Piérdete en sus jardines distribuidos en doce hectáreas de la propiedad; maravíllate con la galería de arte extendida a lo largo de este hotel en Querétaro, cuyas obras datan de entre los siglos XVI y XIX, o pasa la tarde en la nueva alberca de 542 metros cuadrados. Esto es solo el inicio de lo que Hacienda Jurica by Brisas, concepto de alojamiento de Grupo Brisas, tiene preparado para ti. Fotos: Gabriel Núñez

Relájate en este hotel con alberca de Querétaro

La majestuosidad de la naturaleza se asoma en cada detalle de este hotel. En las bugambilias frondosas, en los tres árboles de hule que presumen más de 500 años de historia, en el canto de los pájaros y en esa temperatura cálida del Bajío que abraza el cuerpo. Y claro, en su renovada alberca climatizada de 542 m², con profundidades que alcanzan hasta 1.70 metros y una cascada que invita a refrescarse. Todas son señales claras de que llegaste al lugar perfecto para reconectar contigo, para hacer una pausa y dejarte llevar por la calma. Hablamos de Hacienda Jurica by Brisas, en Querétaro.
Es difícil no sentirse inspirado, pues la construcción original de esta hacienda del siglo XVI aún vibra en cada rincón. La notarás en las ocho carretas distribuidas a lo largo del alojamiento, en sus techos altos y en sus cinco jardines con fuentes, donde los cardenales rojos revolotean en primavera y los periquitos verdes hacen presencia algunas veces en el año.
Elige tu habitación en el hotel más grande del estado
Son 12 hectáreas las que abarca Hacienda Jurica by Brisas. Cada espacio tiene algo que contar, y la naturaleza que rodea la alberca de este hotel lo hace aún más encantador. El arte se convierte en excusa para perderse entre los pasillos de sus 239 habitaciones, razón por la cual ostenta el título del hotel más grande del estado de Querétaro.
Las habitaciones Deluxe conservan un aire clásico que honra los 56 años de historia del lugar. Algunas tienen balcón, y asomarse ahí a ver cómo transcurre el día es un auténtico placer. Por su parte, las habitaciones contemporáneas, llamadas Brisas Business Club, fueron edificadas en 2016 y ofrecen una experiencia más sofisticada, ideal para quienes viajan por negocios y buscan diseño y funcionalidad, sin renunciar a la atmósfera del lugar.

Relájate y disfruta del clima veraniego
Después de relajarte en la alberca de este hotel de Querétaro, llega el momento de decidir cómo continuar el día, y el spa es una gran opción. Cuenta con tres cabinas, una para parejas, donde se pueden agendar desde masajes descontracturantes —para liberar tensiones cotidianas— hasta experiencias integrales para cuerpo y rostro, que incluyen exfoliación, facial y masaje. Las puedes culminar con una copa de vino y trufas de chocolate.

Restaurante Los Hules: parrilladas, brunch dominical y cocina queretana
Para seguir disfrutando de este hotel con alberca en Querétaro, toca probar los sabores del restaurante Los Hules, ubicado frente a la alberca. Desde temprano están listos con su buffet —chilaquiles, pan dulce recién horneado y guisados mexicanos— y el fin de semana se vuelve especial: los sábados hay parrillada y, los domingos, brunch con platillos como el típico menudo.
Por la tarde, la carta rinde homenaje a la cocina queretana. El chef ejecutivo Martín Nava ha hecho una recopilación de recetas contadas por los habitantes de la región. Entre los imperdibles están las enchiladas queretanas con adobo de chile guajillo y queso de rancho o panela; las gorditas con migajas de carnitas, hechas con maíz morado nixtamalizado ahí mismo; y el chile exconvento (de los recetarios del antiguo convento Santa Rosa de Viterbo), relleno de queso y ralladura de piloncillo, bañado en caldillo de jitomate. Todo es acompañado por alguna de las 11 etiquetas seleccionadas de Bodegas de Santo Tomás, que te transportarán a los viñedos de Baja California.

¿Más razones para hospedarte en este hotel con alberca en Querétaro?
Claro que sí. Si lo tuyo es cocinar o simplemente quieres una experiencia más cercana a la gastronomía, también hay clases privadas. En ellas, el chef Nava, originario de Acapulco, comparte recetas que evocan los sabores del Pacífico. ¿Una muestra? El huachinango a la talla cocinado a las brasas, con chiles guajillo y ancho. Puro sabor a mar.
Al final del día, el bar —con muros de piedra y sillones de piel que invitan a quedarse— tiene una carta con más de 40 cócteles clásicos: margaritas, piñas coladas, Negroni… Perfectos para cerrar el día con charla amena y sentir que esa tarde en la alberca fue, en efecto, un gran día en este hotel de Querétaro.



Ahora sí, ya tienes la excusa perfecta para escaparte a Querétaro y disfrutar del verano con mucha alegría desde la alberca del hotel Hacienda Jurica by Brisas. Reserva aquí.
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