Sincretismo, estacionalidad, herencia y sabor… En los fogones tlaxcaltecas las ollas dan cuenta de sabores únicos en su diversidad de moles. Aquí te antojamos seis moles deliciosos. Texto: Alejandro Mendoza / Fotos: Adobe Stock.
1.- Mole de fiesta o colorado: se prepara con chiles ancho, pasilla, mulato y chipotle. Se sirve con gallina criolla o con guajolote, dependiendo la ocasión. Se acompaña con tamales tontos de anís (sin salsa ni carne). En las fiestas se sirve con arroz rojo y frijoles de la olla.
2.- Mole de guajolote: similar al de fiesta o colorado; se diferencia de éste porque la gente de campo prepara huauzontles que simulan piernas de guajolote, y las sirven con este mole como si fuera la carne que lo acompaña.
3.- Mole de Matuma o de ladrillo: esta preparación tiene un carácter ceremonial. Se prepara para la fiesta de la Matuma en Ixtenco, los días 24 de cada mes. Es un mole espeso con chile guajillo, masa y, en ocasiones, chile ancho. Se sirve con carne de res y tamales azules o morados.
4.- Texmole con chito: su consistencia es espesa y se prepara con chile guajillo y masa. Se acompaña con chito, que es carne seca de chivo o de caballo. Es un platillo tradicional en las comunidades nahuas de las faldas de la Malintzin.
5.- Mole negro de huitlacoche: se prepara con caldo de carne de cerdo, masa (para la consistencia) y huitlacoche seco (para el color). Se sirve con carne de cerdo.
6.- Mole chilpoposo: se prepara con chile guajillo, flores de calabaza y masa. Se acompaña con charales secos. Es un platillo tradicional de las comunidades nahuas.
¿Cuál de todos los moles mexicanos es tu favorito? Comenta en nuestras redes sociales @FoodandTravelMX.
También lee Receta mole verde de mi madre.