Un pasado que se niega a morir

Los orígenes de Comala, el Pueblo Mágico de Colima, se remontan mucho antes de la llegada de los españoles.  Habitada por indígenas de origen náhuatl, la región era conocida como Comalli, «lugar de comales», en referencia a la importancia de este utensilio en la vida cotidiana.

Con la conquista española, se transformó en un importante centro agrícola y ganadero, donde las haciendas se convirtieron en el motor económico y social de la región. A pesar de los cambios y las convulsiones sociales del siglo XX, con la Revolución Mexicana y sus consecuencias, Comala logró conservar su esencia y sus tradiciones. Y aunque la historia oficial ha tejido su camino, fue la pluma de Juan Rulfo la que lo inmortalizó para siempre.  Con la publicación de Pedro Páramo, en 1955, este tesoro colimense se convirtió en un referente del realismo mágico, un lugar donde la realidad y la fantasía se entrelazan en un laberinto de  historias y personajes inolvidables.

Monumentos históricos y lugares de interés

Pero más allá de la historia, la tierra de Pedro Páramo está más viva que nunca, así que cuando lo visites, recorre sus calles y descubre la belleza de sus monumentos históricos, testigos silenciosos del paso del tiempo.  Comienza tu viaje en la Plaza Principal y su quiosco, el corazón del pueblo, donde podrás admirar la escultura de Juan Rulfo y la imponente Parroquia de San Miguel Arcángel, una joya arquitectónica del siglo XVIII.

No dejes de visitar el Museo Universitario Alejandro Rangel Hidalgo, que alberga una colección de arte prehispánico y obras del artista local, ofreciendo una ventana al pasado y presente artístico de este destino mexicano.

Si buscas una experiencia que combine historia y lujo, la Hacienda de San Antonio, una ex-hacienda cafetalera convertida en hotel, te transportará a la época colonial con su esplendorosa arquitectura. Y para sumergirte en la atmósfera de Pedro Páramo, te recomendamos visitar el cementerio, un lugar que evoca la novela y te invita a reflexionar sobre la vida y la muerte.  Y no olvides  admirar la  magnitud del volcán de Colima desde distintos puntos del pueblo, un recordatorio constante de la fuerza de la naturaleza que rodea a Comala.

Los sabores de Comala

Comala no solo alimenta el espíritu con su belleza y su historia, sino también el cuerpo con una gastronomía rica en sabores y tradición. Adéntrate en sus restaurantes, fondas y cocinas y descubre una tradición culinaria que combina ingredientes locales con técnicas ancestrales.

Imperdibles sus famosos sopitos, pequeñas tortillas de maíz fritas que se cubren con carne, queso, lechuga y una deliciosa salsa picante. Y, para una experiencia más contundente, el tatemado, un guiso de carne de cerdo cocido a fuego lento con chile seco y especias en el que se manifiestan las raíces de la cocina colimense.

Para acompañar tus alimentos, nada mejor que una bebida tradicional. El ponche de Comala, con más de un siglo de historia, es una mezcla de frutas, granos y alcohol puro de caña que te reconfortará el alma. Y si eres amante del café, no puedes perder  la oportunidad de degustar una taza del café cultivado en las faldas del volcán: es reconocido por su sabor ahumado y acidez equilibrada. Para finalizar tu festín culinario, deléitate con su exquisitos «picones» y «conchas”, un legado de la época colonial que se mantiene vivo en cada bocado.

Como habrás visto, Comala es un Pueblo Mágico que te invita a viajar en el tiempo, a través de su historia, sus monumentos y la magia de la literatura.  Descubre la esencia de México en este rincón lleno de encanto y tradición. Entérate de más en visitacolima.mx

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