Cubo: experiencias gastro-endémicas del bosque a tu mesa

Cubo ofrece maravillosas experiencias gastronómicas en los bosques del Estado de México, donde podrás recolectar hongos silvestres y luego cocinarlos a las brasas bajo la supervisión de un chef experto. Te contamos cómo la puedes vivir. Fotos: Mariana Mendoza / Cortesía. 

 

 

El ambiente propicio

 

Unos altísimos árboles de oyamel nos reciben en el poblado de Santa Ana Jilotzingo, en el Estado de México. Como es temporada de lluvias, el suelo es resbaloso y hay que tener cuidado a la hora de pisar. Estamos por comenzar una caminata hacia Cubo, una construcción que, como su nombre lo indica, tiene la forma de esa figura geométrica.

Fue construida hace 25 años por el arquitecto Walter Lingard como una casa de retiro, pero la vida lo llevó por otros rumbos, así que la puso a la venta. Hace ocho años, Roberto Lingar decidió comprarla y su sueño fue involucrarse con las actividades de la comunidad para apoyarles de alguna manera.

 

 

Una de éstas es la recolección de hongos silvestres. Los compraba al triple de su precio y luego él se encargaba de vendérselos a restaurantes de la talla de Pujol, Quintonil, Nicos y El Chapulín. Después, diferentes chefs desearon vivir la experiencia de recolectar los hongos y luego cocinarlos en casa de Roberto. Así es como en abril de 2019 surgió la idea de ofrecer experiencias gastro-endémicas abiertas al público, para que cualquiera pueda vivir la generosidad de esta tierra.

 

 

Caminata en el bosque

 

La experiencia de Cubo inicia desde que te bajas de tu vehículo y caminas para adentrarte en el bosque. El edificio se observa a lo lejos, rodeado de pinos y olor a tierra mojada. Al llegar se ofrece un pequeño desayuno con fruta y café y después comienza la caminata al interior del bosque. Roberto explica que han identificado 300 especies de hongos, de los cuales 20 son comestibles ninguno es venenoso al tacto. Hay que cortarlos del tallo, es decir, sin arrancar las raíces, para que vuelvan a crecer. La temporada de lluvias va de junio a mediados de septiembre.

 

 

Hongos de diferentes tamaños, colores y formas van pareciendo en el camino, algunos solos, otros agrupados. Roberto nos va guiando e informando sobre cuáles no conviene recoger porque son alucinógenos y pueden provocar hasta la muerte.

 

 

Listos para disfrutarlos

 

De regreso a Cubo, nos espera el fuego encendido en un asador rústico. Carlos Téllez, el chef de casa,  quien ya está preparando algunos de los ingredientes que cocinará con lo que recolectamos. Mientras tanto, Roberto nos explica que no todos los hongos nos funcionarán para cocinar, ya que algunos tienen un sabor algo amargo. Los  fueron los que mayormente recogimos; son de los primeros en salir y los que duran toda la temporada.

 

 

Así, sobre una mesa rústica de madera se van colocando los diferentes platos: un cremoso jocoque hecho en casa con vegetales y hongos a las brasas; un puré de papa con hongos, aceite de cebolla y espinaca baby, y un sándwich de hongos, tocino y cebolla caramelizada.

Si quieres vivir estas experiencias, el único canal de ventas de Cubo es a través de su perfil de Instagram: cubo.mx, donde se publica mes con mes sus eventos abiertos al o se pueden hacer reservas para grupos privados de 10 a 25 personas. Desde $2,200 por persona.

 

 

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