Situado a solo una hora de la ciudad de Querétaro y poco más de dos horas de Ciudad de México, Amealco de Bonfil es un encantador Pueblo Mágico en el que se antoja pasear por sus calles adoquinadas sin rumbo ni prisa, mientras disfrutas de la vista de sus casas bicolor con techos de teja y su calle principal de la que cuelgan adornos según la temporada (listones, pañuelos, sombreros y más). Fotos: Charly Ramos.
Pero además de “pueblear” como sabemos hacerlo los mexicanos, te traemos una lista con los lugares y actividades que deben formar parte de tu itinerario.
4 planes imperdibles en Amealco de Bonfil
1. Museo de la Muñeca Artesanal
Amealco de Bonfil es uno de los municipios de Querétaro con más población indígena y que ostenta una de las más ricas tradiciones artesanales. Si tu visita es en fin de semana, en el Jardín Hidalgo, también llamado «Jardín de los enamorados», encontrarás un tianguis en el que se dan cita los artesanos de las comunidades otomíes de Santiago Mexquititlán y de San Ildefonso Tultepec. Entre sus creaciones, las más populares son las muñecas Lele y Dönxu.
Estas muñecas tienen su origen hace más de 100 años en las manos de las mujeres otomíes, quienes las elaboraban como juguetes para sus hijas en las que se representaban a sí mismas con su vestimenta tradicional. Son al mismo tiempo un regalo amoroso y un creativo autorretrato que con el tiempo se popularizó, especialmente la muñeca Lele, originaria de Santiago Mexquititlán, que ahora es símbolo de Querétaro en el mundo.
El museo fundado en honor a estas creaciones amealcenses lleva el nombre de Museo de la Muñeca Artesanal y se ubica en una casa del siglo XIX que resguarda una colección de más de 400 ejemplares, de los cuales 220 están en exhibición. Encontrarás muñecas de distintas tradiciones culturales mexicanas, además de algunas de otros rincones del mundo. Te sorprenderá la creatividad de las manos que les dieron vida en materiales tan diversos como barro, textil, chaquira, cartón, madera, hojas de maíz o de plátano, semillas y hasta chiles cascabel y poblano.
Si haces que tu visita a Amealco de Bonfil coincida con el 11º Festival de Muñecas Artesanales, del 17 al 20 de noviembre, te encontrarás con un pueblo lleno de fiesta, música y color, en cuya explanada principal se instalan cientos de muñecas para venta y exhibición. Otra opción para disfrutar esta tradición artesanal es uno de los tours que incluyen un taller en el que puedes crear tu propia muñeca Lele.
La Caminata del Pulque
Los fines de semana, desde el módulo de turismo de Amealco de Bonfil, sale la Caminata del Pulque, que tiene una duración aproximada de dos horas. Seas o no fan declarado de esta bebida milenaria, te recomendamos que no te la pierdas. Te sorprenderá su cremosidad, su equilibrio entre la dulzura y la acidez, y sobre todo, lo exquisita que puede saber esta bebida cuando es preparada por quienes llevan el oficio en la sangre y el corazón por generaciones.
“Para pulque rico Federico”, se lee detrás de la barra de la primera de tres paradas del recorrido: Pulquería Federico. Y es cierto. Prueba primero el pulque natural y luego sigue con los curados. Guayaba, pepino con hierbabuena, membrillo, tuna verde, chocolate, piña colada o avena son los sabores que cambian según la temporada —no te pierdas el de mazapán—.
Sobre todo, no te pierdas la oportunidad de platicar con Doña Tere, la mujer al frente de esta pulquería con 106 años de tradición. Te hablará sobre los beneficios del pulque para la salud y el arduo trabajo diario detrás de su elaboración. Lo mismo en la segunda parada, Pulquería Don Roge, cuya plática disfrutarás tanto como los pulques que llegan a la mesa. Escucharás como Don Roge se involucra desde niño en todo el proceso y aún hoy en día, se levanta diario a las 4 de la mañana para ir a raspar los magueyes.
El cierre de la Caminta de Pulque en Amealco de Bonfil, es en Pulquería Don Toño, donde siguen llegando los pulques de sabores y las palabras de su dueño confirman lo que has escuchado en todo el recorrido: “el pulque ya no es negocio, es un gusto, es herencia familiar”. No es de extrañar si consideras que los magueyes se tardan de 7 a 10 años en crecer, solo dan aguamiel por 3 meses y el litro de pulque natural se vende a un promedio de 30 pesos. He ahí lo más valioso del recorrido: conocer pulquerías que se mantienen en pie por el amor heredado a una de las bebidas con más historia en nuestro país.
La Caminata del Pulque tiene un costo de solo 200 pesos mexicanos e incluye el recorrido guiado y las bebidas. Reserva al teléfono 448 126 7485.
3. Jamädi Asador
Para conocer a profundidad un destino como Amealco de Bonfil, nada como disfrutar de sus platillos tradicionales. Por eso, a la Caminata del Pulque suma una visita al mercado y prueba las gorditas de maíz, el chicharrón de res, las tostadas de arriero y el mole con guajolote. Pero si además buscas un restaurante con deliciosa comida, ambiente familiar y un gran jardín, a unos pasos del centro, no te pierdas Jamädi Asador.
En tan solo un año desde su apertura, este restaurante se ha convertido en uno de los favoritos por sus platillos al carbón hechos con productos locales, acompañados por tortillas hechas a mano en fin de semana. Prueba las parrilladas para compartir con arrachera, chistorra, chorizo, costilla, filete de res, verduras y quesadillas. La hamburguesa de arrachera también es una delicia.
4. Villas Ameyalli
En náhuatl, Amealco significa “lugar de manantiales o lugar donde brota agua de las rocas”, un nombre que le va muy bien a un sitio donde abundan bosques de encino y oyamel con numerosos ojos de agua. Estos espacios naturales de gran belleza son ideales para acampar, practicar senderismo, bici de montaña y otras actividades ecoturísticas.
Para una experiencia de hospedaje en contacto con la naturaleza, a solo 15 minutos del centro de Amealco de Bonfil y con todas las comodidades incluidas, te recomendamos Villas Ameyalli. En su construcción abunda la madera, los vitrales en techos y paredes que dan vista al exterior y la palma tejida por artesanos de la región, que se conjugan para crear un espacio en el que la verdadera protagonista es la naturaleza, mientras que la arquitectura es la invitada que debe ser respetuosa y discreta.
Pasea por sus áreas verdes en las que los encinos blancos serán tu techo, contempla las estrellas al calor de una fogata, disfruta de una cena romántica en los nidos tejidos por manos otomíes o contempla el tranquilo paisaje de valles verdes y maizales desde el jacuzzi de tu terraza, en un lugar en el que la naturaleza no es decoración sino vida que te envuelve y la falta de señal de celular es un regalo.
¿Qué esperas para visitar Amealco de Bonfil? Hay muchas maneras de disfrutar de su riqueza natural y cultural. Descubre más en queretaro.travel y si buscas otras experiencias queretanas inolvidables, aquí tienes algunas de sus asombrosas propuestas gastronómicas.