Repleta de vitaminas y con un sabor dulce parecido a la nuez, la calabaza butternut se encuentra en su mejor momento en esta temporada. Ya sea en forma de tarta cremosa o en un suculento curry, es un placer infalible que te encantará recrear. Encuentra aquí todo acerca de este valioso ingrediente y pon manos a la obra para cocinarla. Recetas y estilismo de alimentos: Linda Tubby / Fotografía y producción: Angela Dukes / Fotografías interiores: Adobe Stock.

 

La calabaza butternut y sus características

 

Las diferentes variedades de calabaza que hay en la actualidad han dejado atrás a las variedades amargas que se producían de manera silvestre desde hace más de 10 mil años. Así, las que conocemos hoy en día son producto de una domesticación que comenzó en América 5000 años a. C. Pertenecen a la familia de las Cucurbitaceae, en la cual también se incluyen a los melones, las sandías y los pepinos, y una de sus características principales es que crecen en una enredadera a nivel del suelo. Su nombre en inglés, squash, se deriva de la palabra narragansett que significaba cosa verde que se come cruda.

 

calabaza butternut canasta

 

En efecto, las calabazas pueden llegar a pesar 135 kilogramos, motivo por el cual son los frutos más grandes del mundo. Entre sus ventajas está que perduran por mucho tiempo, por lo que pueden almacenarse por varios meses, sobre todo si se propician las condiciones favorables para su conservación, como una temperatura a 15 °C y el estar en un lugar seco. Esto hace que estén presentes en el supermercado casi todo el año. Sin embargo, su momento óptimo para preparar recetas con calabaza es después de su cosecha, en el otoño.

Dentro la diversa gama de calabazas que existen, la butternut (Cucurbita moschata) o mantequilla destaca por su delicado sabor con recuerdos de nuez. Se trata de una de las especies originarias del continente americano y está englobada dentro de las calabazas de invierno. Y, aunque se cultiva en muchas latitudes, son muy comunes en Norteamérica, y el estado de Florida es uno de sus principales productores a nivel mundial. 

 

Atributos que destacan en la cocina

 

La calabaza butternut se caracteriza por tener un color interno anaranjado intenso, mientras que su cáscara exterior es considerablemente dura y posee un color café claro. Su forma es alargada, pero tiene una protuberancia mayor en la parte baja, en la cual se concentran sus semillas. Aunque no es un tipo de calabaza que se distinga por contar con semillas en abundancia, son un atributo que no debe pasar inadvertido a la hora de aprovecharla al máximo.

 

calabaza butternut crema

 

De hecho, las semillas contienen hasta 50% de aceites naturales y 35% de proteína, por lo que se comen como un delicioso snack. Entre otros usos, además de las recetas con calabaza, con ellas también se puede hacer harina o aceite de manera industrial, mientras que en México también se utilizan para espesar moles.

En cuanto a los atributos culinarios que posee la calabaza butternut, uno de los más elogiados es su toque untososo como de mantequilla, así como su sabor ligeramente dulce. Esto te dará muchas probabilidades a la hora de cocinarla tanto en preparaciones de cocina salada como en postres, e incluso en aquellas que dan un sabor umami. Su corteza dura también puede ser un aliado para cocinar, puesto que puede hornearse con ella y después disfrutar de su pulpa.

 

Úsala en tus preparaciones

 

Antes de que se acabe su temporada, no dudes en disfrutar del infalible sabor que la calabaza butternut le dará a tus platillos dulces y salados. Las sopas, guarniciones e incluso pasteles y natillas son su forma más común a la hora de transformarlas.

