Al hablar de té, pocas veces vienen a la mente recuerdos de Portugal… ¡Créalo, querido lector!, este país europeo posee una larga y fascinante historia productiva alrededor de la milenaria infusión, que trasciende a su mero consumo. Fotos: Cortesía Escuela Mexicana de Té. 

En pleno océano Atlántico, a más de 1 mil 500 kilómetros al oeste de Lisboa, dos grandes fábricas europeas siguen procesando hojas y brotes de Camellia Sinensis para el deleite del mundo entero. ¡Sí!, en las fértiles tierras de las Azores, donde la planta del té se cultiva desde hace casi dos siglos.

Ya le hemos contado que los portugueses fueron los primeros occidentales que tuvieron contacto con la infusión de Camellia Sinensis en China. Su avanzada tecnología naviera, así como su fascinación por los aromas y sabores del Lejano Oriente, favorecieron el inicio del comercio de hebras entre Asia y Europa. De hecho, el primer cargamento de té llegó a Lisboa en 1606; después fue transportado a Francia, Holanda y otros países en naves holandesas.

Tés de Portugal: origen y producción

 

En las Azores, la producción de té fue introducida a principios del siglo XIX, alrededor de 1820, por Jacinto Leite, un poblador de São Miguel. En aquel momento Jacinto trabajaba como comandante de la Guardia Real del rey Juan VI en Brasil y decidió crear la primera plantación de té en São Miguel, la isla más grande del archipiélago portugués de las Azores, utilizando semillas que había traído de Río de Janeiro.

El clima de la isla resultó ser perfecto y el cultivo de té fue ganando adeptos poco a poco; el declive en la producción y exportación de naranja incluso permitió a la Camellia Sinensis convertirse en uno de los sustitutos más prometedores a nivel económico.

Para la década de 1950, la producción de té se había convertido en una actividad importantísima para los agricultores locales, superando la asombrosa cantidad de 250 toneladas de hebras terminadas cada año, en más de 300 hectáreas de cultivo. Sin embargo, tras la Primera Guerra Mundial y los esfuerzos de promoción del té de Mozambique, la producción y exportación de té en las Azores comenzó a enfrentar mayores dificultades. Para 1966 la situación era crítica: de 14 fábricas procesadoras de té, sólo 5 seguían en funcionamiento. Actualmente, sólo subsisten dos: la Fábrica de Té Gorreana y la Fábrica de Té de Porto Formoso.

¿Cómo son los tés de las Azores?

En Gorreana y Porto Formoso todos los esfuerzos están dirigidos a la producción de tés 100% orgánicos, dominantemente verdes y negros, estos últimos generalmente categorizados como Orange Pekoe y Pekoe. En las partes más antiguas de sus plantaciones aún pueden hallarse algunas variedades chinas (Camellia sinensis var. sinensis), aunque casi todo son plantas de té indias (Camellia sinensis var. Assamica) plantadas en las majestuosas laderas volcánicas de la isla en 1948.

Los tés negros locales suelen ser extremadamente aromáticos, con una ligereza única, con taninos finos y gran frutalidad. Realmente no hay nada parecido en el mundo del té. Los tés verdes, por el contrario, suelen ser delicados en fragancia, con buen cuerpo y tonos vegetales muy sutiles. escueladete.mx

 

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En nuestro último encuentro le contábamos acerca del Gong Cha (贡茶), el mítico Té tributo imperial chino que marcó la forma en que hoy se bebe esta milenaria infusión en todo el mundo. Fotos: cortesía Escuela Mexicana de Té.

Como ya explicamos, los Tés tributo eran aquellos que los emperadores chinos habían seleccionado para recibir como Contribución-Impuesto de sus súbditos; hebras de calidad excepcional, muy apreciadas por la corte imperial debido a su aroma, sabor, textura en boca y propiedades benéficas.

10 tés tributo chinos en la historia

Xinyang Maojian

 

Originario de Henan, posee una historia de más de 2 mil 300 años. En 1987, un grupo de arqueólogos descubrió té en una antigua tumba en Xinyang, mismo que describieron como una variante de Maojian.

Fue reconocido como un Té tributo durante la época Tang, pero las dinastías Yuan y Ming impusieron fuertes impuestos al té que redujeron su producción en la región. Generalmente se manufactura con un brote y una o dos hojas de Camellia Sinensis, horneado sobre carbón y enrulado manualmente.

Meng Ding Gan Lu

 

Es uno de los tés más antiguos de China, documentado por primera vez durante la dinastía Han. El maestro del té Wu Li Zhen plantó su primer jardín alrededor del año 50 a.C., destinado a la producción de esta singular hebra. También es el único Té tributo de la provincia de Sichuan.

