Esta indulgencia de macarrones con colores brillantes y textura crujiente y cremosa, es uno de los postres insignia de la cocina francesa. Sin embargo, su origen se remonta a Venecia durante el Renacimiento, cuando Catalina de Medici se los llevó a Francia, luego de casarse con el rey Enrique II.
Macarrones
En aquella época se trataba de un dulce elaborado con pasta de almendra, y fue hasta ese momento cuando unieron las dos “galletas” a través de una ganache. Elaborado con polvo de almendra, huevo y azúcar, fue popularizado por la pastelería parisina Ladurée, abierta desde 1862. En sus lujosos salones de té aún es posible disfrutar de sus nuevas colecciones cada temporada.
Las mejores combinaciones de macarrones
La historia estaría incompleta sin mencionar a Pierre Hermé, nombrado este año como Mejor pastelero del mundo por The World’s 50 Best Restaurants, quien ha creado combinaciones tan deliciosas e inesperadas como aceite de oliva y vainilla. En México, se lucen José Ramón Castillo con el de queso cotija, y la tienda Theurel & Thomas, con el de mezcal, naranja y sal de gusano.