Primavera es sinónimo de té helado… ¡Es lógico!, el calor de la temporada obliga a los consumidores de todo el planeta a beber una taza fría y refrescante. Hace 200 años, era impensable. Servido desde tiempos coloniales y popularizado en el Siglo XX, no hay duda de que el té helado es hoy una de las bebidas más populares del planeta entero. Pero, ¿cómo surgió?, y más importante aún, ¿cómo logró conquistar a millones de consumidores en el Nuevo Mundo? Allá vamos. Fotos: Escuela Mexicana de Té.
Hielo divino tesoro
Si bien el té ha sido consumido en Estados Unidos desde la época colonial, la posibilidad de servirlo con hielo era un sueño de locos hasta finales del Siglo XIX. Los colonos solían cortar grandes trozos de hielo de estanques y lagos congelados en invierno, y luego aislarlos con aserrín para mantenerlos en estado sólido durante la primavera y el inicio del verano. Sin embargo, en el sur de los Estados Unidos, la posibilidad de hallar nieve o hielo era verdaderamente imposible.
A finales del Siglo XIX, los empresarios de hielo de los estados del norte comenzaron a enviar hielo a los territorios del sur y el Caribe. Los estadounidenses rápidamente comenzaron a dominar el comercio de hielo y, de acuerdo con algunos documentos históricos, una buena razón era la posibilidad de servir té en las rocas.
Si bien las primeras referencias de té con hielo atendían a mezclas de la infusión de Camellia Sinensis (la planta del té) cargadas con alcohol, no fue hasta finales del siglo XIX que la bebida comenzó a ganar notoriedad. ¡Es cierto!, la primera referencia de té helado sin alcohol está impresa en el libro de cocina Buckeye de Estelle Woods Wilcox, publicado en 1876.
La bebida que todos quieren
La popularización de la bebida, como cualquier amante del té lo sabe, llegó en 1904. La historia cuenta que Richard Blechynden, un comerciante estadounidense, instaló un puesto de té caliente dentro de la Exposición Universal de San Luis. Al darse cuenta de que muy pocos visitantes deseaban una bebida caliente con el intenso calor del verano, decidió agregar hielo a la infusión.
Los visitantes se refrescaron con té helado y llevaron el nuevo estilo a sus hogares en todo Estados Unidos y el mundo. La prohibición ayudó a masificar la bebida; clubes y hoteles en busca de sustitutos para la venta de licores se inclinaron hacia tés helados fuertes o ponches de frutas vírgenes, bebidas con la ventaja de ser sabrosas pero legales.
Cuando los refrigeradores domésticos con congeladores estuvieron disponibles para el mercado estadounidense, a partir de las décadas de 1920 y 1930, la gente ya había desarrollado un profundo apego por la infusión.
¡Imagínelo…! De acuerdo con cifras de la Asociación de Té de los Estados Unidos cerca del 85 por ciento del té que hoy se consume en territorio estadounidense se sirve helado. Sin importar si se mezcla con licores o destilados, o se prefiere té negro por encima de verde o blanco, beber té helado es una singular e icónica tradición del Nuevo Mundo.
¿Y cómo se prepara…?
Una y otra vez le hemos dicho que básicamente cualquier tipología de té o tisana puede servirse en frío, sin embargo, en Estados Unidos la expresión “té helado” atiende a una receta particular a base de té negro.
Las hojas sueltas o sacos se infunden en directamente en jarra, con agua a punto de ebullición por 8 minutos; después se agrega azúcar y se deja enfriar a temperatura ambiente. El servicio siempre se realiza en vasos largos con hielo, sobre los cuales se vierte el té frío al compás de rodajas de limón. escueladete.mx