Esta sopa fría de origen andaluz refleja que el empleo de productos del Viejo y el Nuevo Mundo no fue unidireccional, por lo que la gastronomía ibérica también adoptó productos de América. Tales como el jitomate, ingrediente esencial para su preparación. Resulta difícil situar la creación de este platillo en un espacio cronológico definido, esto se debe principalmente a su nacimiento humilde.
El origen
Originalmente era consumido y elaborado por las clases sociales más desfavorecidas, que solamente tenían acceso a pan duro. Las primeras recetas estaban compuestas por migas de pan, ajo, vinagre, cebolla, aceite de oliva, sal y agua.
Posteriormente se agregaron insumos como el jitomate y el pepino, y se suele acompañar con trozos de pan frito, cebolla, jitomate y huevo duro, todo picado finamente.
Existen muchas variaciones de la receta original como el ajoblanco, el salmorejo (crema), el zoque (sopa de hortalizas rojas) y los gazpachos calientes como el gazpacho manchego. Aprovecha el verano para preparar esta sopa refrescante.