¡Hoy es el Día Nacional del Tequila! y para celebrarlo como se debe, les mostramos las diferentes clases de tequila que hay, así como varios datos que confirman que sigue siendo uno de los espirituosos más populares de México. Fotos: Adobe Stock / Cortesía.
Uno de cada tres espirituosos que se consumen en México son tequila, lo que lo convierte en la bebida de mayor preferencia en el país. En México se consumen alrededor de 80 millones de litros anuales. A nivel internacional llega ya a más de 120 países, registrando una exportación superior a los 222 millones de litros.
Asimismo, de acuerdo con los datos oficiales del Consejo Regulador del Tequila (CRT), el 2019, fue el año con mayor registro de producción de tequila, ya que se produjeron 351.7 millones de litros de tequila, producción equivalente a 669 litros por minuto.
Español e indígena, nativo y mestizo, el tequila es el claro ejemplo de la fusión de las culturas y una de las bebidas más emblemáticas de nuestro país. Este elixir, dorado o plateado, es privilegiado, aunque no siempre lo fue así; pues incluso durante el siglo XX, pasó del desprecio al prestigio.
Tequila solo hay uno, sin embargo existen diferentes clases, mismas que puedes identificar sin necesidad de ser experto. Y hoy, que se celebra el Día Nacional del Tequila -cada tercer sábado de marzo-, te compartimos una guía útil, de acuerdo al CRT, que conforme más conozcas sobre este destilado, más comprenderás por qué “con tequila las penas son menos, pero las alegrías más”.
Blanco
Es la presentación clásica, tal y como surge del alambique, después del proceso de destilación. Por muchos años éste fue el único tipo de tequila y se mantuvo hasta el arranque de la segunda mitad del siglo XX. Actualmente se le denomina joven, pues no reposa en ninguna barrica de madera, si quieres saborear la verdadera expresión del agave tequilana weber, ésta es la mejor opción.
Reposado
Fue aproximadamente a finales de 1974, cuando algunas empresas almacenaron, por necesidad, al tequila blanco en grandes barricas de roble o encino. El resultado fue una bebida más suave al paladar y con una coloración más oscura. Es gracias a este descubrimiento que se impulsó el renacimiento de otras categorías del tequila. Actualmente, por lo menos debe reposar dos meses y conforme más tiempo descanse en la madera, se convertirá en un líquido más redondo y suave para el paladar.
Joven
Su nacimiento y consumo puede ser una controversia para los puristas, pues su elaboración acepta el uso de agua para diluir. Además puede ser también, el resultado de las mezclas de tequilas blanco con tequilas reposados o añejos. De igual forma es posible que contenga color caramelo, extracto de roble o encino natural, glicerina para suavizar la sensación en el paladar y jarabe a base de azúcar.
Añejo y extra añejo
Son dos tipos de tequila diferentes. El primero debe de madurar por lo menos un año en barricas de roble o encino para considerarse como tal. Es uno de los más sofisticados, por eso te recomendamos pedir la copa flauta para degustar sus notas a vainilla, especias y madera. Mientras que, para ser extra añejo, su maduración se debe extender por lo menos tres años.
100% de agave tequilana weber
Que aparezca una leyenda similar a esta en la etiqueta de alguna botella es símbolo de calidad. De hecho, para ser llamado tequila, la bebida en cuestión debe de tener por lo menos 51% de los azúcares del agave tequilana weber. Por eso usar a totalidad y sin enriquecer con otros azúcares de distintos orígenes, hace del mismo un elixir excepcional y merecedor de degustarse en una copa para apreciar todas sus bondades.
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