El nombre Gan Lu a menudo se traduce como “melaza”, pero probablemente estaba relacionado con la palabra budista sánscrita que significa inmortal. El té fue seleccionado como tributo a principios del Siglo IX y su proceso de manufactura ha sido documentado extensamente: hay tres pasos de cocción de las hojas con un paso de enrulado después de cada uno. El té se seca completamente horneándolo sobre fuego de carbón y se caracteriza por brindar una infusión dulce y floral, con recuerdos de nuez en algunas ocasiones.

Junshan Yinzhen

 

Otro de los Tés tributo más antiguos, ofrecido al emperador desde la dinastía Tang, cuando la princesa Wencheng eligió recibirlo para su boda. Originalmente sus hebras se conocían como Huang Ling Mao o “pluma de cola amarilla” debido a su apariencia durante la infusión.

Junshan, la pequeña isla con 72 montañas en el lago Dong Ting, de donde procede este té, está cubierta de niebla casi todo el año. La mineralidad del suelo le da al té un cuerpo pesado y estructurado. Su manufactura incluye un brote y 4 a 5 hojas tiernas de Camellia Sinensis, que se secan en sartén antes de envolverlos y colocarlos en una olla húmeda durante 4 a 5 días. El proceso se repite hasta que las hebras adquieran su característico color amarillo. Su infusión es suave, delicada, dulce y vivaz.

Huangshan Maofeng

 

Originario de Anhui, toma su nombre de la forma y textura suave de sus hebras terminadas. Su producción probablemente comenzó en el área durante la dinastía Song, con la llegada de los monjes budistas, pero no fue hasta la dinastía Ming que se refinó y convirtió en tributo imperial.

El Huangshan Maofeng moderno se remonta a finales del Siglo XIX, cuando fue perfeccionado por Xie Zhegan. Se elabora con un brote y dos hojas de Camellia Sinensis, que se cuecen en sartén y se enrulan antes de hornearse varias veces. Su sabor es fácilmente reconocible por su dulzura persistente, con matices florales.

Lu’an Guapian

 

Este té verde fue desarrollado más recientemente en la provincia de Anhui, particularmente en la aldea de Liu An, en las montañas Da Bie. Actualmente se conoce popularmente como “té de semillas de melón”, por su peculiar figura y sabor.

Guapian fue elegido como tributo durante la dinastía Qing y fue uno de los tés predilectos del emperador Guaxong. Es un té único, elaborado con hojas, sin brotes; sus tallos se quitan a mano y las hojas se cuecen en cacerolas múltiples veces, enrulando simultáneamente con escobas cortas de paja. Su infusión es robusta, con dulzor prolongado y profundas notas frutales.

Taiping Houkui

 

Es el más grande de los famosos tés chinos. Se produce cerca de la base de Huangshan, un área brumosa, con suelo fértil. Es un tipo de “jiancha” o té de hojas puntiagudas. Se convirtió en tributo durante la dinastía Qing, pero ganó más fama al ganar el primer premio en la Exposición Mundial del Té de Panamá, en 1915.

Es famoso por sus «dos cuchillos y un palo»: dos hojas rectas que abrazan un enorme brote con vellosidades blancas, sólo obtenibles de la Shi Da Cha, una variedad de Camellia Sinensis de hojas grandes que sólo se encuentra en la provincia de Anhui.

Longjing

 

Nativo de la región del Lago Oeste, en la provincia de Zhejiang, se produce desde la dinastía Tang. Comúnmente conocido como Dragonwell, recibió su nombre durante la dinastía Song pero no saltó a la fama hasta la dinastía Qing, a finales del Siglo XVIII.

El Dragonwell se produce tradicionalmente utilizando una variedad de árbol antiguo, denominado Qunti, nativo del Lago Oeste; más recientemente se desarrolló el cultivar Long Jing 43, cuya tasa de crecimiento más rápida permite recolectarlo entre 7 y 10 días antes que la variedad anterior.

Su manufactura incluye brote y 1 a 2 hojas. Se hornean dos veces y, durante la segunda cocción, se le da su característica forma aplanada. Su infusión es reconocible por su color amarillo pálido, aromas de frutos secos y nueces, y dulzor en boca.

Bi Luo Chun

 

Originario de la montaña Dong Ding, en Jiangsu, su nombre se traduce literalmente como “Caracol verde de primavera”, debido a su forma enrulada y el color brillante. Ha sido un Té tributo desde la dinastía Qing.