En España, el chef madrileño Rodrigo de la Calle, quien es conocido como creador de la gastrobotánica, vio en este producto un gran potencial, por lo que fue protagonista en su show cooking de la Butternut Conference (Murcia, junio 2022), un evento organizado por productores portugueses y españoles que promueve este ingrediente. Así, mostró más de 10 técnicas de utilizarla, entre las que destaca el encurtirla, hacerla marinada, gazpacho o hasta como sustituto de papas fritas

 

pay de invierno

 

En México, es precisamente en esta temporada de octubre y noviembre cuando más la encontrarás en los menús de los chefs que se rigen por una cocina de productos estacionales. Un ejemplo es Sheyla Alvarado, al frente del restaurante Lunario en Valle de Guadalupe, quien ha puesto en su menú de invierno una reconfortante sopa de calabaza butternut, que se termina con sus semillas. O bien, Eduardo García, de Máximo en Ciudad de México, quien recurre regularmente a este producto para emplearlo en sus menús de degustación y servirlo en preparaciones sinceras como la tartaleta de calabaza mantequilla con hueva de trucha ahumada. 

En los menús de Día de Acción de Gracias también es básico para una de las preparaciones más icónicas: el pumpkin pie. Por su sabor ligeramente dulce y corteza relativamente suave, en comparación con otras calabazas de invierno, es una de las preferidas a la hora de hornearla y obtener el puré con el que se elabora este famoso pay que reina en el otoño.

 

Beneficios nutrimentales

 

Botánicamente es una fruta, pero culinariamente se utiliza como una verdura. Esto se debe a que al momento de cocinarlas desarrollan una consistencia y sabor parecido al de la papa, probablemente por su contenido en almidón.

 

recetas con calabaza

 

Es una buena opción a la hora de incluirla en tu dieta y cuidar tu alimentación, ya que una taza de cubitos de calabaza butternut contiene tan solo 63 kilocalorías, de las cuales únicamente el 2% corresponden a grasa. Esta misma porción te brindará fibra, 1.4 gramos de proteína vegetal y, además, será una fuente de potasio, betacarotenos y vitaminas A y C.

Históricamente siempre ha sido bien apreciada por sus beneficios. Los nativos americanos creían que las calabazas eran tan nutritivas como para proporcionar energía suficiente y acompañar a sus muertos en su “último viaje”, razón por la cual los enterraban con este alimento.

 

¿Cómo usarla? Aquí unos consejos rápidos

 

La mejor forma de obtener su pulpa es partiéndola primero a la mitad longitudinalmente y después retirar la cáscara y sus semillas. Reserva estas últimas para un delicioso snack, solo tienes que secarlas y dorarlas en una parrilla o comal. Gracias a su consistencia firme mientras está crudas, son ideales para aplicarles calor y saltearlas con un poco de aceite o estofarlas. El color de esta calabaza se intensificará y su sabor se transformará por sí solo o por las especias que utilices.

Una vez cocinada, es excelente como guarnición que conserva cierto grado crocante si se prepara al dente. Otra buena opción es convertirla en puré y aprovechar su esencia tersa y delicada.

 

comida saludable con vegetales

 

Una de las ventajas de esta calabaza es que puede tornarse dulce o salada a través de diferentes preparaciones. Transforma el sabor de la calabaza butternut con jengibre o con especias como clavo, canela, anís o nuez moscada, y utiliza su untoso sabor para preparar purés deliciosos. O bien, usa el toque de una parrilla para dejar ver su sutil sabor dulce con la caramelización que lograrás en su parte exterior.

De ambas formas, se lleva bien con proteínas animales de pescados, aves de corral e incluso res. Mientras que, en la parte dulce, emplearla como relleno de una tarta, de base para una mousse o incluso experimentando con panadería, serán grandes aciertos. Sin duda, la calabaza butternut o mantequilla demuestra que las posibilidades son infinitas cuando se usa este grandioso producto de alma versátil. ¿Listo para cocinar recetas con calabaza butternut?

 

 

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Bastones de calabaza fritos

 

Estas frituras de bastones de calabaza son excelentes con un poco de jamón curado, chile, cebolla tierna, queso cheddar y mozzarella. Acompáñalos con una rica ensalada verde aderezada con vinagreta de pimienta.

