¿Qué tienen en común estados como Nuevo León, Sinaloa, Coahuila y Sinaloa? Además de estar ubicados en el norte de México, cuentan con una gran tradición culinaria, en la que el asado de carne está profundamente arraigado a la cultura popular. Buscando extender esta práctica el resto del país, y contando con la presencia de la Asociación Mexicana de Parrilleros, se llevó a cabo en la explanada de Campo Marte, la segunda edición de Maestros de la Parrilla, un festival gastronómico en el que participaron expertos en el arte del carbón, dispuestos a enseñarnos sus mejores técnicas.
Guiados por nuestros sentidos que ya se encontraban exaltados ante un panorama de opulentos manjares, descubrimos los ahumadores, que resguardaban en su interior pollos enteros, clavados en una latas de cerveza sobre la que se cocinaban lentamente.
Adquiriendo una terneza indescriptible que más tarde pudimos disfrutar. Caminamos luego entre los costillares que se habían estado cocinando durante horas a 350ºC al calor del carbón. Celosamente cuidadas, estas piezas de carne se bañaban en una salmuera especiada cada 40 minutos, con el objetivo de formar una exquisita costra que bien valía el esfuerzo.
La res y el cerdo fueron introducidos por los españoles durante la Conquista; sin embargo, los pueblos nómadas que habitaban esta región árida, ya apreciaban la carne que obtenían de la caza de animales como venados o conejos.
De aquellos tiempos remotos, algunas técnicas de cocción se preservan hasta nuestros días. Tal es el caso del espetón, que consiste en ensartar carne con un palo para luego cocinarla cercana a una fuente de calor, de manera horizontal.
Hallándose de este modo, llamó nuestra atención un suculento pork belly, del que se desprendían deliciosos aromas.
Durante nuestra visita, pudimos también platicar con don Arturo Gutiérrez, experto en carne asada y quien se encontraba preparando una discada para 400 personas.
Este platillo, cuenta con su propia leyenda, en la que un grupo de campesinos se reunió en torno al disco grande que usaban como herramienta de siembra, para utilizarlo como utensilio de cocina.
En él, mezclarían una serie de ingredientes para dar vida a este exquisito guiso, que don Arturo prepara con tocino, chorizo, carne de res y de puerco, y pimiento morrón.
Padre de Alejandro Gutiérrez, fundador de la Asociación Mexicana de Parrilleros, y originario de Monterrey, nos cuenta que la carne asada es una parte fundamental de su vida cotidiana:
“para nosotros es una religión, en la casa prendemos el carbón de tres a cuatro veces por semana”, nos dice. Para él, esta costumbre representa “el gusto de estar con los amigos y de convivir con la gente”.
Si te interesa formar parte de la AMP para compartir tus recetas y participar en los encuentros que se llevan a cabo en torno a los asadores de todo el país entra soyparrillero.mx. Y prepárate porque en septiembre tendrá lugar el Grill Master en Monterrey, una gran fiesta de la carne en la que tú también podrás cocinar.