Un profundo amor por la naturaleza, las formas irregulares y el uso de materiales como el hierro fundido, acero y cristal, son los rasgos más identificables del art nouveau o modernismo. Al estilo arquitectónico se le ha llamado de muchas maneras en distintos países, pero algo es seguro: puedes pasar horas enteras admirando la belleza de cada detalle en estos edificios modernistas. Fotos: Cortesía, Unsplash, Adobestock y Wikimedia Commons.
Los edificios modernistas más bellos
Desde hace poco más de una década, el 10 de junio celebramos el Día Mundial del Modernismo. Esta iniciativa surgió en Hungría porque el fallecimiento de dos grandes maestros de este estilo, Antoni Gaudí (1926) y Ödön Lechner (1914), ocurrieron precisamente en ese día.
También conocido como art nouveau, ‘jugendstil’ y secesión, el modernismo se extendió por Europa entre finales del siglo XIX y principios del XX. Estas son apenas 7 muestras de edificios modernistas que dan cuenta de de la belleza que alcanzó.
Casa Batlló, España
Entre los edificios modernistas más bellos se encuentra esta, una de las siete obras de Antoni Gaudí en Barcelona consideradas Patrimonio de la Humanidad. Josep Batlló, empresario que había comprado este edificio en 1903, le dio total libertad creativa al arquitecto para restaurarlo. Lo que entregó fue una obra maestra llena de color, movimiento y luz. Usando materiales como piedra, vidrio y cerámica creó formas orgánicas que en algunas áreas parecen huesos y en otras escamas. Se le han dado diversas interpretaciones, como un ambiente marino o una representación de la leyenda de San Jorge.
casabatllo.es

Museo de Artes Aplicadas de Budapest, Hungría
Considerado también uno de los edificios modernistas más bellos del mundo, es obra de Ödön Lechner (llamado el “Gaudí húngaro”) y Gyula Pártos. Fue inaugurada en 1896 por Francisco José I de Austria, y algo muy emblemático son sus azulejos de porcelana Zsolnay en paredes tanto exteriores como interiores, además del techo; este evoca la arquitectura hindú e islámica. imm.hu/en

Secesión de Viena, Austria
A partir de 1898, esta fue la sede de un importante movimiento artístico vienés que se alejaba de lo conservador. El arquitecto Joseph Maria Olbrich ideó el proyecto, uno de los edificios modernistas más bellos del mundo, y en él participaron artistas como Gustav Klimt, quien diseñó el revestimiento de chapa de cobre en la entrada. También se inspiró en su obra la icónica cúpula, con más de 3,000 hojas de hierro forjado. En la actualidad es un pabellón donde se exhibe arte contemporáneo. secession.at

Hôtel Tassel, Bélgica
Es una de las obras que el arquitecto Victor Horta diseñó en Bruselas y se convirtieron en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se trata de un edificio pionero del art nouveau en Bélgica, caracterizado por sus líneas curvas decorativas que se funden con la estructura y por la distribución inteligente de la luz. Además de usar elementos como el metal, el cristal fue clave para crear un área de circulación iluminada de manera natural.

Alberta Street, en Riga, Letonia
No hay como elegir un solo edificio: ambos lados de esta calle letona están llenos de joyas y edificios del modernismo. El área fue construida entre 1901 y 1908, y en total, ocho de sus edificios son monumentos nacionales. Es fácil identificar elementos del estilo arquitectónico mediante los intrincados balcones, columnas y esculturas que decoran las fachadas. En la misma calle es posible visitar el Museo de Art Nouveau de Riga.

Casa Municipal de Praga, Chequia
Toda la fachada de este edificio gubernamental, inaugurado en 1911, contiene figuras alegóricas monumentales que aluden a hechos históricos y símbolos culturales. Entre los elementos decorativos hay esculturas antropomórficas y motivos florales, además de un espectacular domo; predominan materiales como el cobre y zinc pintados de ocre. En el diseño participaron artistas checos emblemáticos como Karel Špillar y Alphonse Mucha. obecnidum.cz

Edificio Lavirotte , Francia
Terminamos este listado de edificios modernistas con un espacio residencial a solo cinco minutos de la Torre Eiffel. Lo terminó Jules Lavirotte en 1901 y ese mismo año ganó un premio del ayuntamiento por la fachada más hermosa. En ella hay numerosas curvas, formas irregulares y esculturas; el arquitecto tuvo ayuda del ceramista Alexandre Bigot para la decoración. Se dice que en su fachada también hay alusiones a genitales masculinos: es famosa la puerta con aparente forma fálica.

Ya que estamos hablando de arquitectura, disfruta nuestra lista con 10 de las catedrales más hermosas del mundo.