 

Rendimiento: 2-4 porciones

 

Ingredientes

 

  • 1 calabaza butternut de 750 g
  • 2 cdas. de aceite de canola
  • 1 cdta. de pimienta negra recién molida
  • Hojuelas de sal de mar, al gusto
  • 225 g de queso mozzarella
  • 2 dientes de ajo, finamente rallados
  • 100 g de jamón ahumado desmenuzado
  • 50 g de queso cheddar fuerte, finamente rallado
  • 1 manojo de cebollas de Cambray, en rodajas
  • 1 chile rojo grande, sin semillas y rebanado

Para la mayonesa de sriracha

  • 4 cdas. de mayonesa de buena calidad
  • 1 cdta. de salsa sriracha
  • 2 cdtas. de agua fría

Para servir

  • Ensalada verde (opcional)

 

Procedimiento:

 

  1. Precalentar el horno a 190 °C. Cortar la calabaza a la mitad y luego cortar en cuartos a lo largo. Pelar y retirar las semillas. Colocar las piezas en una charola forrada con papel aluminio, rociar con un poco de aceite de canola y sazonar con un poco de pimienta negra y hojuelas de sal de mar. Hornear por 25 minutos, no más.

  2. Cortar el queso mozzarella a la mitad y después en tiras de un centímetro. Cortar la calabaza en bastones de un centímetro de ancho. Calentar el resto del aceite en una sartén y freír los bastones de calabaza hasta que estén dorados. Girar y freír por unos minutos más. Agregar el ajo y freír por 1 minuto más. Trasferir a una charola para hornear.

  3. Calentar la parrilla a fuego alto. Agregar el jamón ahumado, la mitad del queso cheddar rallado y el mozzarella, la mitad de la cebolla y del chile, y revolver. Esparcir el resto del queso cheddar y mozzarella, las cebollas, la mayor parte del chile y pimienta negra. Colocar debajo de la parrilla caliente por 4 minutos, hasta que el queso se haya derretido.

  4. Para la mayonesa de sriracha, mezclar todos los ingredientes hasta obtener una consistencia que sea fácil de rociar. Con una cuchara, verter un poco de mayonesa de sriracha en zigzag sobre los bastones.

  5. Llevar a la mesa para servir directo de la charola y, si se desea, con algunos chiles adicionales y ensalada verde.

 

Maridaje Food and Travel

 

Vino tinto, pinot noir, Francia. Aromas a cereza, frambuesa y ahumados; en boca ofrece mineralidad y acidez perfectas.

Sugerencia: Sancerre Rouge, Domaine Vacheron.

 

 

También puedes prepararCurry thai de calabaza butternut

Curry thai de calabaza butternut

 

La cúrcuma, el jengibre, la galanga y la hierba limón son algunos de los ingredientes fragantes que incluye este plato abundante de curry de calabaza. Sírvelo con arroz esponjoso para ofrecer una cena maravillosamente reconfortante.

 

Rendimiento: 4 porciones

 

Ingredientes

 

  • 1 calabaza butternut de 750 g
  • 1 cda. de aceite de girasol
  • 3 dientes grandes de ajo, rallados
  • 1 pieza de jengibre de 3 centímetros, pelado y rallado
  • 10 g de cúrcuma fresca, pelada y finamente rallada
  • 3 hojas de lima kaffir, 1 entera y el resto finamente ralladas (disponible en mercadolibre. com.mx)
  • 75 g de pasta de curry rojo tailandés (disponible en soriana.com)
  • 400 ml de crema de coco
  • 1 cda. de azúcar de palma de coco (disponible en denda.com.mx)
  • 10 g de galanga (disponible en chedraui.com.mx)
  • 1 tallo de hierba limón, aplastada con un cuchillo
  • 400 ml de caldo de vegetales o pollo
  • 1 cda. de salsa de pescado
  • 1 limón, el jugo
  • Hojas de cilantro, para servir

 

Procedimiento:

 

  1. Partir la calabaza a la mitad; luego cortar cada mitad a lo largo. Pelar y cortar en cubos de aproximadamente dos centímetros.