Solo se cosechan primeras hojas y brotes; entre conocedores se sabe que el Bi Luo Chun – Pi Lo Chun más fino es aquel que se elabora con el brote más nuevo y la primera hoja aún enrollados, que le otorgan su peculiar forma de “lengua de gorrión”. Todas y cada una de las hojas se procesan cuidadosamente a mano, para crear una forma similar a la de un caracol; después se tuestan para secarlas y frenar su oxidación. En taza es untuoso, con sabores vegetales y agradables tonos de nuez.

Da Hong Pao

 

Un oolong de la montaña Wu Yi, en la provincia de Fujian. Ha sido Té tributo desde la dinastía Ming, a finales del Siglo XIII. Se dice que las plantas originales tienen siglos de antigüedad y todavía se pueden encontrar en un acantilado en la reserva natural de Wu Yi, aunque ya no producen té. Los puristas señalan que el Da Hong Pao actual debe producirse a partir de descendientes de las plantas madre, reproducidas a partir de tallos originales: Bei Dou (Estrella del Norte), Que She (Lengua de gorrión) y Qi Dan.

El Da Hong Pao utiliza las 3 a 5 hojas superiores de la planta. Las hojas se tuestan sobre llamas de carbón a fuego lento, durante un largo período, agitándolas o volteándolas constantemente. El enrulado se realizará 3 o 4 veces, con largos períodos de reposo que pueden durar de 3 a 4 semanas. Cuando se infunde, el té ofrece un cuerpo incomparable, gran dulzor de miel, matices florales y excepcional mineralidad.

Tieguanyin

 

Oolong del condado de Anxi, en la provincia de Fujian. Se convirtió en Té tributo durante la dinastía Qing y, más allá de un varietal, es un estilo de procesamiento. Catalogado entre los 10 tés más famosos de China y reconocido como uno de los oolongs más preciados del mundo, se produce a partir de una compleja y minuciosa serie de pasos, entre los que también se incorporan técnicas secretas desarrolladas por cada productor.

Tras la cosecha, las hojas de una variedad específica de Camellia Sinensis se marchitan al sol incipientemente y después se enfrían y sacuden vigorosamente. Después, se someten a un nuevo proceso de marchitado, que incluye un cierto grado de oxidación que ayuda a desarrollar matices florales y reducir notas herbales o astringencia excesiva en las hebras terminadas. Ya listas, las hojas se enrulan en varias ocasiones, con movimientos e intensidades celosamente guardados por cada productor, antes de finalmente secarse. Dependiendo de su región de cultivo, el Tieguanyin desarrollará diferentes matices aromáticos y gustativos. escueladete.mx

En el vasto mundo del té negro, una frase surge una y otra vez como indicador de calidad en taza “Orange Pekoe”. Pero no, querido lector, este juego de palabras nada tiene que ver con el aroma y sabor de las naranjas. Entonces, ¿de qué se trata? Fotos: Cortesía Tea Gardens of Scotland.

El término Orange Pekoe se refiere a un método de clasificación del té negro que se basa en la calidad y el tamaño de las hojas de Camellia Sinensis empleadas para su producción. Para ser clasificado como Pekoe, el té debe estar compuesto únicamente por los nuevos brotes de la planta, es decir, el retoño más pequeño junto con las dos hojas más jóvenes; el tamaño e integridad de estas hojas jóvenes también influirán significativamente en el sabor y la claridad de la infusión.

El origen del nombre Orange Pekoe

Pero, ¿de dónde viene este singular nombre? Algunos expertos apuntan al término “Orange” como el resultado del gran impacto que tuvo la Compañía Holandesa de las Indias Orientales en el comercio del té con Europa. Se cree que el nombre nació en la Casa Real de Orange-Nassau en un esfuerzo por comercializar el té de manera más efectiva. Otros, sugieren que el apelativo “Naranja” también se refiere al color cobrizo de las hojas oxidadas de Camellia Sinensis antes de secarse y al color naranja brillante del té negro terminado.

De igual forma, existe gran incertidumbre sobre el origen de la palabra “Pekoe”. Los documentos más antiguos señalan que podría derivarse de la mala pronunciación de la palabra té en Amoy (dialecto de Xiamen, China): Peh-ho, “pelusa/pelo blanco”. Otra explicación sugiere que la palabra podría provenir del chino báihuā “flor blanca”, peh-hoe, que describe las características físicas de los brotes de este té negro.

