La riqueza gastronómica de México no sería lo mismo sin la aportación de Michoacán, fundamental para su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Platicamos con 6 cocineras tradicionales que se presentaron en el Festival de la Gastronomía Michoacana 2019 y nos dieron cucharadas de una herencia llena de sabor. Fotos: Arturo Mateos.
Alicia Mateo
En su comunidad, es una de las pocas mujeres de su generación que tuvo la fortuna de estudiar, esto fue gracias a que obtuvo una beca para la licenciatura en Trabajo Social. Actualmente es profesora de asignatura de lengua purépecha en Tarecuato, en Tangamandapio; al igual que cocina diariamente con las enseñanzas de sus antepasados, como lo hace desde los 12 años.
Su sencillez no le permite perder la conexión que tiene con el campo, porque eso es realmente lo que le apasiona y la llena de orgullo: “En mi comunidad todas somos cocineras tradicionales, porque en cada familia y en cada barrio hacemos la labor de cuidar nuestro patrimonio”. Su especialidad es un platillo de cuaresma: raíz de chayote, un tubérculo guisado que se acompaña con quelites. Contacto: 44 3161 4237.
Juana Bravo Lázaro
Su abuela le enseñó a cocinar desde pequeña, ella es purépecha y prepara recetas que llevan en su familia más de cinco generaciones. Su especialidad son los churipos y las corundas, que no duda en compartir con los demás para que la recuerden por ello.
Fue una de las pioneras en el rescate de las tradiciones michoacanas y éste ha sido un camino gratificante: “Yo no hablaba español y era muy difícil para mí. Primero hice esto por la necesidad y ahora me doy cuenta que en realidad no es por eso, es porque hay ganas de trabajar y conocer más gente, porque me hace feliz compartir y cocinar”. Dónde: Av. Paricutín 69, Barrio de San Juan, Angahuan. Teléfono: 45 2153 1434.
Catalina García Vargas
Considera que ser una cocinera tradicional va de la mano con utilizar los elementos que hay en su alrededor. Por ello, emplea todos los días los elementos que le ofrece Zirahuén (en el municipio de Salvador Escalante), principalmente el pescado blanco, que prepara rebozado y lo acompaña con ensalada, guacamole y arroz.
Catalina ve la vida con alegría y nunca separada de la comida: “Oficialmente comencé a cocinar a los 9 años, pero jugaba a la comidita desde que tengo uso de razón. Mi mamá preparaba alimentos en el fogón y mis hermanos y yo la veíamos desde el ecuaro -traspatio de la casa-, donde simulábamos lo que ella hacía”. Dónde: Muelle general s/n, Col. Zirahuén. Teléfono: 43 4119 7635.
Yunuen Velázquez
Es la segunda de cuatro hijas de una cocinera tradicional, por lo que no fue raro que adquiriera de ella su pasión por la comida desde temprana edad. Originaria de Apatzingán, define su región como deliciosa: “Me sabe a todo: a morisqueta, tacos, enchiladas, aporreadillo y al aroma de las frutas, sobre todo de los limones jugosos”.
Yunuén agrega toques de frescura a sus recetas y rescata platillos de antaño, como las toqueras, una preparación de elote tierno desgranado, envuelto en hojas de maíz y que va al comal. Así, transmite diariamente el amor que le tiene a su región de origen y lo plasma en su cocina, ubicada en Pátzcuaro. Dónde: Árciga #18, Col. Centro. Teléfono: 43 4117 7577.
Adelaida Huerta Solís
“A los 6 años empecé a hacer la lumbre, fue lo primero que me enseñaron mi abuelita y mi mamá; también a barrer la cocina, lavar los trastes y pelar el nixtamal. Es lo que nos decían que una mujer debe aprender para poder hacer la comida”, nos dijo Adelaida mientras recordaba sus inicios como cocinera, hoy reconocida más allá de su comunidad.
Desde Santo Tomás, municipio de Chilchota, esta cocinera tiene como especialidad las gorditas y los quelites, este último es un platillo que se consume desde tiempos prehispánicos, pero se relacionó con costumbres religiosas debido a la disponibilidad del ingrediente en tiempos de cuaresma. Dónde: Gral. Vicente Guerrero 93, Col. Santo Tomás. Teléfono: 35 1159 9764.
Josefina Guillén Tapia
Desde pequeña le ayudaba a su mamá con la comida, tal y como cuenta: “Me gustaba ver cómo hacían las cosas en la cocina y después se me grabaron los ingredientes que utilizaba, así fue como aprendí a hacer mi platillo favorito, los chiles capones”.
En el Encuentro de Cocineras Tradicionales lleva 6 ediciones participando y su rostro se ilumina cuando alguien le pregunta por sus deliciosas preparaciones, características del municipio de Charo. Tiene 89 años y su vida la ha dedicado a compartir sus saberes gastronómicos… y lo seguirá haciendo: “Voy a seguir cocinando mientras pueda”, nos dijo. gastronomiamichoacana.com