¿Buscas lugares coquette? Entonces tienes que conocer este museo
¿Te imaginas ver reunidas en un mismo lugar personalidades como Frida Kahlo, sor Juana Inés de la Cruz, Dolores del Río y Margot Robbie? Pues Rosana Dufour lo ha hecho realidad en el Museo Casa de las Mil Muñecas, proyecto que abrió sus puertas hace apenas tres meses sobre la Avenida Chapultepec de la Ciudad de México. Te compartimos siete razones por las que debes conocer este espacio, uno de los lugares más coquette de la capital y al estilo rosa pastel. ¡Descubre este museo repleto de magia! Fotos: Cortesía.
El Museo Casa de las Mil Muñecas, el sueño cumplido de una niña
¿Recuerdas cuál fue tu muñeca favorita de la infancia? Rosana Dufour, sí. Ella rememora que, cuando tenía siete años, su abuela materna, Doña Rosita, la introdujo al mundo de las muñecas. A partir de ese momento, Rosana asoció los hitos de su vida con las muñecas que le obsequiaban y que conforman su envidiable colección. Sin embargo, no fue hasta después de ejercer la profesión de psicóloga, durante siete años que poco a poco se fue inclinando hacia el mundo onírico de las infancias.
Su primer acercamiento a la fantasía ocurrió cuando abrió un negocio de fiestas para niñas con temáticas de princesas y hadas. Tiempo después, exactamente hace 15 años, se abocó a su sueño: darle un hogar a sus más de mil muñecas (todavía no termina de contarlas).
La historia de las muñecas más antiguas
En su investigación, Rosana Dufour descubrió registros de la primera muñeca para jugar, que data del año 5,000 a.C. y fue hallada en la tumba de una niña en Siberia, Rusia. Además, en su indagación dio con una muñeca egipcia del año 2,000 a.C.
Dufour aún no encuentra la historia de las muñecas de China, pero sabe que las de porcelana se originaron allí. Un dato adicional a destacar es que, según sus investigaciones, fue la emperatriz Carlota de Bélgica quien trajo a México la primera muñeca de porcelana.
Una casona color rosa pastel
Fueron cinco años los que Rosana Dufour tardó en encontrar el lugar idóneo para el Museo Casa de las Mil Muñecas. La búsqueda dio frutos al descubrir una casona de alrededor de 1919. La propiedad fue mandada a construir por Pedro Pablo Pedrero, quien hizo la primera endoscopia en el país.
Aunque la pesquisa podría parecer el mayor desafío, lo complicado fue la remodelación del lugar, que antes era un bar. La transformación en una dulce construcción de tonos rosados, uno de los lugares más coquette que encontrarás en Avenida Chapultepec, tomó diez años.
Hoy en día, este museo llama la atención desde que lo ves desde afuera, pues cinco niveles de la edificación asemejan un goloso pastel. Dentro, cualquiera se acordará de cuando jugaba a “la casita soñada”: en la planta baja descansan las muñecas mexicanas y las miniaturas; en el primer piso está la historia de las muñecas del mundo, mientras que en el segundo está el restaurante que se distingue por ser el espacio más romántico; el tercer piso está hecho para las exposiciones temporales; el cuarto está dedicado a duendes y hadas, y en el quinto se hacen experiencias privadas, como fiestas de hadas.
Siéntete como María Antonieta
Otra razón para visitar el Museo Casa de las Mil Muñecas y agregarlo a tu tour de lugares coquette en CDMX es su encantador restaurante, con pisos ajedrezados y detalles maravillosos, como una escultura de unicornio con un cuerno reluciente. En el rincón más rosado del museo se sirven platillos para desayunos y comidas deliciosas, como el croque madame.
Próximamente, ofrecerán fiestas de té al estilo inglés con pequeños sándwiches y pastelitos. Además, puedes disfrutar de este espacio independientemente de si accedes o no al museo.
Barbie no fue la primera muñeca con accesorios
En el Museo Casa de las Mil Muñecas también conocerás la historia de una empresaria que se volvió millonaria. Se trata de la joven francesa Adelaide Huret, quien trabajó junto a sus padres. Ellos se dedicaban a fabricar todo tipo de muebles, incluidas cunas para bebés reales y también de juguete.
En ese entonces, las muñecas representaban a señoras y señoritas adultas, las cuales no encajaban bien con las cunas. Así, Huret decidió crear una muñeca niña, y su éxito fue tan notable acabó confeccionando accesorios como ropa, zapatos, sombreros y objetos decorativos.
Mujeres inspiradoras hechas muñeca
La residencia de las muñecas mexicanas cuenta con figuras representativas de figuras como sor Juana Inés de la Cruz, Matilde Montoya (la primera mujer médico de México), una muñeca obsequiada por la Comandanta Ramona, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, entre muchas otras mujeres inspiradoras.
Además, aprenderás que una de las características distintivas de las muñecas mexicanas es el uso de materiales y técnicas artesanales. Ejemplo de ello es la muñequita Lele, que significa «bebé» en otomí, y las de tela moldeada que parecen reales por sus caras tan expresivas.
En entrevista, Rosana Dufour enfatiza: «Es muy triste que no se haya escrito la historia de la muñeca en México. Invito a todos a que, si saben de alguna muñeca de la que no tengamos información, nos lo digan para poder ampliar la historia.»
Próximas exposiciones temporales
La primera exposición temporal en el Museo Casa de las Mil Muñecas será de piezas autómatas antiguas, aquellas que se activan con cuerda. Podrás ver una que arrulla a su bebé, otra que caza mariposas y una más que toca la flauta, entre otras más. Esta exhibición estará disponible a finales de año y cambiará cada seis meses. ¡Una razón más para ir a este museo, uno de los lugares coquette más nuevos de la ciudad!
¿Cuál es la muñeca que visitarás? ¡Etiquétanos en tu foto cuando vayas! Horarios: Martes a domingo de 10:00 a 17:00; domingos, cerrado. Costo: Boleto general en 150 pesos. museodelasmilmuecas.com
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