China es la cuna de algunos de los más excepcionales y exóticos tés del mundo, sin embargo, solo uno tiene la distinción de ser verdaderamente raro, ¡el té amarillo! Te contamos qué distingue a esta variedad y por qué está en peligro. Fotos: Escuela Mexicana de Té.
El nacimiento de un tesoro
El propio origen del té amarillo sigue siendo poco claro. Algunos especialistas aseguran que los tés amarillos han formado parte natural de la historia de regiones productoras de té verde en China, como Huoshan, en Anhui, y Mengshan, en Sichuan. Otros, apuntan al surgimiento de esta tipología de té a principios de la dinastía Qing (1644-1912), como una variedad especial dedicada única y exclusivamente al consumo local.
Más allá del debate, lo único realmente cierto es que el té amarillo requiere de mucho tiempo y procesos especiales para su manufactura. Algo asombroso es que, en comparación con las miles de tipologías de té verde que siguen produciéndose en China, hoy solo sobreviven un puñado de variedades de té amarillo.
¿Cómo se elabora el té amarillo?
El proceso es similar al del té verde, excepto que las hojas se someten a un proceso de secado más largo y complejo. Las hojas de Camellia sinensis, la planta del té, primero se secan en sartén y después se envuelven en pliegos de papel grueso o tela. El Jun Shan Yin Zhen, una de las pocas variedades que hoy persisten, también se somete a un proceso de reposo dentro de cajas de madera.
De forma repetitiva, las hojas pasan por idénticos ciclos de secado y reposo siempre envueltos, para enfriar y propiciar una incipiente oxidación. Este proceso puede prolongarse por hasta tres días, antes de terminar con un tostado lento; conforme las hojas húmedas se van desecando, también adquieren una singular tonalidad amarilla y pierden algunos de los matices vegetales y herbales distintivos del té verde.
En riesgo de desaparecer
Decir “rareza al borde de la extinción” no es exagerar: los únicos y auténticos tés amarillos que sobreviven hoy son el Jun Shan Yin Zhen, oriundo de la Isla Junshan del lago Dongting, en Hunan; el Meng Ding Huang Ya, producido en Mengshan, Sichuan, y el Mo Gan Huang Ya, el más raro y preciado de los tres, procedente de Zhejiang.
Alrededor del mundo también pueden hallarse hebras comercializadas bajo el nombre de Huo Shan Huang Ya, uno de los grandes e históricos tés amarillos. Sin embargo, realmente se trata de tés manufacturados como verdes. El verdadero Huo Shan Huang Ya se perdió en la historia, debido a la incapacidad de los productores de Anhui por preservar una técnica de manufactura tan costosa.
En los últimos años algunos especialistas del té de China se han dado a la tarea de buscar en el área noroeste de Anhui a algún productor que aún conozca la técnica de manufactura del mítico Huo Shan Huang Ya.
Al degustarlo, una maravilla
En taza, el auténtico té amarillo ofrece una suavidad y fragancia excepcionales. Se trata de una variedad de altísimo costo, debido a su escasez, con sabores y aromas deliciosamente complejos. Si lo encuentras, en casas de té y expendios especializados, debes probarlo inmediatamente.
Entérate de más deliciosos y enigmáticos datos sobre la cultura del té en la Escuela Mexicana de Té.
Para conocer qué hace tan especial al té verde tostado de Japón, echa un vistazo a este artículo.