Hace casi nueve años, en el corazón del Centro Histórico de Ciudad de México, nació Pixza, una plataforma de empoderamiento social, disfrazada de pizzería. Eso sí, una muy especial pues sus pizzas están hechas a base de maíz azul. Platicamos con Alejandro Souza, uno de sus fundadores, quien además de antojarnos con esos sabores totalmente mexas, nos comparte cómo surge la idea de, a través de un espacio gastronómico, impulsar la transformación social. ¡Te contamos! Fotos: Cortesía.
Pixza, la pizzería más mexicana
La loca idea de crear una pizza a base de maíz azul brotó de la nada en un bar de Nueva York, entre amigos, y se convirtió no solo en una realidad, sino en la primera pizza elaborada con este ingrediente. Sin duda, Pixza, vino a revolucionar ese típico platillo italiano y le regaló al mundo la única pizza hecha con productos y sabores 100% mexicanos.
Aquí, aquella salsa de tomate que es la base tradicional de la pizza es sustituida por «chitomate», una salsa de jitomate con chipotle, hoja santa y especias. O por la negra, de frijol ligeramente sazonada con chile habanero. El mozzarella es reemplazado por una mezcla de queso manchego y Oaxaca, y las carnes frías se suplen por esquites con todo y mayonesa, chapulines, huitlacoche, rajas poblanas y hasta mole con pollo.
En total, Pixza ofrece 11 opciones en la pizzería, incluyendo alternativas veganas. Todas se caracterizan por su originalidad y su sazón casero. No dejes de probar la Chayito con chapulines oaxaqueños remojados en sal y limón, o la Romántica, que es de cochinita pibil con cebolla morada y un toque de habanero.
Pero Pixza, no solo conquista paladares con su rica creatividad, también corazones, ya que únicamente emplea a jóvenes con un perfil de abandono social y, además, los apoya en sus proyectos de vida.
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Rebanadas que alimentan el alma
La parte social de Pixza, también se forjó en Nueva York, cuando Souza tuvo una plática con Joe, una persona en situación de abandono. Esa historia le cambió la vida y, entonces, entendió que aquella pizzería que ya imaginaba en su cabeza también sería un lugar para todas esas personas que solo necesitan una oportunidad para demostrar que pueden hacer cosas increíbles.
En México, el 70% de la población vive en un perfil de abandono social, es decir, que no tiene acceso a algún tipo de necesidad básica, como sustento alimenticio o un hogar. Y solo 30% de ese 70% logra tener movilidad social a lo largo de su vida, es decir, puede salir de ese estado socioeconómico y vivir o morir en uno mejor.
Este problema afecta principalmente a la juventud y, para Pixza, esos jóvenes vulnerables necesitan tres cosas para que nuevamente crean en sus sueños: ilusión, empoderamiento y trabajo. Y esa, es el alma social de esta pizzería.
La Ruta del Cambio
Con esa empatía hacia los jóvenes, la idea de Pixza como pizzería surgió junto con La Ruta del Cambio. Se trata de un proceso por el que pasan jóvenes de entre 17 y 35 años para ayudarles a transformar su vida, a través de programas de formación como finanzas personales, programación, diseño, edición de contenido audiovisual, entre otros.
A lo largo de su historia, Pixza ha empleado a más de 85 jóvenes en la pizzería y trabaja con más de 35 organizaciones aliadas. Con su innovador modelo de negocio y original producto, ha revolucionado la forma en que se comercializa y se consume la pizza. Si quieres conocer más sobre esta plataforma social oculta en una pizzería, visita su sitio web y escápate a probar sus creaciones, ya sea en Bolívar 8, Centro Histórico, o en Córdoba 234, Roma Norte. Cheque promedio: desde $100 las pizzas individuales. IG: @pixza.mx