En la costa oaxaqueña, donde el mar se encuentra con la selva, yace Kymaia, un hotel que sorprende con su arquitectura regenerativa y diseño orgánico, así como por su propuesta gastronómica de temporada. Esta filosofía fue creada por el chef Eduardo García y su equipo a través de tres restaurantes: Septimus, Huachinango Bar y La Cueva. ¿Quieres conocer más? Acá te contamos todo de estos spots en Puerto Escondido. Fotos: Cortesía
Eduardo García, el chef detrás de los restaurantes Máximo y Lalo!, ha encontrado en Playa Puertecito, en Puerto Escondido, no solo un nuevo escenario, sino un reencuentro con sus raíces. «Es como regresar al rancho donde crecí, pero con mar», cuenta. La invitación vino de su socio y amigo, Ezequiel Ayarza Sforza, fundador de Casona Sforza y mente detrás de Kymaia. El llamado no era menor: crear una propuesta gastronómica que honre los ingredientes oaxaqueños a través de una mirada contemporánea, en una tierra que, como él mismo afirma, «necesitaba buena comida».

Al frente de la operación diaria de este trío de restaurantes está la chef ejecutiva Fernanda Martínez, con quien el chef Eduardo García comparte una visión clara: cocinar desde la despensa local, sin recetas fijas ni promesas imposibles. «Aquí no hay menú que aguante el oleaje. Hay días que no hay pescado, aunque estemos a 100 metros del mar», explica. Ese vaivén se convierte en virtud: la carta cambia al ritmo de la costa, los mercados y los agricultores que comienzan a transformar el paisaje productivo de Puerto Escondido y de la región.
El chef Eduardo García y un equipo de cómplices
García y su equipo trabajan con una granja familiar que practica agroforestería, modelo sustentable que integra árboles, cultivos y ganado en un mismo sistema. De ahí llegan calabacitas, quelites silvestres y frijoles nativos a las cocinas de los restaurantes. Y, en los alrededores de este hotel en Puerto Escondido, otra familia siembra cacahuates. Estos ingredientes se transforman en platos llenos de identidad y carácter. Uno de los emblemas es la tostada de frijol con salsa macha, cuya simpleza revela la profundidad de su origen: “la idea es que quién se siente a la mesa pruebe los sabores y el territorio”.
Los restaurantes del hotel, cada uno con su personalidad, proponen distintas maneras de experimentar esa filosofía en Puerto Escondido. Septimus, de líneas depuradas y atmósfera elegante, juega con técnicas clásicas y presentaciones minimalistas. Ahí, platos como el rigatoni con caviar demuestran que el lujo también puede tener alma local. Huachinango Bar, más relajado, captura el espíritu de la playa y el mar: imperdible su ceviche de pulpo marinado en cítricos y servido con maíz tatemado. Por último, La Cueva, un comedor subterráneo de atmósfera casi mística, permite una experiencia íntima y sensorial: el rib eye con puré de papa y espárragos de montaña se convierte en protagonista absoluto.

Restaurantes en Puerto Escondido con propósito
Más allá de las técnicas o los platillos, el chef busca impulsar nuevas generaciones de cocineros. “Este proyecto con restaurantes en Puerto Escondido es también es una escuela, una plataforma para formar gente que entienda el valor del producto, de la tierra, del respeto al entorno”, asegura.



La visión del chef Eduardo García para Kymaia no es replicar fórmulas exitosas ni importar estilos. Es, más bien, sembrar algo nuevo. En una región donde la biodiversidad se mezcla con una cultura viva, eso requiere sensibilidad, paciencia y una pasión genuina por el oficio. “Puerto Escondido ya tiene el paisaje, lo que le hacía falta era una cocina que le hiciera justicia”, concluye.
Hoy, ese lugar existe. Y cada plato que se sirve en Kymaia es un paso más hacia esa utopía tangible, en donde el lujo está en lo auténtico y en lo local. ¡Conoce pronto estos restaurantes en Puerto Escondido! IG: kymaiahotel
Después de conocer más de estos nuevos restaurantes, ¿ya te dieron ganas de visitar Oaxaca? Acá te proponemos un road trip desde la capital del estado hasta las playas de Puerto Escondido.