  2. Calentar un wok y agregar el aceite, el ajo, el jengibre, la cúrcuma y la hoja de lima kaffir entera. Cocinar por unos segundos hasta que la mezcla burbujee. Agregar la pasta de curry rojo, alrededor de 200 mililitros de crema de coco, el azúcar de palma de coco y revolver. Añadir la galanga y la hierba limón.

  3. Incorporar el resto de la crema de coco y transferir la mezcla a una cacerola grande. Verter el caldo junto con los trozos de calabaza y la salsa de pescado. Cocinar a fuego bajo hasta que la calabaza esté suave.

  4. Agregar jugo de limón al gusto y retirar la galanga y la hierba limón antes de comer. Servir el curry de calabaza en tazones con hojas de cilantro y un toque de las hojas de lima kaffir rallada.

 

Maridaje Food and Travel

 

Vino blanco, gewürztraminer, Estados Unidos. Sutiles aromas a jazmín, lichi y mango, con gusto untuoso.

Sugerencia: Banyan Gewürztraminer Monterey County, The Hobo Wine Company.

 

 

También puedes preparar Tarta de calabaza, queso de cabra y poro

Mitades de calabaza rostizada

 

Estas bellas mitades de calabaza rostizada  con queso, ajo y tomillo se tuestan con sus semillas para darles más profundidad de sabor. Prometen ser un gran éxito tanto para niños como para adultos.

 

Rendimiento: 6 porciones

 

Ingredientes

 

  • 6 ramitas de tomillo
  • 3 dientes de ajo, cortados a la mitad longitudinalmente
  • 3 calabazas butternut de aproximadamente
  • 500 g, partidas a la mitad longitudinalmente
  • 2 cdas. de aceite de oliva
  • Pimienta negra, al gusto
  • Hojuelas de sal de mar, al gusto
  • 200 ml de crema para batir
  • 50 g de queso Parmigiano Reggiano, rallado
  • Hojuelas de chile seco, al gusto

 

Procedimiento:

 

  1. Precalentar el horno a 190 °C. Combinar la mitad del tomillo con el ajo y colocar una cantidad igual de esta mezcla en cada mitad de calabaza. Verter un poco de aceite sobre cada mitad y sazonar con pimienta negra recién molida y hojuelas de sal de mar. Rostizar durante una hora, hasta que la calabaza se sienta muy suave al insertar un palillo de madera en la parte más gruesa. Retirar las semillas y desechar junto con el tomillo, procurando no quitar mucha carne.

  2. Triturar el ajo con un poco de sal, picar el resto de las hojas de tomillo y poner en una sartén junto con la crema para batir. Reducir el fuego a medio hasta que la crema se espese y añadir 20 gramos de queso rallado. Dividir la mezcla en partes iguales entre las mitades de calabaza. Espolvorear con más tomillo y volver a rostizar por 10 minutos. Retirar del horno y esparcir el queso restante y las hojuelas de chile seco.

  3. Servir las mitades de calabaza rostizada en una bandeja grande para compartir.

 

Maridaje Food and Travel

 

Vino tinto, ensamble, de España. En nariz aflora el aroma a fruta negra con recuerdo a especias; en boca es fresco.

Sugerencia: Castell de Santueri Rouge, Terra de Falanis.

 

 

También puedes prepararBastones de calabaza fritos

Tarta de calabaza, queso de cabra y poro

 

Los tintes otoñales abundan en este indulgente platillo horneado, una tarta de calabaza que es servida con un suave puré de queso de cabra y calabaza butternut.

