Seguramente, a la hora de acompañar tus postres favoritos, piensas que una taza de café o té son las mejores opciones. Pero ¿alguna vez pensaste que también puedes maridarlos con cerveza?
Si nunca lo habías pensado, lo primero que debes saber es que la cantidad de azúcar del postre influye en la percepción del sabor de la bebida, lo cual significa que la cerveza que selecciones debe ser igual o más dulce que el postre para que esta no se perciba seca y para que no predominen otras características como la acidez, la amargura y el nivel de alcohol.
Algunas de nuestras combinaciones favoritas son:
Cervezas tipo stouts y porters con postres de chocolate por sus notas a café, ceniza, y por supuesto, a chocolate.
Cervezas tipo ale y belgas para postres con fruta por su agradable dulzor.
Cervezas tipo brown ale para postres con nueces por su sabor fuerte, afrutado y seco.
Cervezas tipo pilsner para panqués y galletas de mantequilla por su ligera amargura.
Además de maridarlos, puedes incluso preparar postres como brownies o pasteles de chocolate con un poco de cerveza tipo stout para añadir un toque especial de acidez y sabor que los harán únicos. No lo pienses más y atrévete a probarlos.