Si debiéramos elegir un único ingrediente que fuera capaz de exaltar todos los aromas y sabores del té, en sus múltiples tipologías y expresiones, la respuesta sería sencilla… ¡Queso y té! Descubre por qué este elemento es ideal para acompañar tu bebida favorita. Fotos: Escuela Mexicana de Té.

 

Los efectos de esta unión

 

Lejos de tendencias y modas globales, es importante saber que la unión que forman “queso y té” es mucho más antigua de lo que parece y, por encima de todo, absolutamente lógica. Como el vino, la infusión de Camellia sinensis ofrece toda una gama de sabores y sensaciones en boca, capaces de aminorar, neutralizar o potenciar a su contraparte líquida. Mientras que el queso, en su gloria infinita, ofrece un incomparable equilibrio a la astringencia, acidez, dulzor, salinidad y amargor del té.

 

queso y té maridaje

 

Hace algunos años, los productores de quesos de Wisconsin dieron en el clavo. El té posee características sensoriales similares al vino, así como taninos, que permiten un maridaje óptimo. Sin embargo, el beneficio que ofrece una bebida caliente es mucho más sorprendente; el calor del té extrae aromas y sabores subyacentes, algo que una bebida fría nunca podrá hacer. Fascinante, ¿a poco no?

Armonizaciones ideales

 

De forma genérica, es posible apuntar a casamientos infalibles a la hora de combinar té y queso. Los tés blancos acompañan bien a quesos frescos con bajo contenido de sal y buen nivel de acidez. Por su parte, los tés verdes combinan perfectamente con quesos curados o ahumados, como el Provolone o el auténtico Manchego.

Para el té negro, dejamos los quesos de hongo azul, con altísima potencia aromática y gustativa. Y los pu-erh, dependiendo su estilo y método productivo, hacen lo propio con cuajados de leche ultra maduros e incluso aderezados con especias, pimientos y un sinfín de ingredientes picantes. Una taza de Sheng pu-erh es sublime al compás de nuestro excepcional Cotija.

 

queso y té

 

“¿Y los oolong?”. Productores en todo el planeta apuntan al perfecto matrimonio que integran distintos derivados lácteos con esta tipología de té. El tradicional queso Montague de leche de oveja y vaca, de sabor medio, con buen balance graso, es delicioso con las notas florales de los oolong de baja oxidación.

Los Doble Crema, en sus múltiples variantes regionales, de textura suave, cremosos y profundos, son inigualables con oolong de oxidación media blendeados con duraznos y frutos de hueso. Ni qué decir del encuentro entre tés oolong de alta oxidación con quesos de hongo blanco, particularmente Camembert, Brie, Brillat-savarin y Coulommiers.

 

Sin límites

 

La quinta esencia del maridaje queso y té llegó hace algunos años, envuelta en una frase: ¡Cheese tea! Imagine usted una bebida masiva, casi viral, en la que tés verdes, negros, blancos, oolong y pu-erh se cubren con queso crema espumoso. Después, se espolvorean con sal marina o azúcar para provocar una experiencia gustativa fuera de este mundo.

 

cheese tea

 

La tendencia comenzó hace algunos años, en modernas casas de té de Asia. Establecimientos como Heytea, Royaltea y Regiustea, todas con sede en China, comenzaron a combinar la infusión de hojas y brotes de Camellia sinensis con queso crema espumoso.

¿El resultado? Una bebida esponjosa, cremosa y rica, con un toque de salinidad que ayuda a potenciar los matices aromáticos y gustativos del té. Singapur, Taiwán, Malasia, China, Canadá y Estados Unidos, particularmente Nueva York y Los Ángeles, se cuentan entre los destinos que adoptaron la tendencia en los últimos años.

 

Receta del Cheese tea

 

La receta es simple: el té se infunde en frío, sumergiendo las hojas de té en agua a temperatura ambiente durante ocho horas. Una vez lista, la infusión se sirve con una proporción perfecta de 80 por ciento té y 20 por ciento queso crema espumoso. Libremente, casas y barras de té en todo el mundo también han ido incorporando ingredientes como chocolate, yogur, cereales y todo tipo de frutas a la infusión.

Sin embargo, una única regla persiste: los dos elementos de la bebida, queso y té, deben permanecer separados. Nunca deben utilizarse popotes para beberla; por el contrario, la taza debe tomarse con la boca, dejando a quienes se atreven a probarla un inevitable bigote de queso. escueladete.mx

 

 

También lee: Bubble tea, una bebida refrescante y divertida

LEE nuestra
revista digital

Febrero - Marzo 2024
Febrero - Marzo 2024

FOOD AND TRAVEL PLAY

Escuela Mexicana de Té

Escuela Mexicana de Té

Institución dedicada a la enseñanza y formación de profesionales en apreciación, cata, diseño y servicio especializado de té. Diariamente trabajamos con el único objetivo de divulgar el carácter cultural, artístico, científico y comercial de esta milenaria bebida. Somos miembros activos y la única institución de educación profesional en México reconocida oficialmente por el International Tea Committee, además de colaborar continuamente en el desarrollo de programas académicos internacionales junto a la Tea and Herbal Association of Canada.

Te podría interesar

Más sobre