La miel, el chile y la cúrcuma le dan carácter a las nueces,

mientras que la ensalada resalta con la adición de limones asados de sabor agridulce.

Porciones: 4 porciones

2 limones, sin semillas y cortados en rebanadas delgadas
2 cdas. de aceite de nuez
4 cabezas de achicoria, con las hojas exteriores removidas y el núcleo interior rebanado en cuartos
50 g brotes de chícharo o brotes de berros
75 g de habas, cocidas
Un puñado de hojas de orégano fresco

Para las nueces

Precalentar el horno a 180 °C. Para las nueces, colocar la miel, la cúrcuma, las hojuelas de chile y una pizca de sal en un tazón pequeño y revolver hasta obtener una pasta; añadir un poco de agua si la mezcla es demasiado espesa. Incorporar las nueces. Extender la mezcla sobre una charola cubierta con el tapete de silicón y hornear durante 15 o 20 minutos, o hasta que las nueces estén doradas pero aún pegajosas. Retirar del horno y dejar que enfríe.
Aumentar la temperatura a 200 °C. Llevar una pequeña cacerola con agua a ebullición, añadir las rebanadas de limón y cocer durante unos minutos. Escurrir y transferir a una charola para hornear cubierta con tapete de silicón, formando una capa.
Rociar con aceite, sazonar con sal y cocinar por 15 minutos o hasta que las rebanadas de limón hayan comenzado a dorarse.
Añadir la achicoria y, si es necesario, un poco más de aceite. Hornear durante otros cinco minutos. Dejar que enfríe.
Para servir, revolver los brotes de chícharo con los limones y la achicoria, y después, esparcir las nueces, las habas y el orégano.

Vino blanco con aromas de lima, acacias, tierra mojada y miel. En boca es fresco.

Sugerencia: Pinot Grigio, Kellerei Cantina Terlan.