Los matices de canela y de esta fruta le brindan un toque especial a estos crullers, un postre francés similar a los churros

Porciones: 12 piezas.

Para la pasta choux

Para hacer la pasta choux, calentar la sidra, la mantequilla y 1 pizca de sal en una cacerola pequeña. Una vez que el líquido comience a hervir, retirar del fuego y revolver con la harina. Se debe hacer con fuerza y rapidez para obtener una mezcla homogénea y suave. Colocar nuevamente en el fuego y mover con una pala de madera durante 1 minuto más, para secar y alisar la pasta.
Transferir al recipiente de una batidora equipada con un accesorio de paleta. Batir a velocidad media hasta que la mezcla se enfríe. Agregar los huevos uno por uno, incorporando bien después de cada adición. Una vez que la mezcla esté suave y caiga con dificultad desde una espátula, está lista.
Colocar dentro de la manga con duya de boquilla estrellada y formar anillos sobre los cuadrados de papel para hornear. Precalentar la freidora a 175 °C. Colocar los pedazos de papel para hornear con el cruller hacia abajo, dentro del aceite. Luego, retirar el papel con ayuda de unas pinzas de cocina.
Freír por 1 o 2 minutos por cada lado hasta que estén dorados y crujientes. Retirar con una cuchara perforada y reservar sobre un plato con papel de cocina para eliminar el exceso de grasa.
Para hacer el glaseado, tamizar el azúcar glas y mezclar con suficiente sidra para obtener una textura espesa. Sumergir un lado de los crullers en el glaseado, espolvorear con canela y servir.

Vino blanco color amarillo pálido, acentos a lichi, chabacano y membrillo; en boca es expresivo, con carácter frutal.

Sugerencia: Cosecha Tardía, Casa Madero.