Sarapiquí, en la provincia de Heredia, siempre bañado por el río del mismo nombre, convoca a explorar su riqueza, ya sea que lo hagas a través de sus caudales a toda velocidad, explorando sus parajes de donde brotan todo tipo de frutos o involucrándote en proyectos en beneficio de su flora y fauna. Descubre cinco experiencias para conocer el rostro más auténtico de este paraíso en Costa Rica. Fotos: Aggi Garduño
5 experiencias imperdibles en Sarapiquí
Síguele la corriente al río Sarapiquí
En la cordillera Volcánica Central nace el río Sarapiquí, uno de los caudales más representativos de Costa Rica por la exuberancia de flora y fauna que lo habitan, así como por ser escenario de diversas actividades que ponen aprueba todos los sentidos.
Y es que los 85 kilómetros del Sarapiquí se recorren a diferentes ritmos, pues su caudal es perfecto para observar la naturaleza, pero también para experimentar cierta dosis de adrenalina con sus actividades como rappel, tirolesa, tubbing, cabalgatas y rápidos hasta clase IV (la clase más alta para turistas), que hacen gritar de emoción y nervios.
Aguas Bravas, un operador turístico especializado en actividades recreativas y educativas en armonía con el medio ambiente, ofrece recorridos que combinan tramos cargados de diversión y adrenalina con rápidos clase II y III como el Roller Coaster, Superman y AirForce, así como en trayectos llenos de calma donde los habitantes de la selva tropical que lo bordea parecen dar la bienvenida.
Aguas Bravas cuenta con salidas diarias de sus tours de ecorafting a las 9:30 y 13:30 horas. También hay paseos solo para observación de flora y fauna, así como tours de rafting para los más experimentados. Costo por persona: $25 dólares. aguasbravascr.com
Entre piñas, palmitos y cañas
La Finca Ecoorgánica Sarapiquí fue fundada a orillas del Río por la familia Carvajal, dedicada a llenar de piñas, cañas, banano, pimienta, palmitos, cacao, café y hasta vainilla las montañas cercanas a este caudal.
Josué Carvajal, miembro de la tercera generación encargada de cultivar estas tierras, será tu guía a través de las plantaciones de la finca, así como tu anfitrión a la hora de degustar las piñas orgánicas que aquí producen. El tour también muestra los procesos de elaboración del café, el cacao y la tapa dulce, conocida en México como piloncillo.
Tras tostar café, moler cacao y exprimir caña de azúcar, llega el momento de disfrutar, desde el comedor familiar, la vista del río y las montañas cubiertas de neblina, así como de compartir una comida típica costarricense con ingredientes recién recolectados de su huerta orgánica.
El misterioso mundo de las hormigas
En el Centro de Visitantes Aguas Bravas se ubica Hormigas Town, un proyecto liderado por Leo Herra, experto entomólogo que revela algunos de los secretos que guardan las hormigas cortadoras de hojas bajo la tierra en Sarapiquí.
Aquí se ofrece un tour guiado por Leo para conocer el fascinante trabajo que realizan estas hormigas también conocidas como zompopas, al mismo tiempo que se aprende todo acerca de su organización ecosocial. Además de verlas cortando hojas y transportándolas sin cesar, el recorrido permite entender el rol que juega cada hormiga dependiendo de su tamaño y complexión. Al final es posible apreciar para qué emplean las hojitas que cortan: su función es ayudar en el cultivo de un hongo del cual se alimenta toda la colonia. Costo: $15 dólares. IG: hormigas_town
¿Alojamiento para murciélagos?
También en el Centro de Visitantes Aguas Bravas está el Hotel de Murciélagos, otro proyecto responsable que, de la mano de Henry Alfaro, busca contribuir con el cuidado de la biodiversidad de Sarapiquí.
Este proyecto de conservación de murciélagos muestra cómo es posible vivir en armonía con ellos, sin embargo, también apoya a las familias de las localidades cercanas rescatando a aquellos animales que, por las condiciones de las viviendas, se instalan en marcos y closets de madera. Henry y su equipo monitorean y reubican a estos mamíferos voladores en el hotel. Costo: $15 dólares. IG: bat_henry_
Refugio de aves y de viajeros
Arropada por la espesa vegetación, y armonizada por el caudal del río Sardinal, La Quinta Sarapiquí Lodge, el primer alojamiento sostenible de Costa Rica, es más que un hotel de ensueño: se trata de un oasis de paz que invita a adentrarse en la riqueza de la flora y fauna nativas.
Desde su apertura en 1993, este lugar que originalmente era una finca ganadera, casi sin árboles y vegetación, ha pasado por una cuidadosa planificación y reforestación, permitiéndole a la naturaleza recuperarse. Gracias a eso, desde cualquier rincón del lodge se pueden observar fácilmente ranas, monos y un montón de aves, incluso desde la terraza de la habitación. Todas las mañanas, los colaboradores del lodge colocan fruta recién cortada en los bebederos para atraer a decenas de aves, lo que convierte el momento en toda una experiencia llena de colores y cantos. Habitaciones: Desde $135 dólares la noche. laquintacostarica.com
¿Qué te parecería vivir todas estas experiencias en Sarapiquí? Para obtener más información e inspiración para hacer tu viaje soñado a Costa Rica, visita su sitio web oficial.
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