La caña es el «bastoncito» blanco que venden en los mercados y que las abuelitas le ponen al ponche de Navidad para que lo mordisqueemos. Sin embargo, también es el insumo básico para la elaboración del azúcar; y a partir de los subproductos de ella, como el jugo o la melaza, se obtiene un tipo de aguardiente (después de la fermentación y la destilación). Dependiendo el proceso y el lugar de origen, al aguardiente de caña se le puede conocer como Ron, Cachaça, Charanda (típico de Michoacán) o Zacualpan (típico de Morelos), entre muchos otros nombres. Y a pesar de que la caña es originaria de Nueva Guinea, con sus destilados se producen algunas bebidas muy mexicanas, como las que aquí te presentamos.
Jobito
El jobo o jobono es una especie de ciruela amarilla que crece en zonas tropicales. Con él, se elabora un licor en la Huasteca veracruzana, hidalguense y potosina. La fruta se machaca y se macera con el aguardiente y azúcar o piloncillo, pudiendo servirse el licor con la pulpa y las semillas.
Torito
Existen dos versiones de esta bebida: la que se consume en Veracruz y se conoce también como “torito boqueño”, elaborada mezclando aguardiente de caña con frutas de temporada, leche evaporada y endulzante. Según la leyenda, se originó hace cerca de un centenar de años, cuando era costumbre que los jornaleros luego de un arduo día de trabajo, mezclaban frutas con el destilado de caña -para tener la fuerza de un toro-. La otra versión, es popular en el Estado de México, y se prepara con jugo de naranja, cebolla, chiles en vinagre y aguardiente de caña o tequila.
Moscos
De este singular licor toluqueño elaborado con cáscara de naranja y aguardiente, se producen cuatro variedades: A para damas, AL para jóvenes, ALM para señoras y ALMA para suegras, cada una con diferente grado alcohólico, y según dicen, beber de esta última se siente como un piquete de mosquito. El proceso fue registrado en 1927 por la familia Almazán, cuyas primeras letras designan cada variedad. Algunas otras versiones de este licor elaboradas con otras frutas, también se conocen como moscos.
Rompope
La historia de este “licor de huevo”, está profundamente ligada a la historia misma del Virreinato. Se cuenta que en esta época, donde las principales ciudades de Nueva España estaban abarrotadas de conventos católicos, una monja de la congregación de Santa Clara en Puebla, creó esta bebida para deleitar a sus visitantes. Aunque actualmente existen distintas versiones de la receta, todas coinciden en los ingredientes básicos: leche, yemas, aguardiente de caña y especias, e incluso en algunos estados se le puede encontrar saborizado con almendras, piñones, pistache, café, etc.
Damiana
Esta es una de las bebidas mexicanas típica de Baja California Sur y Sinaloa comúnmente se sirve como digestivo. Su elaboración se realiza a partir de una fragante planta del mismo nombre, que suele crecer de forma silvestre en zonas áridas; con la cual se prepara una infusión en aguardiente hasta que éste toma un color ocre. Según la creencia popular, este licor tiene propiedades afrodisiacas, antidepresivas y relajantes.