Regresando al origen, el enólogo Alberto Verdeja, ha iniciado una nueva etapa en la producción vinícola de Bodegas Domecq al incursionar en la creación del primer vino elaborado en vasijas de barro. Platicamos con este experto en la ciencia del vino para conocer más de esta nueva etiqueta nombrada Vasija. Fotos: Cortesía / Adobe Stock.
Nacer de la curiosidad
En 1945, la familia Domecq arribó a México, entre sus pertenencias, llegaron vasijas desde La Mancha, España, las cuales tienen origen en el siglo XVI. Estas reliquias han formado parte del museo de la bodega, en su hogar en Valle de Guadalupe. Alberto Verdeja, enólogo de la casa desde hace más de dos décadas, decidió saciar su sed de curiosidad cuatro años atrás, quien tomó unas de las vasijas y en secreto decidió llevarlas a un rincón de la bodega. Al descubrir sus características, decidió experimentar con una vinificación artesanal.
Los desafíos
Fue así como nació Vasija, y de acuerdo con Alberto Verdeja, esta etiqueta única en México trajo consigo retos que fueron sobrellevados junto a las tecnologías con las que cuentan en Casa Pedro Domecq, las cuales fueron grandes aliadas en el proceso. “Una ventaja fue la porosidad de las vasijas, las cuales dejan incorporar oxígeno, sin embargo, puede llegar un momento donde se oxigene demasiado el vino, por eso probarlo mañana, tarde y noche fue parte de la experiencia y de ir ganando pericia”, comenta.
“Por otro lado, es entender cómo se comportaba cada variedad dependiendo la vasija, puse tres vasijas en experimentación de las 10 que tenemos, a pesar de colocar la misma variedad, el resultado a nivel de gusto era distinto, entender esas variables era lo más difícil”, nos comparte Alberto, quien menciona fue entendiendo el vino conforme maduraba en la vasija. El resultado: un cabernet sauvignon con seis meses de añejamiento en vasija junto a otros cinco meses en barrica de roble francés.
Pioneros en México
“Aquí la peculiaridad es que nadie tiene en su poder en México vasijas tan antiguas, fue sacar una pieza de museo y echarla a andar, pero con una visión tecnológica distinta a la que era utilizada hace cientos de años”, nos explica. Además de ser elaboradas en vasijas antiquísimas, la uva para esta etiqueta fue elegida a mano entre vides de 50 años de antigüedad, por lo que se tiene embotellada la expresión más pura el terroir de Valle de Guadalupe.
“En el vino de vasija vas a encontrar frutas muy concentradas y aromas jugando competencia para ver quien brilla más, los bloques aromáticos son muy complicados porque hay partes especiadas. En boca ganas vinos potentes y en vista colores brillantes. Son unas joyas, tanto es así, que hoy estoy experimentando en otras variedades a la par de las siguientes vasijas, son ediciones muy limitadas, pues solo consigo 300 botellas de cada una de las tres vasijas”, añade Alberto.
Lo que encontrarás
Para que disfrutes al máximo este nuevo vino, Alberto Verdeja nos compartió las notas de cata de Vasija. “Vas a encontrar los bloques aromáticos especiados: canela, clavo de olor, laurel, comino; notas con añejamiento; se siente la madera y notas de chocolate, ahumado, tostado; junto a frutos rojos no muy maduros, fresa, frambuesa y un pequeño costado cítrico como mandarina o lima”, explica.
Esta etiqueta cuenta con un maridaje clásico, ideal para cortes y pato. Puedes acompañarlo con cocina mexicana, en la que un mole verde sería el ideal, también puedes experimentar con un chile en nogada.
Próximamente, podrás disfrutar de esta etiqueta única en restaurantes exclusivos de Ciudad de México. Costo: $3,000 en shop.pedrodomecq.com
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