Primer paso: viaja en verano o en otoño a una de las grandes ciudades del segundo país más grande del mundo: Canadá. Y luego ve a su “patio trasero”, una región natural que te invita a disfrutarla con diferentes actividades al aire libre. Texto: Elsa Navarrete / Fotos: Cortesía. 

Outaouais, cerca de Ottawa

Solo hay que cruzar el río Ottawa, ya sea por uno de los puentes en automóvil o por un aqua taxi, para estar en esta región de Quebec en menos de 20 minutos. Ahí se aloja el Museo Canadiense de Historia, el museo más visitado del país, que revela la cultura de las Primeras Naciones de Canadá.

Otro de los imperdibles es el Parque Gatineau, con 20 lagos, playas y 200 kilómetros de senderos. Haz senderismo y luego un pícnic en el mirador Champlain para gozar de una vista impresionante hacia el valle; también se puede acampar.

Finaliza la jornada con una visita al spa más grande de América del Norte. En Nordik Spa-Nature disfrutarás relajación a la escandinava: piscinas exteriores y una interior con sal en la que flotas, saunas, baños de vapor, áreas de descansar y restaurantes.

Charlevoix, cerca de Quebec

En una hora cuarenta minutos desde la ciudad de Quebec llegarás a esta región histórica y natural que abre el apetito a cada paso. Conocida por su pasión gastronómica, ofrece La ruta de los sabores con alrededor de 26 productores y casi 20 restaurantes. Y todos ellos merecen una visita.

Podrás degustar panes artesanales, quesos multipremiados, un vino de jitomates (todo un éxito) y sidras únicas. También cultivan cereales y 40 diferentes vegetales, y crían patos, aves y reses, entre otros animales.

La isla de Vancouver, cerca de Vancouver

Para llegar a esta gran isla costera del océano Pacífico, perteneciente a la provincia de la Columbia Británica, tienes que tomar el ferry desde la ciudad de Vancouver, en la Columbia Británica, en Canadá. Después de un viaje de 45 minutos, arribarás a la ciudad de Victoria, un sueño de casas victorianas y de callejones empedrados repletos de restaurantes y boutiques.

El principal atractivo de estas islas es su naturaleza salvaje, siendo un punto de referencia para la observación de ballenas y de tormentas eléctricas más impresionantes, y para el mejor surf de Canadá. Esto especialmente en Tofino, en la costa oeste.

Banff, cerca de Calgary

A menos de una hora y media de la ciudad de Calgary, en Alberta, este poblado se encuentra dentro del Parque Nacional Banff, en las Rocallosas canadienses, las cuales son el escenario perfecto para diferentes actividades memorables.

Entre montañas, bosques infinitos, lagos, glaciares, ríos y cañones… El paisaje natural dominará tu vista. Admira la belleza del lago Louise mientras haces kayak, y después relaja tu cuerpo en las aguas termales de Banff Upper Hot Springs.

Niágara, cerca de Toronto

A solo una hora y media de Toronto, esta región de Ontario no solo presume la maravilla natural que son las Cataratas del Niágara con una anchura casi de un kilómetro, sino también una excelente producción de vino. Ubicada entre el lago Erie y el lago Ontario, encontrarás extensas zonas de viñedos con aproximadamente 70 bodegas.

Además, podrás ir a grandes restaurantes, descansar en sus playas, hacer senderismo, ciclismo y yoga en sus amplios espacios verdes, y hacer kayak, bucear y rafting en sus lagos y ríos. mx-keepexploring.canada.travel

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