Eduardo Palazuelos, con Guerrero en el corazón

Si hay alguien que conoce este estado del Pacífico, definitivamente es el chef Eduardo Palazuelos, entusiasta de la historia de Acapulco y adicto a las aventuras. Nadie mejor que él para mostrarnos los secretos mejor guardados de este destino a bordo de un Audi RS3. Texto: Cindy Mendoza / Fotos: Roger Rojas. 

Nuestro viaje comienza temprano cuando recogemos en su casa al chef Eduardo Palazuelos, el perfecto embajador de Guerrero: nacido en Acapulco, heredero de los sabores de la gran Susana Palazuelos, chef propietario de Mar del Zur en la Ciudad de México y de Zibu en Acapulco.

“Van a ver, les tengo una agenda increíble, quiero que se lleven un retrato de cuerpo completo de Guerrero”, nos dice Eduardo. Su abuelo, conocido como el Tigre Palazuelos, fue un abogado feroz que llegó a Acapulco en 1928. A partir de ese momento estableció su estirpe en este puerto paradisiaco, testigo de glorias y momentos decisivos para la historia de México.

Taxco, Pueblo Mágico

La primera parada es en Taxco, Pueblo Mágico, cuna de la tradición platera y hogar de la iglesia de Santa Prisca, pero pasamos directo a De Cantera y Plata, que, según el chef, es uno de los mejores hoteles boutique de la zona. Llegar aquí no parece sencillo a la vista: las subidas son prolongadas y pareciera que escalamos el cerro para ganarnos el privilegio del paisaje.

Cuando llegamos, descubrimos que Eduardo no mentía: desde la Vista Suite, la mejor habitación del hotel, se aprecia una panorámica de casi 300 grados. ¿Quién despertaría de malas así?

Continuamos nuestro camino hasta llegar a Chilpancingo, lugar de nuestra primera parada gastronómica y al que llegamos hambrientos. Mientras nos dirigimos hacia allá, Eduardo nos comparte uno de sus mandamientos foodies:

“No me importa si es un fine dining o un puesto en la calle; lo que me interesa es comer rico”. Y sí, Tecuán, un restaurante de aire campirano a la orilla de la carretera, cumple perfectamente con la regla.

Eduardo Palazuelos

 

Eduardo nos cuenta que en Guerrero es una tradición que los jueves se cocine pozole verde, pero Tecuán se distingue por consentir al viajero y romper con la regla: en este lugar los 365 días del año encontrarás un plato humeante de pozole.

Para nuestra sorpresa, el sonriente Alberto Morlet, propietario del restaurante, nos espera con una mesa que no estábamos preparados para ver: pozole blanco, rojo y verde (el tradicional del estado) pasando por el delicioso mole rojo, el adobo con carne de puerco, las chilapitas con chorizo, los chiles rellenos de picadillo y las manitas de cerdo. Sin duda, cada uno de estos manjares vale una parada en Chilpancingo para deleitarse con su sazón.

El Acapulco Rock aquí

El primer día en Acapulco empieza con desayuno en el mercado. Curiosamente no es un sitio al que el turismo llegue, pero el chef, conocedor de los secretos mejor guardados del puerto, nos guía a un local en específico. “Van a ver, estas tortas son de lo mejor de aquí”, nos dice con la sonrisa del que está a punto de mostrar algo muy preciado. De repente, paramos en un puesto que a la vista dice: tortas de relleno. “¿Pero relleno de qué?”, pregunto a Eduardo. Resulta que estas tortas están hechas con bolillo horneado con leña y un relleno de cerdo mezclado con otros ingredientes deliciosos como plátano macho, papa, cebolla y, sobre todo, condimentos como clavo, pimienta negra y tomillo, que le dan ese sabor mestizo característico.

Eduardo Palazuelos

Con torta en mano, el chef dirige la expedición a Pie de la Cuesta, hogar de la laguna de Coyuca, los atardeceres más bellos y, por supuesto, el pescado a la talla.

Hacemos parada en Tres Marías, un restaurante y club de esquí acuático en el que el chef Palazuelos parece ser muy conocido. Al abordar la lancha rápida, descubrimos que a Eduardo no sólo le apasiona la cocina, sino que también tiene una gran afición por los deportes acuáticos, pues, además de practicar esquí, nos da una demostración de cómo se surfea en la laguna, gracias a las olas que forma la lancha. ¿Quién dijo que sólo se podía surfear en el mar?

