Ciudades tan singulares como Tokio, Kioto, Nara, Nikko, Yokohama, Hakone o Kamakura convierten a Japón en el lugar perfecto para que cualquier viajero reviva antiguas tradiciones sin dejar de lado la modernidad tecnológica, que imperan en el Imperio del Sol Naciente.
Food and Travel México pudo vivir la experiencia de descubrir durante 15 días algunos de los rincones más exquisitos del país, conocer espectaculares templos budistas y disfrutar de su rica y variada gastronomía.
El Castillo Nijō es una de las joyas arquitectónicas imprescindibles de Kioto, con sus 275 mil metros cuadrados por descubrir.
La tempura es un platillo delicioso que suele acompañarse con sopa Miso. Restaurante del Onsen Tenzan, Hakone.
Daibutsu, el Gran Buda de bronce en Kamakura, deja perplejo a cualquier visitante, pues es la segunda imagen de El Iluminado en meditación más grande de Japón
Estos pequeños tablones de madera reciben el nombre de ema (絵馬) y en éstos se escriben las plegarias y deseos para que los dioses sintoístas los cumplan
Barriles de sake envuelto en paja dentro del parque Yoyogi, cerca del santuario Meiji, en Tokio.
El ramen es uno de los platillos japoneses más famosos en nuestros días y el que más se ha exportado fuera del país. Deliciosa preparación de fideos en la cual se mezcla una gran cantidad de ingredientes.
El templo Hokokuji en Kamakura posee un maravilloso bosque de bambú como ningún otro en Japón.
Las pequeñas estatuas de Jizo se encuentran en los templos budistas y cuidan las almas de los bebés que nunca nacieron o de niños que perecieron a edades tempranas.
En los templos budistas japoneses siempre hay dos Niō a la entrada. Éstas musculosas deidades son las encargadas de proteger a Buda.
La ceremonia del té verde japonés es un ritual que requiere años de práctica y aprendizaje.
Por todo Japón encontrarás estas divertidas máquinas expendedoras de bebidas. Jamás pasarás sed en ese país.
El templo Sensoji, en Tokio, es una parada obligatoria para cualquier viajero. No sólo porque es el más antiguo de la ciudad, sino porque su puerta exterior Kaminarimon (Puerta del Trueno) es un emblema nacional.
Gran parte de la comida japonesa busca ser atractiva a los ojos, y cuando esta tiene características tiernas, los japoneses suelen referirse a ella como kawaii, que significa tierno o lindo en japonés, y en ésta los osos y los gatos imperan.
El puente sagrado Shin-kyo, en Nikkō, es uno de los tesoros arquitectónicos de Japón.
No todo es pescado fresco en Japón. El arroz, las verduras y las sopas son una verdadera delicia de la gastronomía nipona.
Antes de adentrarnos en un santuario sintoísta, debemos purificarnos con el agua fresca de las fuentes que se encuentran siempre a la entrada. Para ello debemos lavarnos manos y boca.
Los dulces japoneses inundan el país. Si bien poseen un sabor diferente a lo que estamos acostumbrados, es una experiencia más que enriquecerá nuestro paladar.
Nō, kabuki y bunraku son los tres tipos de teatro más tradicionales en Japón. El kabuki es el más famoso fuera del país y significa “el arte de cantar y bailar”.
En Nara uno puede convivir en las calles con los venados que se encuentran en total libertad. La experiencia de alimentarlos es inolvidable.
El templo Tōdai-ji, en Nara, es la construcción de madera más grande del mundo. En su interior se encuentra un Buda de bronce de 16 metros de altura.
El gato es el animal de compañía preferido de los japoneses. Se cree que los monjes budistas fueron los primeros en acogerlos.
El templo zen Kinkakuji (金閣寺) es uno de los lugares más famosos de Kioto. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, las dos plantas superiores del templo están recubiertas de oro.
En una cena donde maridamos Nami Sake, con deliciosas creaciones de la chef Elena Reygadas, conocimos el nuevo diseño de las etiquetas de esta bebida, que une la tradición japonesa con el corazón mexicano.