El periodista Pedro Reyes menciona en su libro ¡Acá las tortas!, que el filósofo Antonio Prado afirmaba que:
“Una buena torta es mejor que un buen taco”.
Y aunque esta sentencia puede generar opiniones encontradas, algo es innegable, afirma que son más transportables que un taco.
El origen etimológico de las tortas es incierto
Ya que es un tanto ambiguo. La Real Academia Española (RAE) menciona que es difícil especificarlo e incluso se menciona que tortilla es el diminutivo de torta y la alusión de preparaciones españolas, es notable.
Se cree que las tortas son de invención mexicana, pero no es tan sencillo, si tomamos en cuenta que la cocina tiene un mestizaje impresionante. Como ejemplo de esta sentencia podemos citar al mole, porque es una preparación con ingredientes que son endémicos de distintos países, con técnicas que eran usuales en la cocina española y que llegaron a México entre los años 1521 y 1810.
En otros países, existen preparaciones prensadas por dos panes rellenas, como los bocadillos españoles que contienen un sinfín de rellenos, desde calamares hasta jamón serrano; el sanguche peruano, preparaciones callejeras que se destacan por combinar pollo, cerdo o lomo de res con recetas peruanas o los sándwiches cubanos, rellenos de pierna de cerdo, mostaza y un pan crocante de mantequilla.
Anatomía de las tortas
Si tomamos como referencia su anatomía, podemos hablar de tortas desde los pambazos que datan desde el virreinato, que eran preparadas con un pan que era llamado pan bajo, estos eran consumidos por bajos estratos sociales, de ahí el nombre. En el periodo posrevolucionario las tortas tuvieron un papel distinto, ya que fungen como alimento durante jornadas laborales. Y en un plano urbano, las tortas comenzaron a tener más seguidores en el siglo XX, porque se consumían como lunch en las escuelas o durante las horas de trabajo.
En México existen diversas preparaciones de tortas, están desde las tortas ahogadas, tecolotas (de chilaquiles), las guajolotas (las de tamal), guacamaya (de chicharrón duro de cerdo), las de la barda, en cuanto a tortas típicas. Sin embargo, para ser una verdadera torta, ésta debe de prepararse con bolillo o telera, ya que de acuerdo con la variedad de pan con la que sea elaborada, su nombre cambia a baguette, bagel, chapata, etc.
Variedades de tortas
Asimismo, hay un sinfín de variedades, tanto como ingredientes se puedan imaginar, pues están desde las muy clásicas y sencillas de jamón, huevo, salchicha, pollo, pierna y milanesa. Hasta las de más de cinco ingredientes, como la cubana, chorizo, carnes frías, mariscos, vegetales, hasta de huauzontles.
Porque ya sean frías, aplastadas, recién hechas, con aguacate, sin aguacate; las tortas no tienen limitantes y su diversidad en los estados mexicanos es plausible. ¿Cuántas de ellas conoces y haz probado?