Tomar fotografías de paisaje es lo que más le apasiona. El portafolio de Emma Lozano, fotógrafa mexicana, se compone de conmovedores encuentros con la indómita naturaleza, que le han regalado instantes inolvidables. Recordar las emociones y experiencias sensoriales de esos momentos es lo que valora de su profesión y busca transmitir en sus fotos. Fotos: Emma Lozano.
La mirada precisa de Emma Lozano
Oriunda de Aguascalientes, tiene 10 años dedicada a la fotografía. Mercadóloga de profesión, en algún momento decidió formarse como fotógrafa y abocarse a eso de lleno. Para ella, la fotografía es un lenguaje, pues transmite emociones: paz, melancolía, ruido, tragedia… Y eso se logra a través de todo el proceso: desde la exposición hasta la hora de editar.
Una de sus convicciones al hacer una toma no solo es lograr una buena foto, sino disfrutar del momento, divertirse, reír. “Debes tener la sensibilidad de vivir el instante que estás retratando y, después, al mirar la fotografía, recordar lo que sentiste y hasta a lo que olía”, afirma esta talentosa fotógrafa.
Encuentro inesperado
Emma se encontraba en La Paz, Baja California Sur, buscando tiburones maco, y tras tres horas de espera, inesperadamente apareció este grupo de orcas. “Aunque nunca se ha registrado un ataque a un humano de este, el depredador más grande del mundo, en su hábitat natural nunca sabes cómo van a reaccionar. Estuve a menos de un metro de distancia y fue una sensación hermosa y maravillosa”.
Adrenalina pura
Después de fotografiar las fauces de este cocodrilo, a menos de un metro de distancia, en Jardines de la Reina, Cuba, Emma se enrolló en su propio cuerpo y pensó que iba a morir. “Sentí mucho miedo”.
Oportunidad única para una fotógrafa
Lo que más reflexionó al fotografiar gorilas en Uganda es la increíble similitud que los seres humanos tenemos con ellos. En ese país no permiten que te acerques a ellos, a menos que ellos se acerquen a ti.
Contrastes al natural
Hay lugares que te retan. En Yellowstone, donde hay tanta naturaleza muerta, humo caliente y un fuerte olor a azufre, debido a las aguas termales de procedencia volcánica, esta fotógrafa quiso lograr una composición que fuera fría y caliente a la vez. “Los colores de la fotografía son fríos, pero al mismo tiempo, cálidos, gracias a la naturaleza circundante”.
Para ver más del trabajo de Emma Lozano, visita su IG: emmalozano. Allí también podrás enterarte de los workshops que organiza con grupos de fotógrafos, profesionales y semiprofesionales, en los que comparte cómo aprender a encontrar locaciones para transmitir sensaciones y emociones.
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