Después de la brillante demostración, llegamos con doña Mary, dueña de la única enramada de Isla Montosa, que nos prepara unos sopecitos fritos y un pescado tan fresco que en la mañana nadaba en el mar. Mientras esperamos el platillo final, el aroma a coco revela su secreto, ya que cocinan sobre planchas de barro y carbón de este fruto tropical, que ellos mismos elaboran. La sazón en ambos platillos es memorable; mientras los degustamos, nuestra anfitriona nos cuenta la historia de la Isla Montosa. Se remonta varias décadas atrás, cuando un señor llamado Pío Quinto llegó a poblarla junto con sus siete esposas, con las que tuvo 20 hijos, por lo que todos los habitantes del sitio son sus descendientes.

 

Eduardo Palazuelos

 

Más tarde, en Zibu descubrimos que Eduardo es un apasionado de la historia del puerto, y esto claramente se ve reflejado en su cocina. Nos cuenta que gracias a los aportes del Galeón de Manila —también conocido como la Nao de China, el barco que en su ruta al Nuevo Mundo hacía escala en Acapulco proveniente de Filipinas— México se abrió a los sabores de las especias de Oriente, mismos que han influenciado la cocina del chef. No es una coincidencia que su amor por la cocina del sudeste asiático esté presente de forma clara en la carta de Zibu, como en la sopa de coco tierno con pequeños trozos de fruta que encantan el paladar, o la ensalada thai con camarón tempura que combina perfectamente los sabores de Asia y México en un mismo plato.

Al otro día, Eduardo va fascinado a bordo del Audi RS3 cuando nos encaminamos hacia Playa Ventura, un destino semivirgen ubicado en la Costa Chica. Mientras, avanzamos por la autopista al ritmo de Pink Floyd, uno de los grupos favoritos del chef. Al llegar a Mesón Casa de Piedra vemos por qué es uno de sus consentidos: todo en este lugar inspira tranquilidad y sabor a trópico, desde los periquitos que dan la bienvenida posándose en los hombros del chef, hasta los dueños, Antonio y Radka, él mexicano y ella nacida en la República Checa.

Éste bien puede ser un hotel-destino del que no querrás salir, ya que prácticamente se siente como un hogar. Además, la comida de Antonio y Radka es la mezcla perfecta de ambas culturas en un solo platillo. Sus creaciones hacen sabores memorables: huachinango fresco en el que se funden el epazote, la semilla de alcaravea y el jengibre.

Tristemente tuvimos que dejar la Casa de Piedra para regresar a nuestra jungla de asfalto, pero mientras desandábamos el trayecto recorrido, comprendimos que Eduardo Palazuelos no solo nos guió por su estado, sino que nos compartió un pedazo de la esencia que lo ha forjado.

 

 

Dónde quedarse 

De Cantera y Plata Hotel Boutique Este hotel tiene una de las mejores vistas. Cuenta con servicio del restaurante 925 que, combinado con la vista, lo hace un punto obligado para aquellos que quieren un momento mágico. decanterayplata.com

Vayma Hotel Beach and Club Cuenta con 25 suites, restaurante y un club de playa en el que podrás descansar sin que nada te perturbe. Cruzando la carretera se encuentra la laguna de Coyuca, y una oferta variada de restaurantes. vayma.com.mx/

Mesón Casa de Piedra Este lugar enclavado a la orilla de la playa tiene nueve habitaciones de las cuales, la llamada El Cielo es la más pedida gracias a su maravillosa vista completa del amanecer y atardecer. Ya que Playa Ventura es una playa virgen, podrás disfrutar del sonido de las olas. playaventura.mx

 

Dónde comer 

Tecuán En su menú compuesto de recetas tradicionales guerrerenses, destaca el pozole verde y el mezcal de la zona con el que, por supuesto, debes maridarlo. Carretera México Acapulco 268, Tatagildo, Chilpancingo, Guerrero.

100% Natural Esta franquicia nacida en Acapulco, se ha convertido en una de las referencia más claras del puerto. “Cuando abrieron este lugar se volvió popular inmediatamente porque es algo que la gente busca: estar a la orilla del mar, tener comida rica y sobre todo saludable”. Costera Miguel Alemán s/n, Centro Acapulco, Guerrero.

Café Wadi Más de 50 años ofreciendo café de Guerrero con la tradición árabe, gracias a su fundador Wadi Guraieb. Francisco Javier Mina s/n, Centro.

 

Tres Marías En este sitio encontrarás no sólo comida deliciosa como el pollo a las brasas o el increíble pescado a la talla; también podrás contratar lanchas rápidas. Av. Fuerza Aérea Mexicana 375, Pie de la Cuesta.

Zibu Disfruta de lo que el chef Palazuelos denomina como cocina Mex-Thai, en el que fusiona los ingredientes locales con recetas tailandesas. No te pierdas el pescado en adobo con juliana de mango con nuez de la India. zibu.com.mx