Durante esta temporada es normal que se te antoje alguna bebida fresca para calmar el calor, incluso un helado o una paleta son ideales para disfrutar de un deliciosos verano. Pero, ¿sabías que en este caso no hay mejor bebida que el vino? Aquí te decimos por qué.
De acuerdo con los expertos, en época de altas temperaturas existe un aumento en el consumo de vino dado que los días se alargan y las noches se vuelven templadas, lo que promueve las reuniones y actividades al aire libre. Por eso, en tiempo de vacaciones un buen vino resulta casi tan estimulante como el mejor afrodisíaco.
Los mejores acompañantes resultarán el vino blanco o el rosado o, en su defecto, el espumoso, pues son joviales, alegres y encantadores, así como los colores y aromas que rodean la temporada. Por eso te mostramos algunas características de los vinos de verano para que tus reuniones cuenten con el mejor acompañante.
El vino blanco puede hacerse de las “uvas blancas”, las cuales son verdosas, verdosas amarillas, amarillas doradas o algunas veces amarillas con tonos rosados. Básicamente, en uvas blancas se incluyen todos los tipos que no son rojas oscuras o de color azul oscuro. Los vinos blancos caen en cuatro categorías generales de sabor:
- Fresco y sin roble: algunos blancos son frescos y ligeros, con dulzura y sin ningún carácter de roble. La mayoría de los vinos blancos italianos —como el soave y el pinot grigio— y algunos blancos franceses —como el sancerre y algunos vinos de chablis— entran en esta categoría.
- Terrosos: estos blancos son secos, con más cuerpo, sin roble o con un ligero sabor, con mucho carácter terrenal. Algunos vinos franceses —como mâcon— o blancos de la región de Côtes du Rhône tienen este perfil de sabor.
- Aromáticos: caracterizados por aromas intensos y sabores que provienen de su particular variedad de uvas, estos blancos son off-dry (no son completamente secos) o secos. Como ejemplo podemos mencionar muchos vinos alemanes, así como los que provienen de variedades de uvas llenas de sabor, como el riesling o el viognier.
- Ricos y con roble: estos son secos o deseablemente secos, con gran cuerpo; además, tienen un pronunciado carácter de roble. La mayoría de los chardonnays y muchos vinos franceses —como lo son la mayoría de la región de Burgundy, en Francia— caen en este grupo.
Los vinos rosados están elaborados con uvas rojas pero no terminan con ese color debido a que el jugo de las uvas permanece en contacto con las pieles rojas por un breve periodo.
No todos los vinos rosados son llamados rosés; hoy en día muchos son llamados blush o vinos sonrojados, un término inventado por los comerciantes del vino en los años 80. Estos rosados te llevarán a los aromas de los frutos rojos como la fresa dulce, manteniendo algunos aromas de un vino blanco. Por su sensación y aroma, se recomienda tomarlos cuando el clima es cálido.
¿Ya se te antojó? Disfruta de esta temporada con tu vino favorito y vive un delicioso verano.