Independientemente de su origen, el magnate británico del té, Sir Thomas Lipton, se encargó de popularizar la frase “Orange Pekoe” en los mercados occidentales. Lo verdaderamente cierto es que, cuando este té se hizo accesible al público de forma masiva, la gente lo apodó Pekoe ‘Naranja’ por su asociación con la casa real holandesa.

Actualmente, los bebedores de té del mundo occidental usan el término «Orange Pekoe» para identificar tés negros de India, Sri Lanka y otras regiones productoras de Asia con características particulares de calidad. Lo curioso es que en China, la gran cuna del té, este sistema de clasificación es absolutamente desconocido.

¿Cuáles son sus aromas y sabores en taza…?

 

¡Imposible de decir! Si bien el término Orange Pekoe se utiliza para describir tés negros de un cierto nivel cualitativo, poco tiene que ver con la complejidad sensorial de la infusión. Pueden existir Orange Pekoe de Sri Lanka, de cuerpo ligero y perfecto balance de dulzor y astringencia, como también los puede haber en Assam, Darjeeling e incluso Nantou, en Taiwán, con aromas, sabores y texturas acordes a su terroir.

El resto, querido lector, es aún más complicado… Como ocurre con la mayoría de los sistemas de clasificación, existen muchas otras categorías y subcategorías basadas en las características de las hojas de Camellia Sinensis utilizadas para la confección del té.

Para darle una idea… Orange Pekoe (OP) es el grado principal, luego vienen Flowery Orange Pekoe (FOP), tés hechos del brote y la primera hoja de cada rama; Golden Flowery Orange Pekoe (GFOP), tés FOP con “puntas doradas”, es decir, con el extremo amarillento del arbusto; Tippy Golden Flowery Orange Pekoe (TGFOP), tés FOP con una gran proporción de «puntas doradas»; Finest Tippy Golden Flowery Orange Pekoe (FTGFOP) o mejor dicho FOP’s de calidad excepcionalmente alta, y por supuesto los Special Finest Tippy Golden Flowery Orange Pekoe (SFTGFOP), las mejores variantes posibles de un FOP. ¡Una locura!, ¿a poco no? escueladete.mx

 

También te hablamos sobre el té de Escocia. 

Glühwein, glögg, candola, vin brulé o vin chaud… Hablamos de una de las tradiciones culinarias europeas más icónicas, ideal para calentar el espíritu en las frías noches de invierno. Con té, ¡es delicioso! Si bien decenas de culturas en todo el Viejo Mundo reclaman su creación, existen mínimas referencias acerca de cómo surgió el vino caliente. Fotos: Escuela Mexicana de Té.

Uno de los registros más antiguos sobre una preparación similar se puede hallar en La Odisea, de Homero, donde se menciona que Circe elaboraba una peculiar mezcla de vino y especias. Sin embargo, poco se sabe acerca de cuándo el fermentado de uva comenzó a calentarse intencionalmente para extraer el aroma y sabor de especias y otros ingredientes.

¿Cuándo se empezó a beber vino caliente?

Los datos más precisos apuntan a Roma. Los romanos bebían el llamado Conditum Paradoxum, un vino suave aromatizado con pimienta, hojas de laurel, azafrán, miel, dátiles y carbón mineral, reconocido por sus propiedades medicinales. Durante la Eda Media ya era bastante común calentar vinos de baja calidad con miel, clavo y otras especias para mejorar su expresión en boca y para simplemente mitigar el frío.

Con el paso de los siglos los países europeos fueron desarrollando sus propias versiones de las antiguas recetas de vino caliente, popularizándolo también como un indispensable de las celebraciones decembrinas. Los pueblos entusiastas de la infusión de hojas y brotes de Camellia Sinensis, la planta del té, no tardaron en incorporar su sabor a la mezcla.

Recetas de vino caliente con té abundan, sin embargo, todas parten generalmente de una base de vino tinto seco de buena expresión frutal, estructurado y repleto de tonos especiados, al que se añaden canela, clavo de olor, pimienta y cáscaras de cítricos. A lo largo y ancho del Viejo Mundo es posible observar recetas donde se incluyen tés negros robustos, particularmente de Assam, en India, cuya potencia y astringencia permiten hacer frente al propio fermentado de uva.

¡A preparar vino caliente!

 

¡Paso a paso! Lo primero que hay que tomar en cuenta antes de lanzarse a la aventura de preparar vino caliente con té, es recordar que las hojas y brotes de Camellia Sinensis pueden infundirse en cualquier líquido: agua, leche, jugo, vino, destilados… Sólo hay que cuidar las temperaturas y tiempos de infusión de la variedad de té que se desee utilizar. ¡Los tés negros se comportan bien en líquido a 95 °C, por entre 3 y 7 minutos!