 

Rendimiento: 4 porciones

Ingredientes

 

  • 1 calabaza butternut de 500 g
  • 3 cdas. de aceite de oliva virgen extra
  • Pimienta negra recién molida, al gusto
  • Sal de mar, al gusto
  • 25 g de mantequilla
  • 125 g de poro, rebanado
  • 2 dientes de ajo, finamente picados
  • 120 g de kale, rebanado
  • 2 huevos enteros
  • 2 yemas de huevo
  • 300 ml de crema para batir 125 g de queso de cabra suave 3 cdas. de agua fría

Para la base

  • 250 g de harina de trigo
  • 1⁄4 de cdta. de hojuelas de sal de mar (disponible en soriana.com)
  • 1⁄2 cdta. de semillas de alcaravea, finamente molidas (disponible en walmart.com.mx)
  • 150 g de mantequilla, fría y en cubos
  • 2 yemas de huevo
  • 3 cdas. de agua fría
  • 1 molde para tarta de 30 x 20 centímetros

 

Procedimiento:

 

  1. Comenzar esta tarta de calabaza haciendo la base. Colocar la harina, la sal y las semillas de alcaravea en un procesador de alimentos. Agregar los cubos de mantequilla y moler hasta obtener una textura de migajas. Mezclar las yemas de huevo con 3 cucharadas de agua fría y procesar hasta que los ingredientes estén bien mezclados. Poner la masa sobre una superficie de trabajo limpia y formar una pelota. Envolverla en plástico autoadherente y refrigerar por 20 minutos. Extender la masa hasta formar un rectángulo lo suficientemente grande como para forrar el molde. Refrigerar por 20 minutos.

  2. Calentar el horno a 200 °C. Cortar la calabaza a la mitad, y luego cada pieza en mitades a lo largo. Pelar y retirar las semillas con una cuchara. Rebanar en láminas delgadas de medio centímetro. Acomodar en una charola forrada con papel aluminio, rociar con una cucharada de aceite de oliva y sazonar con pimienta negra recién molida y una o dos pizcas de sal de mar. Hornear de 15 a 20 minutos, hasta que se ablanden. Retirar del horno y reservar.

  3. Sacar el molde con la masa del refrigerador y colocar sobre una charola lo suficientemente grande como para contener el molde en la rejilla del horno. Cubrir la masa con papel encerado arrugado y colocar encima algunas perlas o peso para hornear. Hornear por 20 minutos. Retirar las perlas y el papel encerado y devolver el molde al horno por 8 minutos, hasta que la masa esté uniformemente dorada. Retirar y reservar.

  4. Derretir la mantequilla en una sartén y saltear el poro durante unos 5 minutos, hasta que esté suave. Agregar el ajo y revolver bien; luego transferir a un tazón para enfriar.

  5. Blanquear el kale en agua hirviendo con sal por 3 minutos. Escurrir y refrescar con agua fría. Escurrir una vez más y retirar la mayor cantidad de humedad posible. Esparcir sobre papel de cocina para secar. Reducir la temperatura del horno a 180 °C.

  6. Batir los huevos y las yemas enteras en un tazón junto con la crema para batir y sazonar. Reservar.

  7. Agregar el poro a la base y extender uniformemente. Verter la mezcla de huevo sobre el poro y añadir el kale, empujándola un poco hacia abajo para que solo aparezcan las puntas. Organizar las rebanadas de calabaza formando un patrón uniforme. Habrá rebanadas sobrantes: reservar para el puré.

  8. Colocar algunos puntos de queso de cabra, utilizando solo la mitad, sobre la superficie de la tarta, y hornear por unos 35 minutos, hasta que se doren en partes. Reservar y enfriar.

  9. Colocar las rebanadas de calabaza sobrantes en un procesador de alimentos con la otra mitad del queso de cabra, las 2 cucharadas restantes de aceite de oliva, 3 cucharadas de agua y sazonar al gusto. Si se desea un acabado suave, pasar el puré a través de un tamiz de malla fina.

  10. Servir una rebanada de tarta de calabaza junto con el puré.

 

Maridaje Food and Travel

 

Vino blanco, sauvignon blanc, de Ensenada. Destacan aromas a cítricos como lima y florales como manzanilla; en boca es untuoso.

Sugerencia: G&G by Ginasommelier Sauvignon Blanc, El Cielo.

 

 

También puedes preparar Mitades de calabaza rostizada