Guiado por su pasión por el humo, el fuego y la brasa; el chef argentino Dante Ferrero, quien ha revolucionado la forma de asar carne con su proyecto La vaca es mía, se ha instalado en Polanco.
Su nuevo restaurante abrirá a mediados del mes de mayo y llevará su propio nombre. El menú será “un coqueteo entre la cocina argentina y mexicana”, pues luego de haber pasado ya 17 años viviendo en nuestro país, el sincretismo culinario es casi inevitable. Fotos: Roger Rojas.
El chef Dante Ferrero
Además de -por supuesto- cortes de carne; en Dante nos encontraremos con un reflejo de la influencia italiana arraigada a la gastronomía de su tierra natal en platillos como pastas y empanadas, siendo imperdible la de roquefort con apio y nuez.
Aunque la propuesta de este restaurante contará también con frescas ensaladas y suculentas opciones para los amantes de los pescados y mariscos.
Un amante del vino
El chef Ferrero se define a sí mismo como “un amante del vino”, por ello pondrá particular esmero en crear una “bonita carta de vino, que no sea rimbombante pero que tenga variedad“, en donde interactuarán sus etiquetas favoritas de Argentina, México y Estados Unidos; incluyendo también algunos vinos españoles y de otros países.
El gurú de la carne
Con un estilo sencillo y básico, caracterizado por el cuidado al producto, Dante Ferrero se ha consolidado como «el gurú de la carne». Para él, el asado es la forma de “cerrar el ciclo de tres o cuatro años en el que trabaja muchísima gente”, comenta, refiriéndose a todo el cuidado que requiere el pastoreo y sacrificio de las reses. “Lo que yo hago es recibirla, cocinarla y servirla, nada más”, declara.
A punto de cocinar su cuarentava vaca entera, este chef rememora sus días de infancia en Argentina, cuando al lado de los fogones de su padre, surgió su amor por la gastronomía.
“Él era un cocinero aficionado a lo bien hecho. Me enseñó a cocinar, pero no quería que me dedicara a esto”. Dante tomó entonces el rumbo de las finanzas, pero siempre con la mira puesta en llegar a tener algún día su propio restaurante.
Y cuando se casó con una mexicana, el destino llamó a su puerta: “vivimos allá tres años y un día tomamos la decisión de venir a Monterrey, de donde es ella. Haciendo un cambio tan grande de vida, dije ahorita es el momento”.
Restaurante Neuquén
“Llegamos con dos pesos en la bolsa”, relata el chef, “nos juntamos con un amigo y abrimos el primer Neuquén, que eran seis mesitas en el que servíamos pizzas y empanadas”.
El éxito vino después, gracias a que lograron diferenciarse del resto de restaurantes argentinos de la zona, que “eran caros y formales”.
Así fue como, durante casi siete años, se mantuvo al frente de la marca, hasta que sus ansias por mejorar su técnica lo motivaron a viajar y aprender de chefs como Enrique Olvera, Massimo Bottura, y Juan María Arzak.
Listo para conquistar la Ciudad de México
Luego, en una secuencia de eventos insospechados, su vida volvió a dar un vuelco. “Me separé de mis socios en Monterrey y seguí con una de las sucursales: Alodé.
Pero tuve que cambiar de local y mientras preparaba todo, apareció la oportunidad de venir a Polanco, en la Ciudad de México, y la tomé”, nos cuenta.
Por lo que, se muestra confiado y feliz, “creo que era momento de nuevas experiencias”, asegura. No cabe duda que Dante Ferrero está listo para conquistar la Ciudad de México y nosotros no podemos esperar para deleitarnos con sus creaciones. @DanteFerreroH