Imagina un antiguo rancho ganadero fundado en la década de los 90 del siglo XVI, justo en la transición de la época prehispánica y la Conquista; puedes ver su esplendor y la magnificencia de sus edificios, el bullicio de su gente y el tremor de las cabezas de ganado en un solo cuerpo que se mueve al ritmo de cientos de patas. Luego observas en tu mente un saqueo de piratas, del cual la finca se recupera con tesón; ahora sabes que se llama Hacienda Uayamón, una de las más importantes de Campeche.
Miras el levantamiento armado de 1911 y escuchas los estruendos de un bombardeo al que es sometida, y te entristece su decadencia posterior. Pero un suspiro se desprende de tu pecho cuando, por fin y en la realidad, caminas por el sendero flanqueado por pequeñas flores y ves a la izquierda una floreciente y gozosa ceiba que te recuerda el significado de Uayamón: Lugar donde desciende el espíritu. Ahora, con una emoción serena, subes las escalinatas que te conducen a la puerta de una experiencia de hospedaje encantadora, literalmente.
A la entrada de tu suite, miras el alto contraste de los mosaicos del piso que combinan con los tonos amarillos de las paredes interiores, que a su vez hacen un equilibrio de época con algunas de los muros exteriores, con los colores y las texturas originales.
Todas las suites, te enteras después, se ubican en las antiguas casas de los empleados de confianza de la hacienda. La riqueza arquitectónica y artística del lugar se hace evidente.
Ya dentro del inmueble, tu concierge acomoda tu maleta en su lugar; respiras profundamente, recorres cada rincón de tu suite y no te quedas con la duda: la vegetación selvática de la hacienda te guiña el ojo cuando abres las ventanas. Y entonces confirmas que estás en el lugar más indicado…
Para llegar, recorriste dos horas y media desde el Aeropuerto Internacional de Mérida; por eso te recuestas en las más que cómodas camas, posas tu cabeza en la almohada de plumas de ganso y, entre tanto goce sutil, recuerdas a tu novia y tu decisión de unir tu historia con la de ella. Hacienda Uayamón es ideal para bodas y cenas románticas.
Alejado del estrés, en plena energía maya —¡por eso el nombre del hotel!, piensas— rodeado por la selva, puedes iniciar una vida en común con una experiencia relajante e inolvidable.
Celebra tu ceremonia en Hacienda Uayamón
Puedes celebrar tu ceremonia en una capilla en ruinas, degustar una cena previa en una terraza con vista a la selva y vivir esa noche de bodas en una habitación con más de 350 años de antigüedad. El banquete, hasta para 700 personas, lo confecciona uno de los chefs de la hacienda, y se realiza en el jardín principal, a un costado de la ceiba que viste la entrada.
Ahora sientes un renovado amor por ella. Y antes de hacer los planes para pedir su mano a tu regreso, vuelves a tu cuarto y cierras la puerta con algo en mente… Habitación doble desde $226 USD. haciendauayamon.com