La igualdad entre hombres y mujeres es una idea que nos permite avanzar como sociedad. Y para celebrar el Día Internacional de la Mujer, aquí te dejamos cinco platillos inventados por hombres cuya musa fue alguna dama importante del periodo histórico en el que vivieron. ¿Cuáles has probado?
Pavlova
Anna Pávlova fue una de las máximas exponentes del ballet clásico durante los años 20 y es en honor a ella que este clásico postre de merengue y frutos rojos, adquiere su nombre. Se dice que la receta se originó en Nueva Zelanda o Australia, durante el tour mundial de la bailarina que sucedió en 1929. La nacionalidad del postre es incierta, sin embargo, todos concuerdan en que la ligereza del mismo se compara con la que Anna tenía en el escenario.
Pêche Melba
En 1892 la cantante de ópera Nellie Melba, quien entonces tendría 31 años, fue la musa del chef Auguste Escoffier, quien inventó este postre para agasajarla. La historia cuenta que mientras ella se presentaba como estelar en el Convent Garden de Londres, se hospedaba en el Hotel Savoy, del cual el mencionado chef era ejecutivo. La receta hoy es un clásico: duraznos pochados con una bola de helado de vainilla y bañados con puré de frambuesa.
Pommes Anna
Este clásico francés fue ideado por el chef Adolphe Dugléré, discípulo del maestro Marie Antoine Carême. No se sabe exactamente en honor a cual dama se inspiró este platillo, si a Anna Damiens, una famosa actriz o a Anna Deslions. Quien en 1867 era considerada como una de las más bonitas de París. Fuese quien fuese, este platillo tiene la delicadeza de una corona, hecha con papas y mantequilla clarificada.
Pizza Margarita
Margarita Teresa de Saboya fue la reina consorte de Italia que promovió la cultura y el arte. Fundando instituciones culturales durante el reinado de su marido Humberto I, de 1878 a 1900. La leyenda cuenta que en 1889, el cocinero Raffaele Esposito creó la famosa pizza Margarita, hecha con jitomate, mozzarella y albahaca. ¡Un clásico en todo el mundo!
Carlota
Se cree que es una adaptación de la receta inventada por Marie Antoine Carême quien ideó un postre hecho con soletas y crema bávara (de crema inglesa, gelatina y nata montada) en honor a la mujer del zar Nicolás I de Rusia. Debido a su sencilla preparación, hoy puede encontrarse con muchas variantes, como la más mexicana que es de limón.