Ahora sí. Primero hay que verter en una olla profunda vino tinto seco, especias y demás ingredientes que puedan añadir aroma o sabor; algunas recetas incluyen jugos frutales, destilados como brandy o hasta sidra de manzana. Uno de los grandes secretos de esta preparación es cocer a fuego bajo, por no más de una hora, para extraer todos los matices especiados sin evaporar el alcohol del fermentado de uva. Una vez fuera del fuego, el té puede añadirse y dejarse infundir por el tiempo recomendado según su variedad.

Como cualquier otra preparación que incluya hojas y brotes de Camellia Sinensis entre sus ingredientes, el vino caliente con té debe colarse perfectamente una vez pasado el tiempo de infusión. Esto favorecerá un buen balance en boca, con toda la sapidez del propio té, sin los matices amargos provocados por su sobre extracción.

¡A disfrutar estas Navidades con té! escueladete.mx

También te conoce cómo es Çaydanlık, la tetera turca.

Cualquier viajero que recorra el Kapalıçarşı de Estambul, el Gran Bazar de la ciudad y uno de los mercados cubiertos más grandes del mundo, podrá hallar a su paso un sinfín de teteras de dos piezas apiladas, que recuerdan la estructura del samovar ruso pero que se diferencian rápidamente por su peculiar figura… Sí, querido lector, se trata del Çaydanlık, ¡la mítica tetera turca! Fotos: Escuela Mexicana de Té. 

Ya le hemos platicado que el té acompaña todos los aspectos de la vida diaria en este país transcontinental: la infusión de hojas y brotes de Camellia Sinensis, la planta del té, acompaña el desayuno y los descansos de trabajo, se emplea como signo de hospitalidad, negociación y amistad, y se sirve en las celebraciones especiales turcas siempre caliente. Ahí le va un dato revelador… Un estudio de Statista demostró en 2016 que Turquía consume la mayor cantidad de té per cápita en el mundo, superando a Irlanda y el Reino Unido.

La cultura del té en Turquía

Pero el furor del pueblo turco por el té no llegó hasta la caída del Imperio Otomano, cuando se perdió el control de las regiones productoras de café. Mustafá Kemal Atatürk, fundador y primer presidente de la República de Turquía, promovió el té como un hábito occidental. Los agricultores locales comenzaron a cultivarlo en las templadas tierras del norte del país, las çay bahçe (tiendas de té) se multiplicaron y el Mısır Çarşısı de Estambul (el Bazar de las Especias de la ciudad) se llenó de todo tipo de hebras aromatizadas con naranja, granada, rosas y jazmín. Casi al mismo tiempo apareció el Çaydanlık, posiblemente derivado del samovar ruso, una tetera ideal para servir a mucha gente gracias a sus dos receptáculos de infusión.

Hoy, esta peculiar tetera es esencial en todos los hogares turcos, no sólo porque permite servir múltiples tazas a la vez, sino también porque el calor indirecto del receptáculo de infusión superior permite extraer suavemente el sabor de las hojas de té sin quemarlas, mientras que el agua para dilución contenida en su pieza inferior permite que cada bebedor personalice su taza.

¿Cómo funciona el Çaydanlık?

Literalmente se trata de un infusor con dos teteras apiladas una sobre otra. El pote inferior se rellena con agua que se calienta directo sobre la llama, mientras que la olla superior recibe agua y hojas de té. El sistema permite que la temperatura del líquido de infusión en contacto con el té suba gradualmente, extrayendo todo su aroma y sabor sin quemarlo.

El servicio se realiza de forma similar al de un samovar… Los invitados reciben una infusión concentrada de té desde el hervidor superior, generalmente té negro, y después diluyen su taza con el agua del recipiente inferior. Esta dilución es clave para entender la ingesta diaria de cafeína de cualquier bebedor turco promedio, quien puede llegar a consumir hasta 10 tazas de té negro al día.

Los materiales asociados al Çaydanlık son variados y vistosos. Existen todo tipo de acabados: porcelana, acero y cobre, pintados o grabados de diferentes escenas tradicionales y colores.

Si bien casi cualquier tienda de enseres domésticos en Turquía reúne infinidad de ejemplares y delicadas piezas, en Occidente aún es difícil hallar teteras turcas auténticas. En México, sólo las casas de té más especializadas pueden llegar a ofrecerlas, siempre acompañadas de decorados vasos de vidrio y sets dedicados a vivir la experiencia como si se estuviera en Estambul. escueladete.mx