Son cuatro generaciones que a lo largo de su historia han dedicado su vida al vino. La familia Arizu, proveniente de un pequeño pueblo llamado Unzue, en el País Vasco, tiene una marcada herencia europea. En 1890 Leoncio Arizu llegó a Argentina en busca de nuevas oportunidades y en 1901 fundó una bodega en Mendoza. Junto con otra próspera familia italiana, del Piamonte, la familia Bosca.
Brunch en el restaurante Bistró Chapultepec
Durante un exquisito brunch en el restaurante Bistró Chapultepec, organizado por Cyrnos, empresa dedicada a la importación y distribución de vinos de mesa de la más alta calidad y prestigio internacional, se presentó la historia y evolución de la bodega. Y se cataron tres vinos, contando con la presencia de Alberto Arizu, propietario de la bodega, de la cuarta generación, y presidente de Wines of Argentina (WOFA).
El legado Arizu en la Bodega Luigi Bosca
Después de 114 años, el legado de Leoncio Arizu continúa en manos de sus nietos y bisnietos, quienes mantienen vigente la tradición de buscar la excelencia de sus vinos. Desde un inicio, fueron pioneros y protagonistas de los grandes cambios de la vitivinicultura de Argentina, participando activamente, incluso, en la fundación de la primera D.O.C. en América y de Argentina en 1989. La Denominación de Origen Luján de Cuyo, con el fin de proteger, promover y difundir el encepado tinto característico constituido mayoritariamente por la variedad Malbec.
¿Qué caracteriza a los Arizu?
La innovación permanente, el espíritu de trabajo y la constante búsqueda por encontrar la máxima expresión del vino argentino, que desde siempre caracterizaron a los Arizu. Ellos han logrado un reconocimiento basado en ofrecer vinos con gran personalidad y estilo propio. Que expresa las mejores características del terroir y representa el estilo de la región, su cultura y su gente.
Actualmente, la bodega ha logrado una sólida y reconocida posición en los mercados internacionales al tiempo que en el mercado interno es uno de los líderes en el segmento de los grandes vinos argentinos.
Su colección se encuentra presente en muchos de los ambientes gastronómicos más emblemáticos del mundo, además de estar a bordo de prestigiosas aerolíneas internacionales.
Los vinos de Luigi Bosca son vinos que logran interpretar la intención de la vid
Con una filosofía de buscar la mejor tierra para cada cepa. La bodega ha adoptado los principios del cultivo biodinámico, con el fin de fortalecer a la vid. Y de esta manera, las viñas nunca están aisladas y se logra que el viñedo se sienta parte de un sistema que conviva y se potencíe con otras especies.
Las 8 fincas se ubican en las zonas más prestigiosas de Mendoza:
Luján de Cuyo, Maipú y Valle de Uco, y las diferentes variedades que en ellas se cosechan, fueron traídas de Europa en la última década del siglo XIX, por lo cual, las vides de hoy son el resultado de la selección de lo mejor de aquellos antiguos viñedos familiares.
El vino blanco Chardonnay de la finca Los Nobles en el Valle de Uco, es un clásico que define lo tradicional. Su balance y equilibrio entre acidez, mineralidad y untuosidad, acompañado de un gran potencial aromático resultan en una fascinante frescura y elegancia.
Por otro lado, el vino más reciente en el mercado, “el rosado de los rosados”, es un deleite al paladar; Pinot Gris y Syrah, de color salmón y con aromas que recuerdan a campos de cerezas y flores, este rosado mantiene una increíble elegancia, con sabores que permanecen con dejos de caramelo y confituras.
Este vino envuelve desde la estética; “a Rosé is a Rosé is a, Rosé” es el aforismo de la literatura inglesa. Mismo de la escritora Gertrude Stein, que le da nombre y una esencia verdaderamente única. Finalmente, no puedes dejar de disfrutar “el verdadero Malbec”.
La expresión total de esta uva, que sorprende por su franqueza, con aromas a frutos rojos, notas dulces y cierta nota mineral que recuerda a setas, chocolate, regaliz o licor de casis. En boca se siente la madera y es posible percibir un sabor muy similar a la flor de jamaica. Sus taninos maduros hacen agua la boca e invitan a seguir bebiéndolo.
El mayor valor de estos vinos es la transmisión de enseñanzas generacionales.
“Nada crece bajo la sombra, todo crece bajo el sol y con esfuerzo”, para la familia Arizu, lo más importante es que en cada rincón del mundo, una copa de Luigi Bosca transmita la pasión, la emoción y lo más genuino de sus costumbres y de su gente. Sólo basta probarlos para sacar tus propias conclusiones.