La pasión por el arte, el gusto por la naturaleza y el compromiso con su equipo, son los pilares que motivan la cocina del chef Alexis Bostelmann.
Posee profundos ojos azules y una cabellera rubia que recuerdan a su padre, el famoso fotógrafo mexicano Enrique Bostelmann, quien le inculcó el gusto por la comida.
Por sus venas corre sangre artística, legado de un ADN dedicado a la exaltación de la belleza y la introspección del ser humano.
Chef Alexis Bostelmann
Su padre lo llevaba a exposiciones de arte, pero lo que más recuerda es cuando lo acompañaba a comer. Así fue como Alexis desarrolló su pasión por la cocina.“Le encantaba la gastronomía y descubrir sabores, porque de alguna forma expresas emociones”.
Conoció desde la cocina india hasta los tacos. De esas experiencias está compuesto lo que él hace. Su profesión la definió aquel momento en el que fue con su madre a una cena en el legendario restaurante Cícero Centenario, en la colonia Juárez.
“Probé dedicarme a la pintura, pero todo empezó en esa cocina —de la que comieron figuras como María Félix y Bono—, hecha por mujeres que hacían recetas tradicionales mexicanas”. A los 18 años trabajó con ellas durante un año.
The Art Institute of Fort Lauderdale
Alexis Bostelmann estudió en The Art Institute of Fort Lauderdale para luego trabajar en Fiesta Americana Cancún y Acapulco con los chefs Michel Beuffe y Regis Lacombe, respectivamente.
Desde 2007, es chef corporativo de Grupo Vidanta y es creador del menú del Cirque du Soleil JOYÀ, en Riviera Maya donde ha logrado transmitir esa pasión artística que posee, aterrizando la inspiración onírica del espectáculo en el platillo: “Fue un reto porque la idea era muy ilusoria, di forma a esa historia en el plato”.
¿Quién está en tu mesa?
Su estilo tiene base en la cocina clásica francesa, aunque aprendió otras técnicas. “No soy experto en cocina molecular o asiática, pero las conozco. Así selecciono a un equipo capaz de manejar cada cocina que opero”.
Guisa con productos de alta calidad, que no van ligados al precio. Define su cocina como natural porque es de ese entorno que se inspira y usa insumos como lima, pulpo de la península de Yucatán, axiote y chiles endémicos como el xcatic y el habanero.
Tesoro maya
El xcatic es un chile endémico de Yucatán, cuyo nombre en maya se escribe y se pronuncia Xkatik, que significa rubio. Se le considera uno de los más representativos de la gastronomía yucateca, ya que con él se preparan numerosas recetas regionales.
Se usa como chile para rellenar (de cochinita pibil o pescado) o en recado negro con otros chiles de la región. Alexis lo utiliza de esta manera y también en escabeches. Se consume fresco, asado, entero y sin pelar. Es de color amarillo pálido, de forma puntiaguda y cónica; mide entre 11 y 12 centímetros de ancho.
Las tierras que se utilizan para este cultivo a nivel nacional son de seis hectáreas y representa apenas el 10% de la producción del famoso chile habanero.