Sí, es imposible pensar en Japón sin hacer referencia al té verde. Sí, también es imposible hablar de esta fascinante expresión de la camellia sinensis (la planta del té) sin apuntar a sus múltiples beneficios a la salud. Fotos: Escuela Mexicana de Té.
Además de placentero y delicioso, el té verde nipón ha cautivado la atención del mundo entero gracias a su composición nutricional. Japón cuenta con una de las poblaciones más longevas del mundo y la gran afición que sienten sus ciudadanos por la infusión no es ninguna casualidad.
Ya hemos dicho que tés verdes y blancos contienen mayor proporción de antioxidantes en comparación con otras expresiones de la camellia sinensis, ¿la razón?, suelen elaborarse con hojas más jóvenes, repletas de estos compuestos. Sin embargo, en el caso particular del té verde japonés, es la peculiaridad de su proceso productivo la que lo hace tan preciado: las hojas se cosechan y se someten a un proceso de detenimiento con vapor para evitar su oxidación. El método permite preservar un altísimo porcentaje de catequinas, polifenoles, vitaminas, minerales…
Aunque todos los ejemplares del terruño japonés destacan por sus compuestos benéficos, cada variedad posee propiedades particulares. Tome nota.
Elaborado con hojas gruesas y grandes, obtenidas después de la nueva estación, el Bancha es uno de los tés puros de mayor consumo en Japón, apreciado por sus notas marinas y herbáceas. Las hebras tienen más tallos y peciolos y, por tanto, menor contenido de cafeína y taninos. Su alto contenido en flúor lo hace ideal para combatir mal aliento y proteger los dientes.
Vayamos al Sencha, uno de los mayores exponentes del territorio nipón. Sí, el Sencha representa más del 50 por ciento de la producción total de té en Japón. Apreciado por su complejidad gustativa, se trata de un té puro de cosecha temprana, cuya infusión desarrolla un color verde intenso, casi esmeralda, así como notas marinas y herbales. Su alto contenido de vitamina C y antioxidantes lo han hecho un aliado para prevenir el envejecimiento celular.
Mención especial merece el Gyokuro, té puro elaborado con brotes tiernos, muy fragantes y concentrados en clorofila debido a su cosecha en sombra. Sus hebras verdes brindan una infusión dulce, equilibrada y libre de notas amargas. Al tratarse exclusivamente de brotes, posee más cafeína que el sencha y es extremadamente rico en antioxidantes, vitamina C, flúor y un sinfín de minerales.
Poco difundido fuera de Japón, el Kokeicha es un té que se elabora a partir de polvo de té verde mezclado con agua y pasta de arroz, y se moldea en forma de agujas delgadas. En taza desarrolla notas de algas marinas, minerales y vegetales cocidos. Su contenido de cafeína es mucho menor en comparación con el Gyokuro, aunque mantiene una excelente proporción de antioxidantes y vitaminas.
¿La joya de la corona? ¡Matcha!
Como ya hemos mencionado, el Matcha es un té puro que se elabora con brotes y hojas que se cultivan y cosechan a la sombra, molidos cuidadosamente hasta formar un polvo fino, muy brillante y amargo. Sí, al tratarse de hojas enteras molidas, el matcha guarda los aromas y sabores más puros de la camellia, así como todos sus compuestos benéficos; además de placentera, una taza de matcha ofrece mayor proporción de polifenoles, catequinas, vitaminas y minerales en comparación con cualquier otra variedad de té verde.