fascinante. Comenzó a operar en 1905 y fue una de las primeras en el mundo en utilizar la tecnología de corriente alterna (CA) desarrollada por Nikola Tesla. La estación generó energía eléctrica a partir de la fuerza del agua de las cataratas, revolucionando la forma en que se producía y distribuía la electricidad en América del Norte.
Hoy, puedes realizar un recorrido por la planta y aprender sobre su historia, la ingeniería detrás de su funcionamiento y la importancia de Tesla en su desarrollo. Recorre el túnel de 670 metros que conduce a una plataforma de observación a orillas del río Niágara. Visita la planta por la noche para apreciar el espectáculo de mapping dentro de sus instalaciones.
Cena en Table Rock House Restaurant
Para una experiencia única, cena con vistas a las cataratas en el Table Rock House Restaurant. Este restaurante ofrece un menú gourmet con especialidades locales. El pastel de cangrejo atlántico es uno de los platos más recomendados, pero también puedes disfrutar cortes de carne premium y mariscos frescos a cargo del chef Chris Totah. Reserva por la noche para cenar con la vista de las cataratas iluminadas.
Más allá de las cataratas
Para los amantes de la naturaleza, Niagara Glen Nature Reserve ofrece senderos que te adentran en cañones y bosques frondosos. Podrás caminar junto al Niágara, explorar formaciones rocosas y descubrir la flora y fauna local.
Por otro lado, el Butterfly Conservatory es una experiencia mágica, especialmente para los niños. Este invernadero alberga más de 2,000 especies de mariposas que vuelan libremente por el espacio. Los visitantes pueden caminar entre ellas e incluso permitir que se posen en su ropa.
A solo unos minutos de las cataratas se encuentra la región de Niagara-on-the-Lake, famosa por su producción vinícola. Una visita a Bella Terra Vineyards es obligatoria para los amantes del vino. Aquí podrás recorrer los viñedos, aprender sobre el proceso de producción y participar en una cata que incluye vinos blancos, tintos y, por supuesto, icewine, un vino dulce y exquisito elaborado con uvas congeladas en la vid de manera natural.
La forma más sencilla de llegar a las Cataratas del Niágara es volar desde la Ciudad de México a Toronto con Aeroméxico. El vuelo dura cerca de 4 horas con 40 minutos. Desde el aeropuerto puedes rentar un auto o tomar un autobús que te llevará a las cataratas en 1 hora y 30 minutos.