Como ha sido evidente en el último año, el turismo y la restauración han sido dos de las industrias más golpeadas por la emergencia del Covid-19 a nivel global. Dentro del apartado turístico, entre las más afectadas por la crisis están las aerolíneas. Fotos: Unsplash.
2020: año de pérdidas
Para ponerlo en cifras, de acuerdo con Braulio Arsuaga, presidente del Consejo Nacional Empresarial Turístico (CNET), la oferta de asientos pasó de 800 mil a solo 100 mil.
A ello se debe sumar la reducción en un 94% del tráfico aéreo registrado en abril, cifra que se fue contrayendo hasta un 49% en octubre de 2020, mes en que la mayoría de las actividades turísticas y de negocios ya se encontraban operando con relativa normalidad y frecuencia.
Otro ejemplo: la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) anunció en noviembre de 2020 que el sector aéreo tendría una pérdida de 118 mil millones de dólares para el cierre del año.
Las aerolíneas en crisis piden auxilio
Con este escenario, fue el 30 de junio de 2020 cuando Aeroméxico anunció que se acogía al capítulo 11 del código de bancarrota de los Estados Unidos, como ya lo habían hecho Avianca y LATAM, las otras dos grandes aerolíneas en crisis de la región. De acuerdo con estas compañías, la decisión fue tomada para ajustar sus finanzas y convocar a nuevos inversionistas que apuntalen sus operaciones.
Sin embargo, el recrudecimiento de las medidas sanitarias, derivadas del repunte de contagios, amenaza con hacer más severa la crisis de estas compañías.
Nuevas dificultades
La poca demanda de vuelos largos, las restricciones de entrada a determinados países, así como el crecimiento de las líneas de bajo costo que cubren frecuencias de corta distancia, ralentizan la recuperación de estos gigantes.
A decir de esta aerolíneas en crisis, sin la inyección de capital gubernamental será difícil cumplir con sus objetivos financieros. Por ello, han comenzado a tomar medidas específicas para paliar los altos costos de operación.
Dificultades para el gigante mexicano
En el caso de Aeroméxico, la aerolínea anunció la cancelación de contratos colectivos de trabajo de sobrecargos y pilotos. El argumento es que es necesario ajustar sus condiciones laborales para poder seguir operando. Dichos ajustes consisten en la congelación de aumentos salariales hasta 2025 y el incremento de horas de trabajo.
Así, ante la negativa del gobierno federal de rescatar la empresa con fondos públicos, Aeroméxico seguirá formando parte de este trío de aerolíneas en crisis. El 27 de enero reanudarán negociaciones entre la compañía y sus sindicatos, día clave para conocer si despejarán los nubarrones.
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